La estafilococosis es una enfermedad bacteriana causada por cocos grampositivos del género Staphylococcus. S. aureus y otras especies son ubicuas en el medio ambiente y forman parte de la flora cutánea normal, así como de otras mucosas de las aves de producción y otros animales. Por lo general, causan enfermedad cuando acceden a los tejidos y al torrente sanguíneo tras la ruptura de barreras físicas como la piel o las membranas mucosas. También provocan enfermedad en aves inmunodeprimidas.
Hay dos tipos principales de estafilococosis: la infección sistémica y las lesiones localizadas. La septicemia y la dermatitis gangrenosa son ejemplos de infecciones estafilocócicas sistémicas. Sin embargo, la forma más común de estafilococosis son las lesiones localizadas. Algunos ejemplos son la artritis, la tenosinovitis, la osteomielitis y la onfalitis. Las pérdidas económicas pueden resultar de la disminución de la ganancia de peso, la mortalidad y el decomiso en el matadero.
Etiología de la estafilococosis en aves de producción
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
El género Staphylococcus comprende docenas de especies, pero S. aureus es la más patógena. S. aureus es una bacteria cocoide grampositiva y catalasa positiva que adquiere la forma de racimos en un frotis teñido. La mayoría de las cepas patógenas han sido coagulasa positivas, sin embargo, se han descrito casos clínicos de Staphylococcus coagulasa negativos, incluidos S. hyicus, S. epidermidis, S. simulans y S. gallinarum.
Transmisión, epidemiología y patogenia de la estafilococosis en aves de producción
Staphylococcus puede ingresar en el tejido local o el torrente sanguíneo a través de heridas cutáneas, procedimientos quirúrgicos menores (p. ej., recorte de pico, uñas o cresta), inyección de vacunas y la mucosa intestinal alterada. La infección también puede aparecer en la incubadora como resultado de la contaminación de un ombligo abierto. Una vez en el torrente sanguíneo, Staphylococcus puede producir enfermedad sistémica o lesiones localizadas en los tejidos. S. aureus puede invadir el área metafisaria de las articulaciones, lo que da lugar a artritis y osteomielitis.
Signos clínicos y lesiones de la estafilococosis en aves de producción
Infección localizada
Los pododermatitis infecciosa (clavos) es más común en aves más pesadas y en machos. La inflamación en las almohadillas plantares y la cojera son signos clínicos comunes. A menudo se produce por lesiones que permiten la contaminación del tejido subcutáneo de la almohadilla plantar. Esto conduce a una inflamación necrótica aguda que, más tarde, se convierte en una masa de tejido muerto. Microscópicamente se observa edema, necrosis y granulomas que pueden contener colonias bacterianas en las lesiones.
Almohadilla plantar inflamada (pododermatitis).
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Imagen microscópica del edema y la necrosis de la almohadilla plantar de un ave con patología aguda (pododermatitis).
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Saco vitelino infectado (onfalitis) en un pollito joven.
Cortesía de la Dra. Yuko Sato.
Imagen microscópica de la inflamación del saco vitelino con tejido necrótico, colonias bacterianas visibles y heterófilos degenerados. Estos están rodeados por células gigantes multinucleadas, macrófagos, heterófilos y tejido conectivo fibroso (granuloma).
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Tendones flexores digitales y vainas tendinosas con inflamación caseosa.
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Vainas del tendón flexor digital con edema, congestión, hemorragia, necrosis y colonias bacterianas visibles.
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Patas inflamadas en un macho de pavo de 14 semanas de edad, lo que indica inflamación de los tendones flexores digitales y de sus vainas sinoviales.
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Tibiotarso proximal con necrosis extensa.
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Articulación inflamada que contiene una cantidad elevada de líquido.
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
La onfalitis, o infección del saco vitelino, es una enfermedad común causada por S. aureus en pollitos y pavipollos. Las infecciones del ombligo pueden darse en las crías jóvenes, a través de la contaminación de los ombligos abiertos, y dan lugar a una mortalidad elevada. Los pollitos con onfalitis tienen el ombligo húmedo y oscuro, y las aves afectadas suelen estar letárgicas. Los sacos vitelinos infectados se retienen durante más tiempo que los sacos vitelinos no infectados, que normalmente son reabsorbidos por el polluelo en desarrollo durante la primera semana de vida. Las yemas infectadas son de un color anormal (de verde oscuro a marrón), tienen una consistencia pastosa y son olorosas.
La artritis, la sinovitis y la osteomielitis son formas frecuentes de infección estafilocócica en avicultura. Pueden comenzar en las articulaciones, los tendones o los huesos a través de una infección sistémica o de una lesión local. Los signos clínicos incluyen articulaciones inflamadas y calientes, con cojera y resistencia a caminar. Las articulaciones contienen mayor cantidad de líquido, los tendones y las vainas de los tendones están inflamados y las secciones óseas pueden presentar áreas focales de necrosis conocidas como osteomielitis. La cabeza del fémur y la cabeza proximal del tibiotarso suelen estar afectadas. Las vértebras también pueden verse afectadas, lo que da lugar a espondilitis.
