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Queratoconjuntivitis infecciosa en bovinos y pequeños rumiantes

(Conjuntivitis, oftalmía infecciosa)

PorJohn A. Angelos, DVM, PhD, DACVIM-LAIM, Department of Medicine and Epidemiology, School of Veterinary Medicine, University of California, Davis
Revisado/Modificado Modificado abr 2024
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La queratoconjuntivitis infecciosa (IKC, ojo rosado) de ganado vacuno, ovino y caprino se caracteriza por la presencia de blefaroespasmo, conjuntivitis, lagrimeo y un grado variable de opacificación corneal. La manifestación más frecuente de la IKC en el ganado vacuno es la queratoconjuntivitis infecciosa bovina (IBK), ojo rosado bovino, para la cual el signo clínico principal es la ulceración corneal. Para identificar los organismos específicos asociados a la IKC o la IBK, se pueden realizar pruebas microbiológicas, citológicas o moleculares con muestras obtenidas a partir de ojos afectados. El tratamiento suele consistir en la administración sistémica o tópica de antimicrobianos, acompañados de otros tratamientos sintomáticos, en función de la gravedad de la enfermedad. La prevención se basa en el control de los factores de riesgo. Para la IBK existen vacunas comerciales y autógenas, pero su eficacia es objeto de amplio debate.

La queratoconjuntivitis infecciosa del ganado vacuno, ovino y caprino es una afección ocular común que se caracteriza por la presencia de blefaroespasmo, conjuntivitis, lagrimeo y un grado variable de opacificación corneal. En bovinos, la manifestación más frecuente es la queratoconjuntivitis infecciosa bovina (IBK, ojo rosado bovino). La ulceración corneal es el signo clínico clave para determinar la IBK; sin embargo, no es un signo clínico requerido para el diagnóstico de IKC en pequeños rumiantes.

Los animales pueden padecer IKC a cualquier edad, pero se da sobre todo en animales jóvenes.

En el ganado bovino, la IBK puede presentarse en cualquier época del año, pero los brotes aparecen con mayor frecuencia en las épocas más cálidas, cuando la exposición a los factores de riesgo es mayor. En pequeños rumiantes, la IKC suele desarrollarse en verano, asociada a la presencia de animales en ferias y exhibiciones de ganado.

En la tabla Factores de riesgo y agentes infecciosos para la queratoconjuntivitis infecciosa, se enumeran los factores de riesgo para la IKC y la IBK, así como los agentes infecciosos asociados a ellas.

Tabla
Tabla

Para identificar los organismos específicos asociados a la IKC, puede ser útil realizar pruebas diagnósticas en muestras de ojos afectados. El tratamiento consiste en administrar antimicrobianos y proporcionar cuidados de apoyo adecuados según la gravedad de la enfermedad y otras consideraciones económicas y de manejo.

Para la IBK existen vacunas parenterales comerciales y autógenas que emplean las bacterias Moraxella bovis o Moraxella bovoculi como antígenos.

Hallazgos clínicos de la queratoconjuntivitis infecciosa en rumiantes

Los signos clínicos iniciales de la IKC son fotofobia, blefaroespasmo y epífora; posteriormente, la descarga ocular puede volverse mucopurulenta.

  • En pequeños rumiantes con IKC, la conjuntivitis aumenta a medida que progresa la enfermedad; la ulceración corneal puede estar presente o no.

  • En el ganado vacuno con IBK, la ulceración corneal comienza generalmente cerca del centro de la córnea. Al principio, la zona de la córnea alrededor de la úlcera no se muestra alterada, pero pocas horas después aparece una leve opacificación que va aumentando en intensidad. Pueden estar afectados uno o ambos ojos.

En ovejas y cabras con IKC, la poliartritis concomitante puede asociarse a infecciones por C. pecorum. A menudo, hay una disminución del apetito a causa de las molestias oculares o de las alteraciones de la visión. El curso clínico suele variar desde unos días hasta varias semanas. Pueden producirse recaídas en cualquier etapa de la recuperación.

En el ganado vacuno con IBK (véase la imagen de signos externos de IBK), las lesiones corneales pueden desaparecer total o parcialmente en las etapas iniciales o seguir desarrollándose. En casos graves, puede opacificarse la córnea entera en 48-72 horas como consecuencia del edema corneal (córneas brumosas de color blanquecino o azulado), provocando que el animal se quede ciego de ese ojo. En casos aún más graves, puede haber una infiltración de leucocitos debida al proceso inflamatorio (córneas de color blanco lechoso o amarillento; véase la imagen de ulceración corneal).

