El control de los parásitos internos es una piedra angular del manejo equino y un esfuerzo continuo. Aunque los antihelmínticos son el principal método de control de los parásitos, también son importantes otros factores, como el manejo de los pastos y el entorno de la cuadra. Los programas de control deben adaptarse a la situación de cada yeguada y requieren un programa de cooperación entre el propietario del caballo y el veterinario. Los principales parásitos internos de los caballos son los nematodos y las tenias.
Desafortunadamente, ha surgido resistencia a los antihelmínticos en muchos parásitos GI de los caballos. Los áscaris y los ciatostomos han desarrollado resistencia a las dosis estándar de lactonas macrocíclicas, benzimidazoles y tetrahidropirimidinas. Las tenias a veces presentan resistencia a varios fármacos y los oxiuros son resistentes a las lactonas macrocíclicas a nivel global. Entre las poblaciones de caballos manejadas intensivamente, el tratamiento con lactonas macrocíclicas (p. ej., ivermectina, moxidectina) no suprime el recuento de huevos de estróngilos durante el tiempo que se esperaba.
Un programa para prevenir la resistencia antihelmíntica implica múltiples parásitos y múltiples clases de fármacos, y debe tener en cuenta a los caballos de todas las edades. No hay ningún programa de control parasitario que sea ideal para todos los caballos. La edad del caballo, la densidad de población, la región del país, el clima, el método de confinamiento (p. ej., establos o pastos) y el tamaño y la calidad de los pastos pueden afectar a la elección de los programas de control parasitario. A medida que el caballo envejece, desarrolla resistencia a la reinfestación por ciertos parásitos, como Strongyloides westeri y Parascaris equorum. La resistencia a la mayoría de estróngilos es incompleta.
Los parásitos que generan mayor preocupación en los caballos son los estróngilos grandes, los estróngilos pequeños, los áscaris, los oxiuros y las tenias. Los parásitos gastrointestinales pueden causar problemas médicos agudos así como debilitamiento crónico. Pueden ser responsables de diarrea, impactaciones intestinales o irritación (cólicos) y bajo rendimiento. El resultado puede ser un crecimiento lento en caballos jóvenes, bajo rendimiento, ataques agudos de cólico y muerte en casos graves.
Los ascáridos (P. equorum) son la causa principal de inflamación pulmonar y rotura intestinal en potros y potros destetados. El control de los grandes estróngilos con antihelmínticos mejorados ha permitido que los estróngilos pequeños (ciatostomas) se conviertan en un problema mayor. Se han descrito intususcepciones cecocecales o cecocólicas causadas por cestodos.
Los dos métodos actualmente disponibles para diagnosticar parásitos son la flotación fecal, que permite determinar la concentración de huevos de lombrices, y el cultivo de heces para detectar larvas infestantes. El método de flotación para determinar la concentración de huevos de parásitos permite identificar el tipo y la cantidad de parásitos presentes. El método de cultivo es más adecuado para uso en laboratorio y con fines de investigación. Se ha descrito la PCR para la detección de Strongylus vulgaris, pero todavía no está disponible para uso clínico.
La eficacia de cualquier programa de control de parásitos puede evaluarse mediante examen fecal. El examen fecal debe realizarse antes de la administración de un antiparasitario en concreto y de nuevo 14 días después. La cantidad de disminuciones en la población de huevos determinará la eficacia del desparasitante. Los recuentos de huevos de parásitos que permanecen altos después del uso de un antiparasitario en particular indican la presencia de resistencia y la necesidad de cambiar el programa de control.
Las tres principales clases de antihelmínticos más usados son avermectinas, benzimidazoles y piranteles.
Las avermectinas tienen una amplia gama de actividad, son seguras y eficaces a dosis bajas y controlan los nematodos adultos y las larvas migratorias. Esta clase de fármacos no es eficaz contra las tenias; sin embargo, la combinación de ivermectina con praziquantel resulta eficaz contra las tenias, así como contra los estróngilos grandes y pequeños, los áscaris y las larvas de mosca (reznos).
Los benzimidazoles (oxibendazol, fenbendazol y oxfendazol) son eficaces contra la mayoría de los nematodos, pero no contra pequeños estróngilos enquistados o tenias.
Los piranteles son eficaces contra los áscaris y los oxiuros. El pirantel está disponible en forma de pasta (dosis única) y como sal tartárica que puede usarse como antiparasitario diario mezclado con la comida.
Una cuarta clase de antihelmínticos, las isoquinolinas, contiene praziquantel, un fármaco de espectro reducido aprobado como cestocida para los caballos. El praziquantel está disponible en combinación con ivermectina o moxidectina.
Para retrasar el desarrollo de parásitos resistentes a los fármacos, el enfoque de la mayoría de los programas de control de parásitos es reducir la presión de selección para la resistencia mediante la personalización de los protocolos de desparasitación para la granja y los caballos individuales. Esta estrategia incluye la identificación de los caballos más sensibles a los parásitos (es decir, los que diseminan una mayor cantidad de huevos) y la maximización de los refugios (los parásitos no expuestos a la presión de la selección de fármacos) mediante la reducción del número total de tratamientos antihelmínticos administrados y el control de la eficacia de las diferentes clases de antiparasitarios utilizando la prueba de reducción del número de huevos fecales.
Un protocolo de desparasitación eficaz para caballos debe incorporar un cestocida (p. ej., un producto que contenga praziquantel o una dosis doble de pamoato de pirantel) y un boticida (p. ej., ivermectina o moxidectina) una o dos veces al año para controlar las tenias y las larvas de mosca, respectivamente.
Los programas de desparasitación eficaces también deben incluir uno o más de los siguientes métodos no químicos de control de parásitos.
Evitar la sobrepoblación y el sobrepastoreo.
Mantener los pastos ásperos cortados a una altura de 8-20 cm.
Durante el tiempo cálido y seco, raspar o rastrillar los pastos para dispersar los montones de estiércol y exponer las larvas al sol.
Pastoreo cruzado con otras especies. El ganado vacuno, ovino y caprino sirve como aspiradoras biológicas para los parásitos equinos.
Hacer al menos un corte de heno en algunos pastos para ayudar a reducir la carga parasitaria.
Plantar un cultivo anual como el trigo de invierno.
Alimentar con heno y grano en contenedores elevados y no directamente en el suelo.
Retirar el estiércol de los establos, potreros y pastos cada 24-72 h antes de que los huevos de estróngilos tengan la oportunidad de eclosionar y convertirse en larvas infecciosas (5-7 días en condiciones óptimas).
Poner en cuarentena a los recién llegados y realizar exámenes fecales.
Utilizar recuentos fecales de huevos, realizados en los momentos adecuados, para identificar y controlar la excreción de huevos de estróngilos altos, medios y bajos, para controlar la eficacia de los antihelmínticos que se están usando y para evaluar las nuevas llegadas.
Abono de estiércol. El estiércol adecuadamente compostado matará las larvas de estróngilos y muchos huevos de áscaris.