Cortesía del Dr. Robert M. Lofstedt.
La habronemiasis cutánea es una enfermedad de la piel de los équidos causada por las larvas de gusanos espirúridos del estómago de los géneros Draschia y Habronema ( ver Parásitos gastrointestinales de los caballos). Las larvas, procedentes de las moscas que se alimentan en heridas preexistentes o en la humedad presente alrededor de los genitales y los ojos, emigran a los tejidos y los irritan, lo cual causa una reacción granulomatosa. La lesión se cronifica y la curación se retrasa. El diagnóstico se basa en localizar granulomas cutáneos grasos, de color marrón rojizo, que no cicatrizan y que contienen un material calcificado y amarillo del tamaño de granos de arroz. Las larvas, reconocidas por protuberancias espinosas en la cola, a veces pueden demostrarse en los raspados de las lesiones.
Se han probado muchos tratamientos diferentes, la mayoría con malos resultados. El tratamiento sintomático, en el que se incluye el uso de repelentes de insectos, puede ser beneficioso, y la aplicación tópica de agentes organofosforados sobre la superficie con abrasiones puede matar las larvas. Puede ser necesario extirpar o cauterizar quirúrgicamente el tejido de granulación excesivo. El tratamiento con ivermectina (200 μg/kg) se ha mostrado eficaz y, aunque puede haber exacerbación temporal de las lesiones (probablemente debido a reacción a las larvas que se están destruyendo), puede esperarse la curación espontánea. La moxidectina a 400 μg/kg también parece ser efectiva contra Habronema spp. en el estómago. El control de los hospedadores de moscas y la recolección y apilamiento regular de estiércol, junto con la terapia antihelmíntica, pueden reducir la incidencia.