En ganado vacuno con IBK grave y en pequeños rumiantes con IKC avanzada, los vasos sanguíneos de las capas profundas comienzan a invadir la córnea desde el limbo, avanzando aproximadamente 1 mm/día. Las úlceras profundas de la córnea suponen un riesgo de perforación y de rotura del globo ocular (véase la imagen deperforación y rotura completa del globo). La rotura completa del globo ocular provoca ceguera permanente.

En algunos casos de perforación de la córnea, el iris se adhiere al punto de perforación y evita la rotura completa del globo ocular (véase la imagen de perforación sin rotura completa del globo). La curación posterior da lugar a la formación de sinequias anteriores.

Los animales curados suelen presentar distintos grados de cicatrización corneal. Las cicatrices pueden desaparecer con el tiempo o no. Las cicatrices importantes pueden afectar la visión.

Diagnóstico de la queratoconjuntivitis infecciosa en rumiantes

  • Signos clínicos

  • Cultivos microbianos

  • Pruebas moleculares

  • Evaluación citológica

El diagnóstico presuntivo de IBK o IKC suele basarse en los signos clínicos oculares y en los hallazgos de la exploración física general.

  • En pacientes con ulceración corneal, es importante determinar que las lesiones no sean consecuencia de cuerpos extraños en el ojo afectado, como espigas de plantas o parásitos.

  • En la rinotraqueítis infecciosa bovina predominan los signos de las vías respiratorias altas y la conjuntivitis, mientras que la queratitis rara vez se presenta con ulceración.

  • En la fiebre catarral maligna del bovino, predominan los signos respiratorios y hay uveítis primaria y queratitis asociadas.

Algunos agentes bacterianos clásicos, como Moraxella spp., se pueden identificar a partir de frotis oculares, mediante el cultivo de las muestras en medio estándar para bacterias, y la posterior realización de pruebas bioquímicas. También existen pruebas moleculares de detección de Moraxella spp. y Mycoplasma spp.

Muchos laboratorios de diagnóstico aplican nuevas tecnologías para detectar bacterias, como la espectrometría de masas por tiempo de vuelo, mediante ionización por desorción láser asistida por matriz (MALDI-TOF MS).

Las pruebas de diagnóstico que se realizan para detectar Chlamydophila y Mycoplasma suelen requerir medios especiales para las muestras. Cuando se desea identificar estos agentes, es recomendable consultar a un laboratorio de diagnóstico antes de la recogida y el transporte de las muestras. En casos de sospecha de IKC en pequeños rumiantes, un frotis conjuntival o una citología exfoliativa también pueden proporcionar información citológica, que puede ayudar a identificar clamidias.

Tratamiento y prevención de la queratoconjuntivitis infecciosa en rumiantes

Tratamiento

El tratamiento convencional para la IKC y la IBK es la administración de antimicrobianos. Aunque las bacterias Moraxella spp. son relativamente susceptibles a una serie de antimicrobianos, muy pocos de estos productos mencionan la IBK en la ficha técnica. Hay informes anecdóticos que sugieren las siguientes recomendaciones de tratamiento:

  • En los EE. UU., han sido aprobadas la oxitetraciclina y la tulatromicina parenterales para el tratamiento de la IBK asociada a Moraxella bovis en ganado vacuno.

  • La oxitetraciclina tópica (formulada como oxitetraciclina hidrocloruro y sulfato de polimixina B en pomada oftálmica) está aprobada para el tratamiento del ojo rosado en vacas y ovejas.

  • En los EE. UU., también está disponible un aerosol de ácido hipocloroso diluido para tratar la conjuntivitis aguda en vacas y cabras.

  • Para ser efectivos, las pomadas o aerosoles deben aplicarse, al menos, cada 8-12 horas; debido a esto, es posible que no resulten prácticos en las condiciones habituales de explotación.

Otros antimicrobianos que han demostrado ser eficaces para tratar la IBK en ganado vacuno, según estudios experimentales, pero que en la actualidad no cuentan con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) para esta indicación, son el ácido libre cristalino de ceftiofur y el florfenicol. La normativa federal de los EE. UU. prohíbe el uso extraoficial de ciertos fármacos en animales de abasto. El uso extraoficial de las cefalosporinas (a excepción de la cefapirina) está prohibido en vacas, cerdos, pollos y pavos en los siguientes casos: para la prevención de enfermedades; usando vías de administración, dosis, frecuencias o duraciones no aprobadas, o si el fármaco no ha sido aprobado para dicha especie y clase de producción.

Dada la ausencia de fármacos específicamente aprobados para el tratamiento de la IKC, el uso extraoficial de fármacos como la oxitetraciclina y la tulatromicina, aprobados para el tratamiento de la IBK en ganado vacuno, es una opción de tratamiento razonable para la IKC en pequeños rumiantes.

