Los esteroides anabolizantes promueven el crecimiento y desarrollo muscular, y se administran en ciertos casos cuando se ha desarrollado un deterioro muscular grave como complicación de un síndrome de enfermedad primario. Los esteroides anabolizantes son derivados sintéticos de la testosterona con mayor actividad anabolizante y escasa actividad androgénica. La testosterona o sus derivados se difunden a través de las membranas celulares de los órganos diana y se combinan, en el citoplasma, con proteínas receptoras específicas. El complejo hormona-receptor migra al núcleo celular y se une a la cromatina nuclear, estimulando la producción de ARN mensajero específico. El ARN mensajero regula entonces la síntesis de la enzima responsable de la actividad fisiológica del esteroide anabolizante.
Los esteroides anabolizantes estimulan y mantienen un equilibrio de nitrógeno positivo, reduciendo la eliminación renal de nitrógeno, sodio, potasio, cloruro y calcio. Se incrementa la producción de miosina, sarcoplasma y proteínas miofibrilares. Los esteroides anabolizantes estimulan el apetito, la ganancia de peso y mejoran la capacidad mental, por lo que se emplean para mejorar el debilitamiento asociado a la cirugía, a los traumatismos, a la enfermedad, al catabolismo inducido por glucocorticoides y a la edad. En todos los casos, la mejora en el bienestar depende del consumo adecuado de proteínas y calorías y del tratamiento de la enfermedad subyacente.
Los esteroides anabolizantes presentan en la mayoría de ocasiones numerosos efectos indeseables. Inducen efectos androgénicos, como el aumento de la libido en los machos y un comportamiento sexual anómalo en las hembras, además de alteraciones en la reproducción, como azoospermia, anestro, atrofia testicular e hipertrofia del clítoris. Favorecen la formación de edemas debido a la retención de sodio y agua. Puede desarrollarse ictericia como resultado de la colestasis intrahepática. Los esteroides anabolizantes pueden inducir la fusión de la placa epifisaria, retrasando por tanto el crecimiento. Los esteroides anabolizantes se usan en el tratamiento de animales debilitados; sin embargo, frecuentemente se hace un mal uso de ellos para obtener ventajas competitivas en animales de rendimiento. Ya no se comercializan formulaciones veterinarias aprobadas en América del Norte. Actualmente, cualquier producto anabólico para uso veterinario (aparte de los implantes en orejas para bovino) solo puede obtenerse en farmacias que elaboren fórmulas magistrales. La administración de esteroides anabolizantes en caballos de competición está prohibido por la mayoría de las organizaciones deportivas equinas, y el tiempo de detección de fármacos puede ser >2 meses.