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Tricomoniasis

PorRichard W. Gerhold, Jr., DVM, PhD, MS, Department of Biomedical and Diagnostic Sciences, College of Veterinary Medicine, University of Tennessee
Revisado/Modificado ago 2019

La tricomoniasis está causada por parásitos protozoarios flagelados que producen necrosis caseosa de la cavidad oral y potencialmente lesiones orbitarias, cerebrales y hepáticas. Las pruebas diagnósticas incluyen la observación de lesiones macroscópicas, así como preparaciones en fresco con solución salina o el cultivo del parásito en medios de cultivo. El tratamiento de las aves puede incluir varios compuestos, como el carnidazol y el metronidazol.

La tricomoniasis en aves domésticas, pichones, palomas, pájaros cantores y halcones se caracteriza, en la mayoría de los casos, por acumulaciones caseosas en la garganta y pérdida de peso. Se ha denominado "canker", "roup" y, en los halcones, "frounce".

Etiología de la tricomonosis

Trichomonas gallinae y T stableri son los microorganismos causantes de la tricomoniasis. Se trata de protozoos flagelados que habitan en los senos paranasales, la boca, la garganta, el esófago, el hígado y otros órganos. La tricomoniasis es más común entre los pichones domésticos y las palomas silvestres que entre aves de producción, aunque se han descrito brotes graves en pollos y pavos. Algunas cepas de tricomonas causan una alta mortalidad en pichones y palomas. Los halcones pueden contraer la enfermedad después de ingerir aves infectadas y, por lo general, muestran lesiones hepáticas, con o sin afección de la garganta. Las palomas y las tórtolas transmiten la infección a la progenie a través de la leche contaminada. El agua contaminada es probablemente la fuente más importante de infección para pollos, pavos y pájaros cantores, y además se ha demostrado que el parásito sobrevive al menos 2 horas y potencialmente hasta 24 horas en agua destilada. Para minimizar la transmisión, es importante la limpieza frecuente de los baños y bebederos de las aves.

Hallazgos clínicos de la tricomonosis

La evolución de la tricomoniasis es rápida. Las primeras lesiones aparecen en la mucosa oral, como pequeñas áreas amarillentas. Estas lesiones crecen rápidamente y se unen para formar masas que a menudo bloquean completamente el esófago y pueden impedir que el ave cierre el pico. Además puede producirse la acumulación de gran cantidad de líquido en el pico. Hay una secreción ocular acuosa y, en las etapas más avanzadas, un exudado alrededor de los ojos que puede causar ceguera. Se produce una pérdida rápida de peso, el ave se debilita y se torna apática y, algunas veces, muere después de 8-10 días. En las infecciones crónicas, las aves están aparentemente sanas, aunque por lo general se pueden observar tricomonas en los raspados de las membranas mucosas de la garganta.

Lesiones

El ave puede presentar múltiples focos necróticos caseosos. La boca y el esófago contienen una masa de material necrótico que puede extenderse al cráneo y algunas veces a través de los tejidos circundantes del cuello hasta afectar a la piel. Las lesiones del esófago y el buche pueden adquirir un aspecto de zonas amarillas redondeadas elevadas con un espolón central caseoso cónico que a menudo se denominan "botones amarillos". El buche puede estar cubierto por una membrana amarillenta y diftérica que puede extenderse hasta el proventrículo. No se produce una afectación de la molleja o el intestino. Las lesiones en los órganos internos son más frecuentes en el hígado; estas son variables y pueden consistir en un número pequeño de áreas de necrosis amarilla o un reemplazo casi completo del tejido hepático por desechos necróticos caseosos. Las adherencias y la implicación de otros órganos internos parecen relacionarse con un aumento de las lesiones hepáticas.

Diagnóstico de la tricomonosis

  • Las lesiones macroscópicas pueden ser sugestivas de tricomoniasis, pero la infección se confirma mediante una preparación en fresco con solución salina o en el cultivo de canales no congeladas para observar el movimiento ondulante característico de las tricomonas.

  • Las pruebas diagnósticas adicionales incluyen histopatología y PCR.

Las lesiones de la tricomoniasis son características, pero no patognomónicas; las lesiones de otras infecciones como la viruela, las enfermedades fúngicas o Salmonella, entre otras, pueden ser similares. En ocasiones, la tricomoniasis se ha confundido con histomoniasis debido a la similitud de las lesiones hepáticas. El diagnóstico debería confirmarse con el examen microscópico de un frotis de la mucosidad o del líquido de la garganta para demostrar la presencia de tricomonas. Las tricomonas pueden cultivarse fácilmente en varios medios artificiales, como el medio Diamond, el suero sanguíneo desecado de Loeffler al 0,2 % en solución de lactato de Ringer o en una solución de suero de paloma al 2 % en una solución salina isotónica. Se obtiene buen crecimiento a una temperatura de 37 °C. Para reducir la contaminación bacteriana pueden emplearse antibióticos. La PCR se usa a menudo para determinar el genotipo de Trichomonas.

Control de la tricomonosis

El control de la tricomoniasis se centra en el saneamiento y la bioseguridad. Los comederos, los baños y los bebederos de las aves pueden ser una fuente importante de infección para las aves silvestres y domésticas, por lo que la limpieza frecuente de los comederos y bebederos es importante para minimizar la transmisión. Si se documenta o sospecha un brote de tricomoniasis, los comederos y bebederos han de retirarse durante ~2 semanas y limpiarse con una solución de lejía al 10 %.

Como la infección por tricomonas de las palomas se transmite tan fácilmente de los progenitores a las crías en el proceso normal de alimentación, se debe separar a las aves infectadas crónicamente de las aves reproductoras. En las palomas, la recuperación de la infección de una cepa menos virulenta de tricomonas parece acompañarse de cierta protección contra ataques posteriores de una cepa más virulenta. Los tratamientos que se han confirmado como más eficaces son el carnidazol (10 mg/kg de peso corporal), el metronidazol (60 mg/kg de peso corporal) y el dimetridazol (50 mg/kg de peso corporal, PO; o en el agua de bebida al 0,05 % durante 5-6 días). Ninguno de estos fármacos está aprobado para su uso en aves en EE. UU.; sin embargo, en las aves no productoras podrían emplearse bajo prescripción veterinaria.

Puntos clave

  • La tricomoniasis es una enfermedad emergente en las aves cantoras y continúa siendo una enfermedad importante en las palomas, las tórtolas y las aves rapaces.

  • Una buena higiene de los comederos y bebederos de las aves es imperativa para minimizar la transmisión.