Comportamiento anormal en animales
El término "comportamiento anormal" puede referirse a una conducta atípica para una especie. Sin embargo, con frecuencia se utiliza como sinónimo de "comportamiento patológico", refiriéndose a acciones y conductas disfuncionales, como aquellas que surgen de un trastorno del comportamiento (es decir, comportamiento anormal patológico). Estos trastornos pueden compararse con enfermedades mentales o trastornos emocionales.
Hay que diferenciarlo de muchas quejas de comportamiento que son comportamientos normales que son indeseables para los propietarios (p. ej., revolver en la basura, saltar encima de las personas, depredación, pastoreo, vigilancia).
Comportamientos repetitivos anormales en animales
El término "comportamiento repetitivo anormal" es un término descriptivo que se refiere a conductas inadaptadas, repetitivas o fijas, y anormales patológicas, independientemente de cualquier afección médica subyacente que pueda causar o contribuir al comportamiento.
Los comportamientos repetitivos anormales conforman un grupo heterogéneo que incluye tanto estereotipias como comportamientos compulsivos. Las categorías de comportamientos repetitivos anormales incluyen los orales o ingestivos, (p. ej., la pica, la polifagia, el lamido excesivo o la deglución exagerada), los neurológicos o alucinatorios (p. ej., atrapar moscas imaginarias o perseguir luces), los locomotores (p. ej., girar en círculos o lanzarse repetidamente) y los autodirigidos (p. ej., la dermatitis por lamido acral o la alopecia psicógena). Estas categorías no son excluyentes entre sí.
Agresividad en animales
La agresividad en los animales puede definirse en sentido aislado (p. ej., un solo ataque) o en un sentido más amplio (p. ej., comportamiento agonístico). En este último caso, la agresividad puede ser apropiada o inapropiada, contextual o fuera de contexto, entre especies o dentro de la misma especie, y puede presentarse como un desafío o enfrentamiento que finaliza en sumisión o en un combate y su resolución.
Ansiedad en animales
La ansiedad en animales es la anticipación aprensiva de un peligro o una desgracia futuros, lo que puede ir acompañado de signos conductuales y somáticos (hipervigilancia, exploración constante, hiperactividad autonómica, aumento de la actividad motora y tensión muscular). La ansiedad puede presentarse sin un desencadenante o amenaza identificables. En algunos individuos, puede ser situacional o llegar a generalizarse. Aunque los términos ansiedad y miedo suelen usarse indistintamente, se diferencian en que la ansiedad es una respuesta a una amenaza anticipada o imaginada, mientras que el miedo es una reacción a un estímulo real y presente.
Excitación en animales
La excitación emocional en animales se define como un estado de activación fisiológica incrementada. Cuando un animal está emocionalmente excitado, puede no reaccionar como lo haría en condiciones normales. Este estado puede afectar considerablemente su capacidad para aprender.
Trastornos compulsivos (u obsesivocompulsivos) en animales
Los comportamientos compulsivos en animales son anormales, repetitivos y de forma variable, y con frecuencia fijados en un objetivo específico. Pueden ser exagerados, sostenidos, intensos y difíciles de interrumpir, o presentar una falta de control tanto en el inicio como en la continuación o inhibición del comportamiento, o incluso al cambiar de un comportamiento a otro. Se suelen derivar de comportamientos normales como el aseo, la depredación, la ingestión o la locomoción.
Los trastornos compulsivos pueden surgir inicialmente en situaciones de frustración o conflicto, pero se vuelven compulsivos cuando persisten o surgen fuera del contexto original. Ciertas razas parecen tener una predisposición genética a desarrollar comportamientos compulsivos. Es probable que exista una alteración en la actividad serotoninérgica, aunque también se ha implicado la participación de otros neurotransmisores (p. ej., la dopamina y los opiáceos). Los trastornos compulsivos pueden aparecer cuando la causa original de un comportamiento ha cambiado con el tiempo o cuando hay varias causas implicadas. Las áreas cerebrales asociadas incluyen la corteza prefrontal y el complejo amigdalino.
