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Onfalitis en aves de producción

(ombligo defectuoso, enfermedad de pollo blando, infección del saco vitelino del ombligo)

PorRocio Crespo, DVM, MSc, DVSc, DACPV, Department of Population Health and Pathobiology, College of Veterinary Medicine, North Carolina State University
Revisado/Modificado Modificado abr 2024
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La onfalitis es una infección del ombligo o del saco vitelino en las aves de producción jóvenes. Es más probable que se encuentre en ambientes sucios, los cuales favorecen las infecciones bacterianas oportunistas. Los signos clínicos incluyen inflamación del ombligo, anorexia, letargo, disminución de la ganancia de peso y muerte en las primeras 2 semanas después de la eclosión. El tratamiento de las aves afectadas con productos antimicrobianos a menudo es ineficaz. La prevención consiste en la mejora de la higiene y de la cría en general.

La onfalitis es una afección caracterizada por sacos vitelinos infectados, a menudo acompañada de ombligos no cicatrizados en aves de corral jóvenes. Los ombligos no cicatrizados se asocian comúnmente con una mala regulación de la temperatura o humedad durante la incubación y una marcada contaminación de los huevos en la incubadora o de la propia incubadora. Los pollitos también pueden infectarse por otros pollitos infectados supervivientes de la misma camada.

Etiología de la onfalitis en aves de producción

La causa primaria de la onfalitis en aves de producción es el contacto de un ombligo abierto con superficies contaminadas. Si las aves jóvenes se encuentran en ambientes contaminados (incluidos los cascarones de huevo sucios) antes de que sus ombligos se cierren completamente, las bacterias pueden migrar por el tallo vitelino abierto e infectar el saco vitelino. Los pollitos infectados que sobreviven pueden infectar a otros pollitos de la misma camada. Las especies de bacterias oportunistas (coliformes, estafilococos, estreptococos, Enterococcus, Pseudomonas y Proteus) suelen estar involucradas, y las infecciones mixtas son frecuentes.

Perlas y trampas

  • Los pollitos infectados que sobreviven pueden infectar a otros en la misma camada.

La onfalitis se asocia con una mala regulación de la temperatura y humedad de incubación, y se ve agravada por una marcada contaminación de los huevos en la incubadora, las incubadoras o las cajas de transporte. Las pérdidas se pueden incrementar por el enfriamiento o calentamiento durante el transporte o la colocación temprana. Las infecciones por Escherichia coli y Enterococcus faecalis representan aproximadamente la mitad de las muertes por onfalitis en la primera semana después de la eclosión.

Signos clínicos de la onfalitis en aves de producción

En las aves con onfalitis, el ombligo puede estar inflamado y no cerrarse. El examen físico revela una mancha húmeda en el abdomen; puede haber una costra (véase imagen de ombligo no cicatrizado).

Las aves afectadas están letárgicas y anoréxicas; sus cabezas caen y se agrupan cerca de las fuentes de calor. No logran aumentar de peso, y la tasa de mortalidad aumenta desde la eclosión hasta las dos semanas de edad. Los pollitos o pavipollos afectados suelen tener un aspecto normal hasta unas pocas horas antes de la muerte. Se han observado pérdidas de hasta el 15 % en pollos y el 50 % en pavos.

Lesiones

Las aves jóvenes están deshidratadas y tienen un saco vitelino persistente y no absorbido en la cavidad corporal, que puede estar congestionado, maloliente y contener material de yema solidificado (véase imagen de infección del saco vitelino). La peritonitis puede ser extensa.

Tratamiento y prevención de la onfalitis en aves de producción

No existe un tratamiento específico para la onfalitis en aves de producción; el uso de productos antimicrobianos se basa en el tipo bacteriano prevalente involucrado. Incluso entonces, el tratamiento puede no dar resultados satisfactorios, ya que los pollitos y pavipollos gravemente afectados suelen morir, y las aves no afectadas es poco probable que se vean beneficiadas por el tratamiento antimicrobiano.

La onfalitis se previene mediante un riguroso control de la temperatura, la humedad y la higiene de la incubadora. Solamente deben incubarse huevos limpios, sin fisuras. Si es necesario introducir huevos sucios, deben ser separados de los huevos limpios y colocados en la parte inferior de la incubadora.

Cuando se lavan los huevos, los detergentes sanitarios han de utilizarse de acuerdo con las instrucciones. El tiempo, la temperatura y los cambios frecuentes de agua son tan importantes como la concentración de agentes sanitarios, tanto en las aguas de lavado como de aclarado. El agua de enjuague debe estar más caliente que el agua de lavado (que debe estar más caliente que la temperatura interna del huevo), pero no debe superar los 60 °C.

La incubadora ha de limpiarse a fondo y desinfectarse entre incubaciones. Si hay que desinfectar con formaldehido, deben cerrarse los respiraderos. Se debe permitir que una solución de formaldehído al 40 % (30 ml/0,6 m3) o paraformaldehído (en la concentración recomendada por el fabricante) se evapore en la incubadora o cámara de eclosión cerrada. Las máquinas se contaminan fácilmente después de la desinfección, a menos que se tenga cuidado de limpiar y desinfectar también el exterior de estas y las habitaciones en las que se localizan.

La onfalitis puede verse exacerbada por condiciones deficientes de cría; asegurar que la cama esté suficientemente precalentada antes de colocar a los pollitos es clave.

Conceptos clave

  • La onfalitis es una enfermedad bacteriana de origen ambiental en las aves de producción jóvenes.

  • Provoca morbilidad y tasas elevadas de mortalidad en las primeras etapas de la vida.

  • El tratamiento suele ser ineficaz, por lo que se recomienda la prevención mediante una mejor higiene, especialmente en la cámara de eclosión.

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