El cólera aviar afecta a las aves domésticas y también a las silvestres en todo el mundo. Suele manifestarse como una septicemia de aparición súbita, con alta morbimortalidad, pero también se producen infecciones crónicas y asintomáticas.
Etiología y transmisión del cólera aviar
Pasteurella multocida es el agente causal del cólera aviar. Es un bacilo pequeño, gramnegativo, no móvil y con una cápsula que puede mostrar pleomorfismo tras repetidos subcultivos. P. multocida se considera una única especie, aunque incluye tres subespecies: multocida, septica y gallicida. La subespecie multocida es la causa más común de enfermedad, pero septica y gallicida también pueden provocar una enfermedad similar al cólera.
En cultivos recién aislados o en tejidos, las bacterias tienen un aspecto bipolar cuando se tiñen con la tinción de Wright. Aunque P. multocida puede infectar a una gran variedad de animales, las cepas aisladas de hospedadores que no son aves, no suelen producir cólera aviar.
Las cepas que causan el cólera aviar representan una serie de inmunotipos (o serotipos). P. multocida puede subagruparse por antígenos del serogrupo capsular en cinco tipos capsulares (A, B, C, D y F) y en 16 serotipos somáticos. Los pavos y las aves acuáticas son más sensibles a la enfermedad que los pollos. Las aves adultas son mas vulnerables que las jóvenes y algunas razas de pollos son más sensibles que otras.
Las aves infectadas crónicamente y los portadores asintomáticos se consideran las principales fuentes de infección. Las aves silvestres pueden introducir el microorganismo en un lote de aves de producción. Sin embargo, los mamíferos (incluidos roedores, cerdos, perros y gatos) también pueden ser portadores de la infección. Sin embargo, no se ha investigado en profundidad el papel de estos como reservorio.
La diseminación de P. multocida dentro del aviario y entre las naves suele producirse principalmente por las secreciones de la cavidad oral, la nariz y la conjuntiva de las aves enfermas que contaminan el entorno. El picaje y el canibalismo de los cadáveres infectados contribuye a la diseminación del microorganismo a través de los averíos afectados. Además, P. multocida sobrevive el tiempo suficiente en el ambiente como para propagarse a través de jaulas, sacos de alimento, zapatos y otros equipos contaminados. La infección no parece transmitirse por los huevos.
Hallazgos clínicos del cólera aviar
Los resultados clínicos del cólera aviar varían mucho según la especie, la edad al momento de la infección y el curso de la enfermedad. En los casos de cólera aviar agudo, el hallazgo de un gran número de aves muertas, sin signos previos, suele ser el primer indicio de la enfermedad. La mortalidad suele aumentar rápidamente. En los casos más persistentes, se suele observar depresión, anorexia, secreción mucosa desde la cavidad oral, plumas erizadas, diarrea y aumento de la frecuencia respiratoria. La neumonía es especialmente común en los pavos.
En el cólera aviar crónico, los signos y las lesiones suelen estar relacionados con infecciones localizadas de las bolsas sinoviales esternales, las barbillas, las articulaciones, las vainas de los tendones y las almohadillas de las patas que, a menudo, están hinchadas debido al exudado caseoso o fibrinoso acumulado (ver imagen de barbillas hinchadas). Puede haber cojera, así como conjuntivitis exudativa y faringitis. La tortícolis puede producirse cuando las meninges, el oído medio o los huesos craneales están infectados.
Cortesía de la Dra. Jean Sander.
Lesiones
Las lesiones observadas en las formas hiperaguda y aguda de la enfermedad son principalmente trastornos vasculares. Estos incluyen hiperemia pasiva general y congestión en toda la canal, acompañada de agrandamiento del hígado y el bazo. Las hemorragias petequiales y equimóticas son comunes, especialmente en localizaciones subepicárdicas y subserosas.
Con frecuencia, se observa un incremento de la cantidad de líquido peritoneal y pericárdico. Además, puede observarse ooforitis aguda con folículos hiperémicos.
En los casos subagudos, puede haber múltiples focos necróticos pequeños diseminados por todo el hígado y el bazo (ver imagen de lesiones por septicemia bacteriana). En los pavos con cólera aviar, se suele observar neumonía grave, a veces unilateral y fibrinosa.
Cortesía de la Dra. Megan Lighty.
En las formas crónicas del cólera aviar, las lesiones supurativas pueden estar ampliamente distribuidas y, a menudo, afectan al tracto respiratorio, a la conjuntiva y a los tejidos adyacentes de la cabeza. La artritis caseosa y la inflamación productiva de la cavidad peritoneal y el oviducto son frecuentes en las infecciones crónicas.
En los pavos y pollos de engorde, se ha observado una dermatitis fibrinonecrótica que incluye las partes caudales del dorso, el abdomen y la pechuga, y afecta al cutis, a la hipodermis y al músculo subyacente. En casos de cólera aviar transmitido por mordedura de un depredador, se puede observar dermatitis, celulitis y miositis localizadas.
Las lesiones de secuestro pulmonar necróticas, en las aves, siempre deben generar sospecha de cólera aviar (ver imagen de pulmón hepatizado).
Cortesía de la Dra. Megan Lighty.
Diagnóstico del cólera aviar
Cultivo bacteriano
Ensayos de PCR
Aunque los antecedentes, los signos clínicos y las lesiones pueden ayudar al diagnóstico de campo de cólera aviar, el aislamiento de P. multocida es el estándar de confirmación. El aislamiento primario puede lograrse usando medios como agar sangre, agar almidón de dextrosa o agar tripticasa de soja. El aislamiento puede mejorarse mediante la adición de suero inactivado por calor al 5 %.
