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Desprendimiento de retina en pequeños animales

PorSara M. Thomasy, DVM, PhD, DACVO, Department of Surgical and Radiological Sciences, School of Veterinary Medicine, and Department of Ophthalmology and Vision Science, School of Medicine, University of California, Davis
Revisado/Modificado Modificado jul 2024
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El desprendimiento de retina se diagnostica cada vez con más frecuencia y es una causa importante de pérdida de visión (ya sea unilateral o bilateral) en animales. Es una complicación posoperatoria seria de la cirugía del cristalino. Una vez que se detecta el desprendimiento de retina, la atención médica o quirúrgica inmediata puede reducir los efectos de la degeneración retiniana y facilitar la restauración de la visión (ver imagen de desprendimientos de retina multifocales).

Entre los factores predisponentes se incluye la raza (p. ej., el Shih Tzu para la sinéresis vítrea o el collie para la anomalía ocular del collie), la extracción previa de cataratas o cristalino, los traumatismos (perros y gatos), la hipertensión sistémica (en gatos y perros) y las micosis sistémicas (en perros y gatos).

La historia clínica, el examen oftálmico y sistémico completo, un hemograma completo, el perfil bioquímico y otras pruebas diagnósticas son importantes a la hora de determinar la causa subyacente. Las pruebas diagnósticas importantes para el desprendimiento de retina incluyen lo siguiente:

  • oftalmoscopia

  • Ecografía B-scan.

  • electrorretinografía

  • Medición de la presión arterial.

Pueden solucionarse los desprendimientos de retina exudativos no regmatógenos eliminando la inflamación o los exudados hemorrágicos intra- y subretinales. Se suelen producir algunas degeneraciones retinianas, pero se puede recobrar la visión. Los pequeños agujeros o roturas, particularmente en la retina ventral, pueden tratarse con éxito con una retinopexia de barrera de la retina normal circundante mediante fotocoagulación con diodo láser. Otra posibilidad es intentar reparar los desprendimientos regmatógenos de la retina, caracterizados por cavidades (agujeros y desgarros), empleando técnicas vitreorretinales que son rutinarias en los humanos, y que incluyen gases intraoculares, aceite de silicona, técnicas de doblamiento escleral y láser o criorretinopexia.

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