Conflicto en animales
El conflicto surge cuando una mascota tiene motivaciones opuestas o está motivada para realizar más de un comportamiento opuesto. Esto puede ocurrir cuando un perro está motivado para saludar, pero tiene miedo de acercarse, quizás debido a experiencias previas desagradables (p. ej., gritos, golpes, inmovilización). El comportamiento resultante podría ser un comportamiento de desplazamiento o agresividad (cuando el miedo es un factor predominante).
Comportamiento de desplazamiento en animales
El comportamiento de desplazamiento es una conducta normalmente aceptada que aparece fuera de contexto, es decir, se "desplaza" porque el animal no puede (física o conductualmente) realizar otra actividad o mantenerse ocupado de otra manera. Este tipo de comportamiento es menos específico que el comportamiento redirigido. Cuando se produce una actividad de desplazamiento, el comportamiento suele estar fuera de contexto con la situación (p. ej., dar vueltas en círculos, respirar o incluso orinar). El comportamiento de desplazamiento puede originarse en situaciones de conflicto o frustración, o ser una actividad de vacío.
Dominancia y jerarquía en animales
La dominancia es un concepto que con frecuencia se ha aplicado mal. El concepto etológico de dominancia se refiere al control competitivo por un recurso limitado y a la capacidad del animal de mayor jerarquía para desplazar de este recurso a otro de menor jerarquía.
La jerarquía se suele definir por la capacidad de controlar el recurso o por el acceso y la posibilidad de restringir el apareamiento.
La dominancia no es intercambiable con un rango jerárquico. Los rangos de dominancia, en particular aquellos que son lineales y en los cuales se identifica un animal dominante, son en gran medida artefactos de situaciones experimentales o manipuladas. El animal dominante no es el que participa en la mayoría de las luchas y combates. La mayoría de los animales de mayor jerarquía rara vez tienen que conquistar su derecho a acceder a un recurso.
En cambio, los animales de alto rango suelen identificarse mejor por el carácter y la frecuencia de los comportamientos deferentes mostrados por otros en su grupo social y por su capacidad de responder apropiadamente a una variedad de circunstancias sociales y ambientales. Por lo tanto, las posturas seguras y asertivas y la señalización de un individuo de una pareja pueden describirse como dominantes si la respuesta del segundo individuo es deferente o subordinada. Sin embargo, los términos dominante y subordinado describen una relación entre dos individuos en un contexto específico y no necesariamente en todos los aspectos, a menos que este tipo de interacción se repita de forma homogénea en todos los recursos e interacciones.
Aunque los términos dominancia y jerarquía son aplicables a la comunicación entre miembros de una misma especie (como perro-perro), no deben aplicarse a la comunicación entre especies distintas (como perro-humano).
Miedo en los animales
El miedo es un sentimiento de aprensión, asociado a la presencia o la proximidad de un objeto, un individuo o una situación social. En cambio, la ansiedad es una respuesta ante una amenaza o peligro anticipado. Sin embargo, a menudo los términos se utilizan indistintamente.
El miedo es parte del comportamiento normal y es una respuesta adaptativa. Determinar si el miedo o la respuesta de temor es anormal o inapropiada depende del contexto. Por ejemplo, el fuego es un instrumento útil, pero evitarlo es una respuesta de adaptación. Si una mascota tiene miedo a los estímulos inocuos, como caminar sobre ciertos tipos de superficies o salir al aire libre, ese temor sería irracional y, si fuera constante o recurrente, probablemente sería no adaptativo
Los miedos se traducen en respuestas graduales acordes y proporcionales con la proximidad del estimulo. La mayoría de las reacciones de miedo se aprenden y pueden desaprenderse con la exposición gradual, aunque la falta de una exposición previa suficiente, las consecuencias de una exposición previa y los factores genéticos influyen en la rapidez con la que se completa el desaprendizaje.