Infección sistémica
La investigación con respecto a las infecciones septicémicas agudas por Staphylococcus es limitada, sin embargo, se ha descrito que se producen en gallinas ponedoras, especialmente en las mayores de 85 semanas de edad. Los signos clínicos incluyen muerte súbita y un aumento brusco de la mortalidad, cercano al 1 % por día, con signos de inflamación cutánea y necrosis de la cresta, las barbillas y la piel que recubre el pecho y el muslo. Las aves muertas muestran lesiones de infección septicémica aguda, que incluyen necrosis hepática, bazo agrandado y moteado, y hemorragias petequiales en el cerebro, los pulmones y las glándulas proventriculares. Por lo general, la mortalidad disminuye después de 5-7 días de tratamiento antimicrobiano. La morbilidad no es elevada pero las aves afectadas suelen morir, lo que conduce a una mortalidad del 5-10 %.
Dermatitis necrótica de la piel de pecho y muslo en una ponedora con septicemia por Staphylococcus.
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Cara y barbillas hinchadas y edematosas de un ave con Staphylococcus septicémico.
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Barbillas con autólisis necrótica de una ponedora con Staphylococcus septicémico.
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Dermatitis necrótica en la barbilla de un ave con Staphylococcus septicémico.
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Tejido de barbilla necrótico con tinción de Gram que muestra cocos grampositivos. De este tejido se aisló Staphylococcus aureus.
Cortesía del Dr. Mohamed M. El-Gazzar.
Hígado verde de un pollo con septicemia.
Cortesía de la Dra. Yuko Sato.
Las lesiones que son secuelas de infecciones sistémicas son, en ocasiones, los únicos hallazgos patológicos observados en las infecciones estafilocócicas. Se observa dermatitis gangrenosa, especialmente en pollos inmunodeprimidos, afectados por bursitis infecciosa o infección por el virus de la anemia del pollo. La dermatitis gangrenosa a menudo se debe a una combinación de S. aureus y Clostridium septicum o Escherichia coli. Las áreas afectadas suelen estar oscuras (hemorrágicas) y crepitantes. La endocarditis también puede darse después de infecciones estafilocócicas sistémicas.
La septicemia estafilocócica puede producir hígados verdes o hígados con granulomas necróticos multifocales. Se ha indicado que S. aureus es el agente causal del complejo de osteomielitis del pavo, que causa una coloración verdosa del hígado y lesiones inflamatorias en huesos, articulaciones o tejidos blandos periarticulares. El hígado verde ha sido un problema en pavos y se ha asociado con osteomielitis y sinovitis en las plantas de procesamiento. Se cree que el virus de la enteritis hemorrágica, otro agente inmunodepresor, contribuye al aumento del hígado verde en pavos.
Diagnóstico de las estafilococosis en aves de producción
El diagnóstico se confirma por cultivo de la bacteria procedente de las lesiones
Aunque algunas lesiones pueden sugerir infección por Staphylococcus, el diagnóstico se confirma identificando los microorganismos a partir de las lesiones cultivadas en placas de agar sangre. Se han utilizado técnicas genéticas y de fenotipado para clasificar las cepas de S. aureus de aves de producción. Los diagnósticos diferenciales incluyen especies de Streptococcus, E. coli y Pasteurella multocida, así como otras enfermedades bacterianas en avicultura. Como se ha mencionado anteriormente, las bacterias de Staphylococcus son ubicuas en el medio ambiente y causan enfermedades como patógenos secundarios. Por tanto, el mero aislamiento de Staphylococcus no constituye necesariamente un diagnóstico de enfermedad. De hecho, es más frecuente que sean contaminantes.
Tratamiento y prevención de la estafilococosis en aves de producción
Las infecciones sistémicas responden mejor al tratamiento antimicrobiano que a las infecciones localizadas.
Un mejor manejo puede prevenir lesiones que permiten que la infección se establezca.
La estafilococosis puede tratarse satisfactoriamente con antibióticos, pero deben realizarse antibiogramas. Los antibióticos utilizados para tratar las infecciones por Staphylococcus incluyen la penicilina, la eritromicina, la lincomicina y la espectinomicina. El manejo adecuado, para evitar lesiones y aves inmunodeprimidas, ayuda a prevenir la estafilococosis. Dado que las heridas son la principal vía por la que Staphylococcus puede entrar en el organismo, es importante reducir todas las fuentes potenciales de lesiones en el ave. Las astillas de madera en la cama, los alambres que sobresalen de las jaulas y las peleas/canibalismo se han asociado con heridas en la piel y estafilococosis. Dado que los procedimientos de recorte de pico y pezuña en pollos y pavos jóvenes pueden dar lugar a una septicemia estafilocócica, garantizar la higiene del equipo ayudará a prevenir brotes. Una buena gestión de las camas es importante para controlar las erosiones de las almohadillas plantares y así prevenir la infección. La higiene del criadero y las buenas prácticas de manejo de huevos también son importantes para reducir las infecciones del ombligo y la onfalitis.
Riesgo zoonótico de la estafilococosis en aves de producción
S. aureus puede producir en algunas ocasiones intoxicaciones alimentarias. Las cepas productoras de enterotoxinas se encuentran en aves de producción clínicamente sanas; se deben tomar las precauciones adecuadas durante el preparado y cocinado de los productos avícolas. S. aureus resistente a la meticilina (MRSA) se ha aislado de la carne de aves de producción en varios países, pero la prevalencia y la importancia para la salud humana no se conocen completamente.
Conceptos clave
Las bacterias ambientales, la flora normal y los patógenos oportunistas conducen a infecciones estafilocócicas en aves de producción.
Las infecciones pueden ser sistémicas o localizadas.
Su presencia no siempre se asocia con enfermedad clínica.
El tratamiento antimicrobiano es más eficaz para la infección sistémica que para la localizada.