Cortesía del Dr. Robert Dunstan.
La dermatitis por Pelodera es una dermatosis aguda, rara, no estacional, que resulta de la invasión de la piel por larvas del nematodo saprófito de vida libre Pelodera strongyloides. Las larvas son ubicuas en materia orgánica en descomposición y sobre la superficie del suelo húmedo o cerca de esta. Son parasitarias solo en ocasiones. La exposición a las larvas se produce por contacto directo con el material infestado (p. ej., en lechos húmedos y sucios). Es posible que las larvas no puedan invadir la piel sana; las dermatosis preexistentes o las condiciones ambientales que favorecen la maceración de la piel (p. ej., la exposición constante al barro o al lecho húmedo) pueden facilitar la invasión. La dermatitis por Pelodera se ha descrito en perros, vacas, caballos, ovejas, cobayas y personas.
Las lesiones suelen limitarse a zonas del cuerpo que entran en contacto con material infestado, como las extremidades, las regiones ventrales del abdomen y del tórax, y el perineo. La piel afectada está eritematosa y parcial o completamente alopécica, y presenta pápulas, pústulas, costras, erosiones o ulceraciones. El prurito suele ser intenso, pero puede ser moderado o no existir. El diagnóstico diferencial debe incluir la demodicosis, la sarna canina, la dermatofitosis, la piodermia y otras infestaciones larvales cutáneas raras, como la dermatitis anquilostomiásica, la dirofilariosis, la dipetalonemiasis y la estrongiloidiasis.
El diagnóstico se confirma fácilmente mediante la demostración de larvas vivas y móviles de P. strongyloides en raspados de piel de áreas afectadas. Las larvas son cilíndricas y miden aproximadamente 600 × 38 μm. El examen histológico de las biopsias cutáneas revela larvas en los folículos pilosos y la dermis superficial y, por lo general, un infiltrado dérmico inflamatorio. Las larvas se cultivan fácilmente en placas de agar sangre a 77 °F (25 °C).
El tratamiento eficaz consiste principalmente en eliminar y destruir el material infestado y húmedo de los lechos, y en trasladar al animal a un entorno limpio y seco. Se suele producir una recuperación espontánea. Puede ser deseable sumergir o rociar a los animales afectados con una preparación de insecticida, por lo menos dos veces, a intervalos semanales. Si el prurito es intenso, puede estar indicado el uso, a corto plazo, de corticoesteroides.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre la infestación por Pelodera en perros.