Bienestar animal

No existe una medida única que pueda cuantificar el estado de bienestar de un animal. Las medidas se dividen en medidas basadas en animales y medidas basadas en instalaciones, con medidas basadas en animales que indican cómo un animal está respondiendo a su entorno y medidas basadas en instalaciones que evalúan el entorno mismo. Un ejemplo de una medida basada en animales sería la evaluación de arañazos u otras lesiones cutáneas, mientras que una medida basada en instalaciones sería la medición del tamaño del corral. Las mediciones se realizan en múltiples áreas, incluidas las medidas fisiológicas y del comportamiento, y la evaluación del estado emocional del animal.

Las medidas fisiológicas incluyen aquellas que reflejan la salud general del animal, como las tasas de mortalidad y la esperanza de vida, así como las mediciones de la productividad (p. ej., la producción de leche, la tasa de reproducción) y la incidencia de enfermedades. A menudo, el eje hipotalámico-hipofisario se usa para determinar la respuesta al estrés de un animal y se mide el glucocorticoide relevante para la especie en cuestión. Las medidas fisiológicas son una parte clave del bienestar, aunque a menudo carecen de validez. Por ejemplo, los glucocorticoides pueden aumentar después de un procedimiento doloroso o después de una interacción social positiva, por lo que se deben agregar medidas como las respuestas conductuales y emocionales para obtener una evaluación completa del bienestar de un animal.

Las medidas del comportamiento del bienestar incluyen las que indican cómo funciona un animal o con qué frecuencia un animal demuestra un comportamiento particular. Los indicadores de comportamiento de buen bienestar incluyen el comportamiento exploratorio normal, el estado de alerta, la interacción con los demás y los comportamientos de juego. Los indicadores de escaso bienestar incluyen la aparición de comportamientos estereotipados, comportamientos de miedo anormales, agresividad excesiva, comportamientos dirigidos hacia un objeto atípico y comportamientos relacionados con el dolor o la enfermedad. La frecuencia, duración e intensidad de los comportamientos, y el número de animales en una población que demuestran estos comportamientos, dan una evaluación cuantitativa del bienestar de un individuo o población.

Las medidas de la emoción en los animales a menudo se han considerado controvertidas, pero se sigue avanzando en esta área. Una forma en que se evalúan los estados emocionales en los animales se llama sesgo cognitivo o de juicio. Los animales son entrenados con una señal positiva y una señal negativa y luego se les da una señal ambigua. Si el animal se acerca a la señal ambigua, se dice que está en un estado afectivo positivo, mientras que si trata la señal ambigua como negativa, se dice que está en un estado afectivo negativo. Este abordaje se ha utilizado para evaluar cómo los animales responden a diferentes situaciones, por ejemplo, un procedimiento doloroso con y sin alivio del dolor, y se ha utilizado en muchas especies (es decir, desde las abejas melíferas hasta los cerdos).

Un área que recibe más atención es la evaluación de estados positivos en animales, no solo la prevención de estados negativos. El bienestar positivo es cuando el animal puede participar en conductas gratificantes dirigidas a un objetivo, como la conducta de afiliación entre la madre y la descendencia. Otros comportamientos, como el juego, se utilizan como indicadores de bienestar positivo.

A veces, la mejora en una medida del bienestar se correlaciona con una disminución en otro aspecto del bienestar.

La agricultura animal intensiva no se correlaciona necesariamente con un menor bienestar del animal. El término "explotación industrial" se usa a menudo para describir una gran granja industrializada en la que un gran número de animales se crían en confinamiento, a menudo para maximizar la eficiencia de la producción mientras se minimizan los costos y se protege a los animales de enfermedades y condiciones ambientales extremas. Los animales criados en estos sistemas pueden tener un mejor bienestar que los criados en pequeñas explotaciones y el tamaño de la granja no es necesariamente un indicador del bienestar animal.

Los aditivos alimentarios, los implantes y otras sustancias se usan a veces para promover la eficiencia, como mejorar la relación alimento-ganancia o para aumentar la producción de leche. El uso de algunos antimicrobianos en los alimentos para promover el crecimiento ha sido prohibido en EE. UU. en los animales que entran en la cadena alimentaria, aunque la regulación contra el uso de antimicrobianos en sistemas de producción intensiva podría disminuir el bienestar animal al no prevenir los brotes de enfermedades. Su uso excesivo, sin embargo, podría estimular el desarrollo de microorganismos resistentes y dar lugar a una reducción del bienestar. En general, es importante considerar múltiples aspectos del bienestar de un animal, junto con la productividad del animal, para comprender el impacto de tales prácticas.

