Patogenia de la enfermedad glomerular
En la enfermedad renal crónica, la hiperperfusión glomerular y la hipertensión son controladas por la angiotensina II, que inicialmente aumenta la capacidad de filtración de la nefrona y compensa la disminución de la tasa de filtración glomerular. Sin embargo, la angiotensina II es perjudicial a largo plazo y provoca una mayor pérdida de la nefrona. También aumenta las concentraciones del factor de crecimiento transformante beta (TGF-β), una potente citocina fibrogénica, que estimula la producción excesiva y el depósito de matriz extracelular.
Cortesía del Dr. Patricia Dowling.