Las aves alojadas en instalaciones modernas de interior están normalmente libres de trematodos, ya que estos parásitos requieren un caracol como hospedador intermediario y, a menudo, también de un tercer hospedador invertebrado. Sin embargo, estos parásitos podrían persistir en aves de traspatio que pueden tener contacto con caracoles u otros hospedadores y aves silvestres. Los trematodos se han descrito ocasionalmente en aves de producción al aire libre, especialmente en aquellas criadas en climas cálidos y húmedos, y tienden a ser menos específicos de hospedador. Aparecen principalmente en aves silvestres con baja prevalencia.
Prosthogonimus macrorchis, el trematodo del oviducto de las aves de producción, parasita al ave cuando esta consume las metacercarias infestantes presentes en la libélula (hospedador intermediario del trematodo) adulta o en fase larvaria. Postharmostomum commutatum (sinónimo de P. gallinum) se puede encontrar en los ciegos y Philophthalmus gralli en el ojo de las aves.
Vincular las infestaciones por trematodos con signos clínicos es difícil, porque los datos experimentales son escasos y las aves enfermas pueden tener otras enfermedades al mismo tiempo. En consecuencia, las infecciones leves que aparecen sin signos son más frecuentes en aves con una bolsa funcional. En aves gallináceas, la infección grave del oviducto por Prosthogonimus macrorchis provoca inapetencia, decaimiento, pérdida de peso, secreción cloacal calcárea, disminución de la producción y aumento de la proporción de huevos con cáscara blanda. Las lesiones varían desde una inflamación leve hasta una distensión o rotura del oviducto; incluso pueden producir la muerte del ave. La infección por Philophthalmus gralli puede provocar ceguera, con consecuencias sobre la ingesta de alimentos. El diagnóstico de infestación por trematodos a partir del examen coprológico no es fiable, ya que las formas parasitarias no siempre están presentes en las heces. Se pueden observar trematodos adultos en la localización de las lesiones.
Para prevenir la transmisión de los trematodos, debe impedirse la ingestión de libélulas. No se conoce tratamiento eficaz aprobado para su uso en avicultura. La eliminación de P. gralli de pavos infectados con praziquantel o fenbendazol no tuvo éxito. El tetracloruro de carbono es un tratamiento utilizado de forma habitual, aunque es muy tóxico para los pollos y para otras aves.
Collyriclum faba, otro trematodo común de las aves, aparece en forma de quistes subcutáneos de 4-6 mm de diámetro (por lo general, con dos adultos) en cualquier parte del cuerpo, pero con más frecuencia cerca de la cloaca en pavo, pollo y otras aves. Los quistes liberan un exudado que atrae a las moscas y predispone a infecciones bacterianas. En aves jóvenes, los signos clínicos incluyen dificultad locomotora e inapetencia, y las parasitaciones masivas pueden producir la muerte de los animales. El parásito puede extirparse quirúrgicamente. No se conoce con exactitud su ciclo biológico, pero probablemente participan los caracoles e insectos similares a la libélula y las efímeras. La prevención de la infección requiere impedir el acceso de las aves a las áreas donde habitan insectos acuáticos.
Conceptos clave
Las infestaciones por trematodos son raras en las aves de producción comerciales, ya que el alojamiento en el interior limita la exposición a hospedadores intermediarios.
Las aves ligeramente infectadas no muestran signos clínicos, pero las infecciones graves por algunas especies provocan anorexia, pérdida de peso, secreción cloacal y disminución de la producción de huevos.
No existen tratamientos eficaces, por lo que el control se basa en limitar la exposición a hospedadores intermediarios, como caracoles y libélulas.