Los animales de granja se someten a una variedad de procedimientos que pueden clasificarse como dolorosos, como la castración, el corte de la cola y el descornado. La castración se realiza en muchas especies para disminuir la agresividad hacia otros animales y personas, y para mejorar la calidad de la carne. Mejorar el bienestar podría implicar encontrar alternativas a la castración o proporcionar alivio del dolor durante y después del procedimiento. Las alternativas como la vacuna frente a la GnRH en cerdas o el mantenimiento de corderos en lotes del mismo sexo eliminan la necesidad del procedimiento. Cuando no existen alternativas, la mitigación del dolor puede ser una opción para mejorar el bienestar.

El descornado, la eliminación del cuerno y el desmochado, la eliminación del epitelio córneo, se suelen realizar en el ganado vacuno y pequeños rumiantes para prevenir lesiones a los cuidadores y a otros animales. La American Association of Bovine Practitioners publicó las pautas para el descornado en 2019, recomendando que se haga lo antes posible, usando la técnica menos estresante de sujeción y usando todos los métodos para controlar el dolor, independientemente de la edad del animal. Para mejorar el bienestar existen protocolos de mitigación del dolor bien definidos y eficaces para su uso en el descornado y el desmoche, y la necesidad del procedimiento puede eliminarse mediante el uso de genética sin cuernos.

Las técnicas de reproducción asistida incluyen la clonación y la transferencia de embriones. Las preocupaciones éticas rodean estas técnicas, principalmente en torno a la clonación. La clonación puede promover el monocultivo, dejando un número creciente de animales susceptibles a los patógenos.

Un aspecto de la producción animal intensiva, la compartimentación de la cría de animales en instalaciones específicas por edad, puede dar lugar a más episodios de transporte durante la vida de un animal. Los vehículos de transporte y la cama apropiados y las técnicas de manejo y conducción humanitarias son algunas cosas que pueden mitigar el estrés durante el transporte. Las instalaciones de sacrificio de animales son inspeccionadas para comprobar el bienestar animal y, aunque estas instalaciones son muy controladas, el bienestar animal está integrado en los protocolos en las plantas de sacrificio inspeccionadas, desde la manipulación hasta la descarga hasta el proceso de aturdimiento y sacrificio. La AVMA ha publicado pautas sobre este tema.

La gonadectomía se realiza para evitar la superpoblación de mascotas, para prevenir afecciones médicas como la piometra y algunas neoplasias, y para evitar y tratar algunos problemas de conducta. Los estudios recientes demuestran que la gonadectomía en perros se correlaciona con un mayor riesgo de algunas neoplasias y enfermedades ortopédicas en algunas razas, potencialmente con un riesgo mayor si se realiza antes que después en la vida.

En la época actual, los perros han sido entrenados usando castigos positivos y refuerzos negativos. Durante los últimos años, ha habido un creciente cuerpo de investigación sobre los efectos negativos del uso de métodos de entrenamiento coercitivos, incluyendo el aumento de la agresividad y la ansiedad. Un estudio de casi 4000 propietarios de perros encontró que el uso del castigo positivo y el refuerzo negativo estaba relacionado con un mayor riesgo de agresividad hacia las personas en comparación con el uso del refuerzo positivo y el castigo negativo. Los propietarios de perros que visitaban a un especialista en comportamiento veterinario eran más propensos a seleccionar la eutanasia de su perro si habían usado métodos de entrenamiento basados en el castigo o si habían consultado previamente con un especialista en comportamiento no veterinario o un entrenador. En comparación con el uso del entrenamiento aversivo, el uso de métodos de refuerzo positivo se ha correlacionado con tener un perro mejor entrenado y con menos conductas relacionadas con el estrés.

Todos los procedimientos quirúrgicos tienen el potencial de causar dolor a través de la manipulación tisular. La cuestión ética es si los veterinarios deben realizar cirugías no esenciales, como la amputación de la cola, el corte de orejas, la desvocalización y la desungulación. Existe evidencia de que algunos de estos procedimientos, como la desungulación, causan debilitamiento de por vida, especialmente si no se realizan correctamente.

Los caballos no son deseados cuando los propietarios no pueden proporcionar los cuidados adecuados, si los caballos no cumplen las expectativas para las carreras o los espectáculos, o si tienen un comportamiento problemático como la agresividad. Si no hay un nuevo propietario u organización de rescate para cuidar adecuadamente al caballo, las opciones incluyen la eutanasia (que es cara cuando se considera el desecho del cadáver después de la muerte) o el sacrificio. Actualmente no hay mataderos de caballos inspeccionados a nivel federal en EE. UU. Los caballos deben ser enviados a otro país para su sacrificio, lo que requiere viajes en remolque significativamente largos.

