La infestación por larvas de moscas de roedores o conejos se observa con mayor frecuencia a finales de verano o principios de otoño y puede afectar a perros, gatos y hurones. Son típicas la tumefacción y las fístulas que pueden exudar un material purulento. El diagnóstico definitivo se establece localizando e identificando la larva. El tratamientuo consiste en la extracción manual de la mosca bot. La lesión se limpia y se deja curar por granulación.
Las larvas de Cuterebra son parásitos oportunistas de perros, gatos y hurones. La infestación está causada por las moscas de los roedores o conejos, Cuterebra spp (orden Diptera, familia Cuterebridae). En lo que respecta a su ciclo biológico, las moscas suelen ser específicas de un hospedador y de un hábitat. Sin embargo, la Cuterebra del conejo es menos específica y suele infestar a perros y gatos. En raras ocasiones, los gatos y los perros pueden infestarse por Hypoderma spp o Dermatobia hominis. Los hurones albergados en el exterior pueden infestarse por Hypoderma o Cuterebra spp.
Etiología de la infestación por Cuterebra en animales pequeños
Cortesía del Dr. Karen A. Moriello.
Las moscas adultas de Cuterebra son largas y tienen aspecto de abeja, pero no pican ni se alimentan del hospedador. Las hembras depositan huevos alrededor de las aberturas de los nidos de animales, las madrigueras y los caminos de paso de los hospedadores habituales o en las piedras o la vegetación de estas áreas. Una mosca hembra puede depositar de 5-15 huevos por lugar y hasta >2000 huevos en toda su vida. Los animales se infestan al pasar por áreas contaminadas; los huevos eclosionan en respuesta al calor del hospedador cercano. En el hospedador diana, la larva penetra en el cuerpo por la boca o las narinas durante el acicalado o, con menor frecuencia, a través de heridas abiertas. Tras la penetración, la larva migra a diferentes localizaciones subcutáneas del cuerpo específicas de cada especie, donde se desarrollan y se comunican con el aire a través de un poro de respiración. Después de ~30 días, la larva sale de la piel, cae al suelo y forma una crisálida. La duración del periodo de crisálida varía según los factores ambientales y la diapausa invernal.
Hallazgos clínicos y diagnóstico de la infección por Cuterebra en pequeños animales
Una hinchazón bien delimitada, suave y fistulizada a finales del verano o principios del otoño es la señal clave.
El diagnóstico definitivo se realiza mediante la identificación de la larva parasitaria.
Las lesiones producidas por Cuterebrason más frecuentes en verano y otoño, cuando las larvas crecen y producen una inflamación y fístulas de ~1 cm de diámetro. Los perros, los gatos y los hurones son hospedadores anormales de este parásito; las migraciones aberrantes pueden afectar a la cabeza, el cerebro, las fosas nasales, la faringe y los párpados. En la piel, las lesiones típicas se ven alrededor de la cabeza, el cuello y el tronco. El pelo con frecuencia suele estar enmarañado y existe una hinchazón subcutánea debajo de las lesiones. Con frecuencia, los gatos se acicalan la zona afectada de forma compulsiva. El dolor focal es variable y normalmente está relacionado con la existencia de infecciones secundarias. La lesión puede exudar material purulento; el diagnóstico diferencial más común es un absceso o un cuerpo extraño.
Cortesía del Dr. Karen A. Moriello.
Cortesía del Dr. Karen A. Moriello.
Los gatos que deambulan libremente son más propensos que los gatos de interior a desarrollar lesiones. Los signos clínicos a menudo se asocian con el SNC y suelen aparecer entre julio y septiembre. Los gatos pueden presentar depresión, letargo o convulsiones, infecciones de las vías respiratorias superiores o temperaturas corporales anómalas (hipertermia o hipotermia). Un hallazgo clave en gatos con signos neurológicos causados por la infestación deCuterebra es un episodio agudo de estornudos violentos semanas o meses antes de la presentación clínica. Los hallazgos neurológicos frecuentes incluyen ceguera, alteraciones del estado mental y signos de enfermedad prosencefálica unilateral. Los signos vestibulares idiopáticos en los gatos pueden deberse a una migración aberrante del parásito.
Los Yorkshire Terriers pueden tener un mayor riesgo y una marcada respuesta inflamatoria sistémica, CID o ambas.
El diagnóstico definitivo se establece localizando e identificando la larva. En los gatos, la TC puede ayudar a identificar las larvas. Las larvas de segundo estadio miden 5-10 mm de largo y son de un color gris a crema. Las larvas de tercer estadio son oscuras, gruesas y fuertemente espinadas, y esta la etapa es la que más frecuentemente observan los veterinarios.
Tratamiento de la infestación por Cuterebra en pequeños animales
Extracción manual de la larva, seguida de limpieza de la herida y cuidados de apoyo.
Educar al propietario sobre la enfermedad y los factores de riesgo para evitar que se repita.
Cortesía del Dr. Karen A. Moriello.
Las lesiones sospechosas deben explorarse agrandando y sondeando el poro o la fístula con unas pinzas mosquito. No es inusual que el parásito se retire al poro abierto, lo que dificulta su agarre. Cubrir el poro respiratorio con vaselina blanca durante 10-15 minutos antes de agarrar el parásito puede facilitar su eliminación. La lesión no debe comprimirse, ya que esto puede romper la larva y provocar una reacción crónica de cuerpo extraño y una infección secundaria. Ocasionalmente se han documentado casos de anafilaxia tras la rotura de las larvas. Si es posible, la larva debe eliminarse íntegra. Los abscesos recidivantes en zonas infestadas previamente por Cuterebra sugieren una infección residual o la existencia de remanentes de larvas.
La zona debe lavarse completamente con una solución salina estéril, desbridarse (si es necesario) y dejar que cure mediante granulación. La curación puede ser lenta. La ivermectina se ha descrito como un tratamiento para gatos con lindarebriasis del SNC. La difenhidramina (4 mg/kg, IM) se administra 1-2 h antes de la ivermectina (400 mcg/kg, SC) y la dexametasona (0,1 mg/kg, IV). La ivermectina no está aprobada para su uso en gatos.
La educación del propietario sobre el ciclo biológico del parásito y los factores de riesgo para las mascotas puede ayudar a evitar episodios recidivantes.
Puntos clave
La infestación oportunista de Cuterebra en animales que viven al aire libre se observa con mayor frecuencia a finales de verano y principios de otoño.
La tumefacción fluctuante con fístulas de los tejidos blandos son típicas y deben explorarse en busca de larvas parasitarias.
El poro de apertura/respiración se agranda y el parásito se elimina con un fórceps.
La herida se limpia y se enjuaga para eliminar los restos, y se deja curar por granulación.