Las ratas domésticas son sociales, activas e inteligentes y buenas mascotas. Son de naturaleza nocturna y suelen pasar la mayor parte del tiempo durmiendo durante el día; por la noche, son muy activas. En general, las ratas de compañía rara vez muerden.
La mejor manera de levantar a una rata es agarrarla suavemente por los hombros, mientras se sostiene el cuerpo con la mano. Evite agarrar a una rata por la punta de la cola. Muévase lentamente para evitar asustar al animal y observe su comportamiento. Una rata que se encara con la mano que se aproxima es más propensa a morder.
Las ratas son animales sociales y necesitan compañía; es mejor mantenerlas en grupo. Sin embargo, como se reproducen con mucha facilidad, se recomienda mantener juntas solo ratas del mismo sexo. La agresividad es infrecuente en las ratas domésticas que se crían juntas como compañeros de camada. Sin embargo, al alojar nuevos grupos de animales juntos, es importante vigilarlos con atención para evitar peleas, ya que estas pueden provocar lesiones.
Las ratas son muy sensibles al calor y al frío. Tienen una capacidad limitada para regular su temperatura corporal y no sudan ni jadean. Regulan su temperatura corporal mediante la dilatación o constricción de las venas de la cola. Las ratas deben mantenerse en un rango de temperatura de 64 °F a 79 °F (18 °C a 26 °C) con un 30 a 70 % de humedad. Las temperaturas superiores a 86 °F (30 °C) pueden causar agotamiento por calor, especialmente si la jaula está abarrotada. Aunque una buena iluminación es importante, las ratas deben mantenerse alejadas de la luz solar directa.
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