Soring se refiere a todo aquello que causa un dolor que da lugar a una marcha exagerada. Esto incluye irritantes químicos, quemaduras o laceraciones en la cara distal de una extremidad o algo que cause dolor en el casco. El soring se asocia con mayor frecuencia a los caballos Tennessee Walking. A menudo, los resultados se amplifican por la colocación de cadenas u otros "dispositivos de acción" y herraduras inadecuadas. Al causar dolor, el caballo levanta los pies más alto, lo que da lugar a una marcha de mayor valor, también llamada marcha de gran lamido. La exhibición de caballos adoloridos está prohibida por la Horse Protection Act, que es aplicada por el USDA.

Las modificaciones de la cola incluyen el corte (amputación de la parte distal de la cola), las muescas (corte de los tendones de la cola para causar un porte de cola elevado) y el bloqueo (amortiguación de los nervios de la cola con inyección de alcohol para causar un porte de la cola flácido). Históricamente, el corte se realizaba por seguridad mientras se montaban caballos, pero ahora solo se realiza por motivos de apariencia. El corte y el bloqueo se hacen sólo por apariencia.

Las mascotas exóticas y no tradicionales pueden dividirse a grandes rasgos en domesticadas y no domesticadas. Las expectativas del propietario pueden ser diferentes para una mascota no tradicional, y los propietarios pueden estar menos informados sobre las necesidades de una mascota de nicho. La mayoría de los problemas de bienestar, especialmente de las mascotas exóticas, están relacionados con la cría de animales. Estos incluyen, pero no se limitan a: dieta, alojamiento (espacio, sustrato, ubicación), cuidado veterinario e interacciones sociales (tanto con personas como con congéneres).

Los pequeños mamíferos, como los conejos, las ratas, los ratones y las cobayas, son animales sociales, pero varían en su capacidad para vivir pacíficamente con sus congéneres en un ambiente de jaula pequeña. Las psitácidas a menudo se mantienen individualmente en una jaula demasiado pequeña con poca interacción humana o enriquecimiento ambiental, aunque viven en bandadas y pueden volar kilómetros por día en su entorno natural.

La discusión más básica sobre los animales en zoológicos y acuarios es si los animales silvestres deben mantenerse en cautividad. Un argumento a favor del cautiverio es utilizar estos animales para educar al público sobre la conservación, proporcionando una forma atractiva de aprender sobre el tema. Los zoológicos y acuarios deben equilibrar cuánto aprenden los visitantes con el bienestar de los animales silvestres en cautividad. Las agencias acreditadoras, como la Association of Zoos and Aquariums (AZA), pueden mantener las instalaciones de los miembros a un nivel más alto de bienestar. La AZA ha trabajado para crear manuales de cuidados de los animales específicos de especie que describen las mejores prácticas para mantener varias especies de animales silvestres en cautividad.

Los programas de cría en cautividad y el Species Survival Plan se utilizan para ayudar a asegurar la perpetuación de las especies, especialmente las especies en peligro de extinción. Una cuestión ética es si se debe, o se puede, liberar a estos animales en su hábitat histórico y si este hábitat está protegido o incluso existe. Algunas especies han sido reintroducidas con éxito en ambientes protegidos, como el cóndor de California y los lobos grises en sus hábitats históricos. Es posible que otras especies nunca puedan reintroducirse de forma segura en su hábitat original.

El enriquecimiento ambiental se produce cuando el entorno se modifica de manera que es importante para el animal y le permite expresar más plenamente su repertorio de comportamiento específico de la especie, proporcionando así los estímulos ambientales necesarios para un óptimo bienestar físico y emocional. Puede fomentar comportamientos naturales haciendo que los animales interactúen con elementos adicionales en su entorno limitado, y puede proporcionarles el poder y la percepción de elección. No es un sustituto de un mal manejo o diseño del recinto, y no puede compensar un cuidado deficiente. Hay mucha investigación sobre los efectos positivos del enriquecimiento en el bienestar de los animales, sin limitarse a la vida silvestre en cautividad.

Aunque hay discusiones sobre la ética del uso de animales en la investigación, la gente suele estar a favor del uso de animales no humanos si el bienestar del animal es bueno y la investigación es importante. Por lo general, se realiza un análisis de coste-beneficio para determinar si este tipo de investigación debe hacerse, aunque hay que tener en cuenta que los costes los asumen los animales no humanos, mientras que los beneficiarios son los humanos.

En The Principles of Humane Experimental Technique, los autores propusieron el concepto de las tres R para la investigación, que representan el reemplazo (sustituyendo métodos no animales cuando sea posible), la reducción (mejorando el diseño experimental para que se necesiten menos animales) y el perfeccionamiento (refinement) (mejora de la cría de animales, reducción del estrés y otros métodos para mejorar el bienestar animal). Estos principios forman la base del bienestar animal durante el uso de animales en la investigación biomédica.