P. multocida puede aislarse fácilmente de las vísceras de aves que mueren por cólera aviar hiperagudo o agudo, mientras que el aislamiento de las lesiones supurativas del cólera crónico puede ser más difícil. En la necropsia, los microorganismos bipolares pueden demostrarse mediante la tinción de Wright o Giemsa de frotis de impresión, obtenidos del hígado en el caso del cólera agudo. Además, la microscopía inmunofluorescente y la hibridación in situ se han utilizado para identificar P. multocida en tejidos y exudados infectados.
Las pruebas de PCR se han utilizado para la detección de P. multocida en cultivos puros y mixtos, y muestras clínicas. Este método puede ayudar a identificar a los animales portadores dentro de los lotes. Sin embargo, hay que mejorar la especificidad y la sensibilidad de la prueba. La serotipificación convencional posee problemas de reproducibilidad y fiabilidad, y los métodos son bastante laboriosos. Se ha desarrollado una PCR múltiple que puede diferenciar entre diferentes serotipos somáticos y puede permitir un desarrollo de vacunas más eficaz.
Las pruebas serológicas pueden realizarse mediante aglutinación rápida de sangre completa, aglutinación en placa sérica, pruebas de difusión en agar y ELISA. La serología se debe usar para evaluar las respuestas a la vacuna, pero tiene un valor muy limitado para fines diagnósticos. Por lo tanto, no se dispone fácilmente de pruebas serológicas en la mayoría de los laboratorios en EE. UU.
Varias infecciones bacterianas pueden confundirse con el cólera aviar, basándose únicamente en las lesiones macroscópicas. Escherichia coli, Salmonella enterica, Ornithobacterium rhinotracheale, cocos grampositivos y Erysipelothrix rhusiopathiae (erisipela) pueden producir lesiones indistinguibles de las causadas por P. multocida.
Prevención del cólera aviar
Buenas prácticas de manejo, incluido un alto nivel de bioseguridad
Vacunas
Para prevenir el cólera aviar, los roedores, las aves silvestres, los animales domésticos y otros animales que puedan ser portadores de P. multocida deben eliminarse de las granjas avícolas. El microorganismo es sensible a desinfectantes comunes, luz solar, desecación y calor.
Las bacterinas adyuvantes se utilizan mucho y suelen ser eficaces. Dado que las bacterinas son solo eficaces para prevenir la enfermedad causada por los mismos serotipos incluidos en la vacuna, el serotipado somático es importante. Por eso, es importante conocer los serotipos más prevalentes dentro de un área. Se recomiendan las bacterinas autógenas cuando las bacterinas polivalentes resultan ineficaces.
Existen vacunas vivas atenuadas que se administran a los pavos a través del agua de bebida y a los pollos mediante inoculación en la membrana del ala. Estas vacunas vivas pueden inducir eficazmente inmunidad frente a diferentes serotipos de P. multocida. Se recomienda su uso únicamente en lotes sanos.
Tratamiento y control de la cólera aviar
Vaciado sanitario, limpieza profunda y desinfección
Antimicrobianos
Eliminación rápida de los cadáveres
Varios fármacos antibacterianos disminuyen la mortalidad por cólera aviar, sin embargo, las muertes pueden reanudarse cuando se suspende el tratamiento, lo que demuestra que el tratamiento no elimina P. multocida del lote. El picaje y el canibalismo contribuyen a la diseminación de la enfermedad en el averío, por lo tanto, la eliminación rápida de los cadáveres es esencial para prevenir futuras pérdidas.
La erradicación de la infección requiere un vaciado sanitario, y la limpieza y desinfección de la instalación y los equipos. La instalación debe mantenerse libre de aves durante algunas semanas.
Cuando se utilizan antibióticos, es importante el tratamiento temprano y las dosis adecuadas. Debido a la aparición de cepas multirresistentes, deben realizarse antibiogramas para guiar el proceso de selección de fármacos.
La sulfametacina o sulfadimetoxina en el alimento o el agua suelen controlar las tasas de mortalidad. Las sulfamidas deben emplearse con precaución en las reproductoras, debido a su potencial toxicidad, y no pueden utilizarse en las gallinas que producen huevos para el consumo humano. El uso de oxitetraciclina y clortetraciclina está indicado para controlar P. multocida y puede resultar útil. La penicilina suele ser efectiva en pavos con infecciones resistentes a las sulfamidas, pero no es un uso contemplado en la ficha técnica.
Conceptos clave
El cólera aviar es una enfermedad bacteriana causada por P. multocida que afecta a pollos, pavos, aves acuáticas y a otras especies de aves.
Las lesiones se suelen encontrar en la conjuntiva y en otras estructuras de la cabeza, los pulmones y el hígado.
El cólera aviar causa muerte aguda e inflamación y necrosis de caseosa a fibrinoide crónica.
Se controla mediante una buena bioseguridad, vacunación y antimicrobianos.
Para más información
Blackall PJ, Hofacre CL. Cólera aviar. En: Swayne DE, Boulianne M, Logue CM, et al, eds. Diseases of Poultry. 14th ed. Wiley; 2019:831-846.
Abdul-Aziz T., Barnes HJ. Pasteurella multocida infection (fowl cholera). En: Gross Pathology of Avian Diseases. American Association of Avian Pathologists; 2018:18-23.