Frustración en animales
La frustración surge cuando el animal está motivado para realizar una secuencia de comportamientos que no puede completar debido a obstáculos físicos o psicológicos en el entorno. Cuando las mascotas están frustradas, como cuando un gato no puede acceder a un gato que está al aire libre y que ve a través de la ventana, o un perro que no puede alcanzar un estímulo al otro lado de una puerta o valla, el comportamiento resultante puede ser un comportamiento redirigido (p. ej., ataque a otra mascota de la familia o al propietario), un comportamiento de desplazamiento (p. ej., marcha estereotipada) o signos asociados con el miedo o la ansiedad (p. ej., lloriqueos o aullidos).
Otro ejemplo de frustración por el objetivo es el perro o el gato que persigue un juguete de luz láser pero es incapaz de terminar la secuencia o de lograr ningún objetivo. Esta frustración puede llevar a perseguir obsesivamente otras luces y sombras.
Fobia en animales
Las fobias implican respuestas repentinas, de todo o nada, profundas y anormales cuyo resultado es una conducta de miedo extremo (catatonia, pánico). Las fobias pueden desarrollarse con el tiempo; algunos animales desarrollan miedos cada vez más intensos con la exposición repetida (p. ej., fobias a las tormentas). Una vez establecidas, las fobias se asocian con un miedo inmediato e intenso cuando se presenta el estímulo.
Una vez que se ha vivido un evento fóbico, cualquier evento asociado con él, o el recuerdo del propio evento, es muchas veces suficiente para generar la respuesta fóbica (p. ej., el viento, lluvia o la oscuridad en la fobia a tormentas). Aunque los temores pueden disminuir con la exposición repetida y sin consecuencias adversas, las fobias pueden permanecer en su nivel más alto o exceder un nivel anterior durante años, incluso sin una nueva exposición.
El origen de estos eventos en los perros suele ser una experiencia extremadamente aterradora o traumática, o bien la presencia de problemas internos profundos relacionados con el miedo (p. ej., una predisposición genética), lo que provoca respuestas excesivas ante estímulos desconocidos. Las respuestas del propietario pueden agravar inadvertidamente el problema, ya sea al fomentar aún más el comportamiento o al aumentar el estado emocional de miedo si el resultado para la mascota es desagradable (p. ej., la ira del propietario o el castigo). Las situaciones fóbicas son evitadas o, si no pueden evitarse, se soportan con un miedo o angustia intensos.
Comportamiento redirigido en animales
Los comportamientos redirigidos son actividades dirigidas lejos del objetivo principal o adecuado, y hacia otro objetivo secundario o menos apropiado (p. ej., cuando el animal está en un estado de excitación emocional y no puede alcanzar el objetivo principal, o si el animal es interrumpido).
Comportamientos estereotipados en animales
La estereotipia es una repetición perseverante de un comportamiento cuya secuencia no varía y que no tiene un propósito o función identificable. Suelen derivarse de comportamientos de mantenimiento contextualmente normales (p. ej., acicalarse, comer, caminar).
Se han descrito con frecuencia comportamientos estereotipados en especies de animales de granja, zoológicos y de laboratorio, y surgen en situaciones de conflicto o frustración relacionados con el confinamiento o las prácticas de cría. Pueden originarse en diversas condiciones:
Entornos estresantes o sin estímulos.
Oportunidades limitadas para mostrar la gama completa de comportamientos típicos de la especie.
Privación materna.
Trastornos neurológicos asociados.
Algunos comportamientos estereotipados, al menos en las primeras etapas, pueden representar un mecanismo de afrontamiento para el animal. Por ejemplo, la succión no nutritiva en terneros puede ayudar en los procesos digestivos.
Actividad de vacío en animales
La actividad de vacío puede aparecer cuando el animal está altamente motivado para realizar un comportamiento instintivo, pero no hay una salida disponible (por ejemplo, succión en el flanco, lamido). Estas actividades no tienen un propósito aparente o de utilidad.