Garantizar la capacidad de un animal para realizar comportamientos típicos de la especie mejora su bienestar. Muchas investigaciones se han centrado en el uso del enriquecimiento ambiental para animales de laboratorio, y han demostrado efectos positivos sobre el bienestar animal. Las sugerencias simples incluyen la provisión de escondites, "paredes" dentro de una jaula para permitir la tigmotaxis, la capacidad de comer a través de objetos de distribución de alimentos y alojamiento social. El enriquecimiento ambiental debe ser específico de la especie y basarse en las preferencias y motivaciones de la especie en cuestión. El tamaño de la jaula importa, pero una jaula más grande sin ninguna otra medida puede no proporcionar una mejora apreciable en el bienestar.

La eutanasia se define como una buena muerte. La AVMA ha publicado las pautas sobre la eutanasia ( ver también Eutanasia de animales) que detallan los métodos y agentes apropiados para las diferentes especies. Se debe considerar no solo el método y el agente, sino también la técnica de manipulación y la eliminación del cadáver después de la eutanasia. Hay otros factores, como la seguridad humana, que pueden determinar la viabilidad de implementar un método de eutanasia. Los métodos de eutanasia deben ser rápidos y minimizar el miedo y la angustia del animal. La oportunidad de la eutanasia también tendrá un impacto en el bienestar animal.

El término sacrificio se usa cuando un animal se mata para consumo humano. Los métodos de aturdimiento varían según la especie, y se suelen realizar antes de la exanguinación, excepto cuando hay excepciones para el sacrificio religioso.

La despoblación consiste en dar muerte a un gran número de animales en respuesta a una emergencia de salud pública o animal. La AVMA publicó unas directrices para estos procedimientos.

Los animales en libertad y asilvestrados o bien están domesticados y han escapado de su entorno, o bien descienden de animales con propietario y a veces se consideran "silvestres". Los gatos asilvestrados y los caballos en libertad están en el centro del debate. El bienestar de la población se equilibra con el bienestar de otros animales afectados por la presencia de los animales silvestres. Se ha estimado que los gatos asilvestrados matan anualmente hasta 4 mil millones de aves cantoras en EE. UU., además de hasta 22 mil millones de pequeños mamíferos. Los caballos silvestres compiten entre sí y con la fauna autóctona por unos recursos limitados en las tierras federales, principalmente en los estados del oeste de EE. UU. A los caballos capturados se les castra y se les devuelve a su hábitat natural, se les adopta o se les mantiene en instalaciones a largo plazo.

El bienestar de los animales de rodeo se ve afectado por el esfuerzo físico intenso, como en el encierro de terneros, carreras de barriles y cortes. Los caballos y los toros pueden someterse a manipulación física, como por medio de correas en los flancos. El enganche de terneros y el tropiezo del novillo son otros acontecimientos que pueden provocar lesiones. Las charreadas son rodeos mexicanos que tienen otros eventos que son intrínsecamente más peligrosos, como los tropiezos de caballos y "las colas" (tirar de la cola a un novillo).

La manipulación durante las interacciones con animales silvestres, como en los zoológicos que se pueden recorrer en vehículo y en los espectáculos de animales ambulantes, puede dar lugar a la transmisión potencial de enfermedades zoonóticas. Estas instalaciones, aunque reguladas por el USDA, no suelen estar supervisadas por la Association of Zoos and Aquariums. Por lo tanto, el riesgo de una manipulación y un cuidado inadecuados es alto.

El uso de animales en los circos ha sido objeto de un mayor escrutinio, lo que ha llevado a algunos circos, aunque no a todos, a eliminar a los elefantes de sus espectáculos. Siguen habiendo grandes felinos y otros animales, y sus técnicas de cría y adiestramiento son a veces cuestionables.

Las ciudades, los condados, los estados y el Gobierno federal tienen varias leyes que prohíben el abuso y el abandono de los animales. Los veterinarios en algunos estados están obligados a denunciar el abuso o abandono animal; incluso si no es obligatorio, es responsabilidad del veterinario ayudar a proteger a los animales, basándose en el juramento veterinario.

Las peleas de animales, incluidas las peleas de perros y las peleas de gallos, son ilegales en Estados Unidos, pero siguen siendo populares en algunas áreas. Los animales se mantienen en malas condiciones y a veces reciben drogas ilegales para mejorar su capacidad de lucha. Los gallos de pelea están equipados con espuelas de metal o cuchillos para herir a la otra ave. Los animales a menudo luchan hasta la muerte.