Cortesía del Dr. Ronald Green.
La displasia de codo es una incongruencia generalizada de la articulación del codo en perros grandes, jóvenes y de crecimiento rápido, que está relacionada con un crecimiento óseo anómalo, estrés articular o desarrollo del cartílago. Una o más de las siguientes lesiones pueden estar presentes en la articulación: no unión de la apófisis ancónea del cúbito, fragmentación de la apófisis coronoides medial del cúbito y osteocondrosis del aspecto medial del cóndilo humeral. La Orthopedic Foundation for Animals (OFA) en EE. UU. y los clubes caninos escandinavos y europeos realizan una gradación radiográfica de los codos displásicos.
Proceso ancóneo no unido en displasia de codo en perros
Se produce cuando el centro de osificación del proceso ancóneo permanece separado de la metáfisis proximal del cúbito. La fusión debe estar completa a los 5-6 meses de edad. La fractura se ha postulado como resultado de un desequilibrio biomecánico de fuerzas y movimientos en el codo de animales de crecimiento rápido. Inicialmente, la apófisis ancónea está conectada al cúbito mediante un puente de tejido fibroso, cuyos fragmentos forman una pseudoartrosis y el codo se torna inestable. La laxitud de la articulación continúa dañando el cartílago articular y se desarrolla una osteoartritis secundaria. Se ha sugerido una base hereditaria, pero no ha sido probada.
Cortesía del Dr. Joseph Harari.
La cojera se desarrolla de forma insidiosa entre los 4 y 8 meses de edad; sin embargo, algunos casos bilaterales pueden no ser diagnosticados hasta que los perros tienen >1 año de edad. Los codos afectados pueden desviarse lateralmente, lo que restringe la amplitud de movimiento de la articulación. Los casos avanzados presentan osteoartritis, derrame articular y crepitación. Los signos clínicos sugieren la presencia del trastorno y el diagnóstico se confirma radiológicamente. La radiografía lateral de la articulación en posición de flexión permite visualizar la separación de la apófisis. Deben examinarse ambos codos, ya que la enfermedad puede ser bilateral.
Fragmentación del proceso coronoides medial en displasia de codo en perros
En esta afección del compartimento medial del codo canino, el proceso coronoides no se une, parcial o totalmente, con la diáfisis cubital y, por consiguiente, no se convierte en una parte de la superficie articular de la escotadura troclear. Se produce laxitud de articulación, irritación y, finalmente, osteoartritis. Esta afección y la osteocondrosis de cóndilo humeral medial se consideran las causas más comunes de artrosis del codo canino. Los fragmentos óseos pueden verse por radiografía, artroscopia o TC.
Osteocondrosis del cóndilo humeral medial en displasia de codo en perros
Es el resultado de una fusión endocondral defectuosa entre la epífisis del epicóndilo medial con el extremo distal del húmero. La causa exacta se desconoce, pero como los flexores carpianos y digitales se originan en el aspecto ventral de esta estructura, puede representar una avulsión epifisaria. Causa dolor al flexionar codo o realizar una palpación digital profunda y se acompaña de tumefacción de tejidos blandos. Radiológicamente se han observado estructuras radiodensas, caudal y distalmente al área del epicóndilo medial.
Tratamiento de la displasia del codo en perros
Se recomienda tratamiento quirúrgico precoz antes del desarrollo de la enfermedad articular degenerativa. Para la fragmentación del proceso coronoides medial, se realiza una artrotomía o artroscopia medial, y se retira la apófisis fragmentada. Para la no unión del proceso ancóneo se practica una artrotomía lateral y se retira la apófisis separada, o se realiza una osteotomía cubital a media caña para aliviar el crecimiento asincrónico y conseguir la unión de la apófisis. La unión del proceso por fijación mediante tornillos, también es una posibilidad. Para la osteocondrosis se realiza un curetaje de la lesión ósea subcondral, para estimular la formación de fibrocartílago. Recientemente se ha descrito el trasplante de implantes de cartílago, en lugar del raspado. El pronóstico tras la cirugía es bueno si no se ha desarrollado una enfermedad articular degenerativa en la articulación. Se pueden administrar aspirina o AINE (p. ej., carprofeno, deracoxib, firocoxib, meloxicam, tepoxalina) para reducir dolor y la inflamación. Los modificadores del líquido articular (glucosaminoglucanos, ácido hialurónico) y la acupuntura pueden ser útiles, aunque la mayoría de los informes son anecdóticos. También se ha descrito la inyección articular con células mesenquimales o plasma rico en plaquetas; los informes no son concluyentes.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre displasia del codo en perros y trastornos articulares en gatos.