La inyección de penicilina bajo la conjuntiva bulbar, aunque no haya sido aprobada específicamente para tratar la IBK, es una práctica común entre ganaderos y veterinarios. Es necesario respetar los tiempos de espera para la leche tras dicha administración, a fin de evitar la presencia de residuos ilegales del fármaco en ella.

Los inhaladores que contienen nitrofurazona siguen estando disponibles en tiendas especializadas en ganadería, para el tratamiento de diversas enfermedades, como las infecciones oculares en pequeños animales. Pueden ser una opción atractiva para el tratamiento de la IKC o la IBK; no obstante, en los EE. UU. está prohibido el uso de productos que contienen nitrofurazona en animales de abasto.

Un parche ocular temporal, adherido al pelo alrededor del ojo, es un tratamiento barato y fácil de aplicar en ganado vacuno con IBK. El parche ocular proporciona sombra, previene la exposición a moscas y puede ayudar a disminuir la propagación de bacterias provenientes del ojo infectado. Además, en un estudio realizado, las úlceras corneales asociadas a IBK se curaron más rápido en vacas a las que se aplicó un parche ocular, además de oxitetraciclina y flunixino meglumina sistémicos (1).

Los animales con una uveítis importante, secundaria a una queratoconjuntivitis, pueden mejorar con la aplicación de una pomada oftálmica de atropina al 1 % cada 8-24 horas. Este tratamiento evita espasmos del cuerpo ciliar, que son muy dolorosos. Dado que la atropina provoca midriasis, los animales tratados deben estar a la sombra. El tratamiento sistémico con AINE (p. ej. flunixino meglumina) también puede proporcionar alivio.

Otros posibles tratamientos para la queratoconjuntivitis, especialmente en animales con úlceras corneales profundas, son los colgajos conjuntivales o del tercer párpado, y la tarsorrafia. Estos tratamientos pueden reducir la morbilidad en animales muy afectados, ya que protegen la córnea de la luz, de las moscas y de otros irritantes físicos. En entornos hospitalarios, donde la administración frecuente de fármacos es más viable que sobre el terreno, el uso de colirios de suero autólogo puede contribuir a la curación de una córnea lesionada.

Prevención

La estrategia principal para la prevención de la IBK en el ganado es reducir los factores de riesgo comúnmente asociados a ella, además de la vacunación. Algunas prácticas de control de los factores de riesgo son las siguientes:

  • Controlar los parásitos externos para reducir el número de moscas de la cara (Musca autumnalis, un vector importante de Moraxella bovis), mediante tratamientos tópicos o parenterales, bolsas para el polvo o el uso de crotales impregnados de insecticidas en las orejas de los terneros.

  • Segar los pastos, que tienen semillas maduras o secas con aristas, antes de llevar a los animales al campo.

  • Mantener programas de suplementación de oligoelementos (para la suplementación de cobre y selenio en ganado vacuno de zonas con escasez de estos minerales).

Para la prevención tanto de la IBK como de la IKC, se recomienda aislar a los animales infectados del resto del rebaño, siempre que sea posible. Además, se recomienda usar guantes y ropa de protección, que puedan desinfectarse entre contactos con animales, así como desinfectar todos los equipos de manejo para prevenir la transmisión yatrógena de microorganismos causantes de estas enfermedades.

Estas son algunas soluciones usadas habitualmente para desinfectar los equipos:

  • Aproximadamente un 0,05 % de clorhexidina, obtenida al diluir aproximadamente 100 ml de una solución al 2 % por 4 l de agua.

  • Lejía doméstica al 10 %, preparada al mezclar aproximadamente 1-1,5 tazas de lejía doméstica de concentración habitual por 4 l de agua. Si la lejía es concentrada, deben usarse aproximadamente 0,5 tazas de lejía por 4 l de agua para lograr una solución al 10 %.

Dado que la lejía se inactiva con los desechos orgánicos, es necesario volver a preparar las soluciones con mayor frecuencia cuando se ensucian.

En los EE. UU., no existen vacunas comercialmente disponibles para controlar la IKC en pequeños rumiantes. Por lo tanto, el control de la enfermedad se basa principalmente en lo siguiente: 1) minimizar la exposición mediante la identificación, el tratamiento y el aislamiento de los animales enfermos; 2) prevenir la transmisión dentro del rebaño, aislando temporalmente a los animales recién llegados y a los que regresan de ferias o exhibiciones.

Para la prevención de la IBK, hay bacterinas comerciales y autógenas de Moraxella bovis y Moraxella bovoculi; no obstante, la eficacia de dichas vacunas frente a la IBK es objeto de considerable debate.

  • En la mayoría de las publicaciones sobre ensayos aleatorizados y comparativos, realizados sobre el terreno para evaluar bacterinas de Moraxella bovis o Moraxella bovoculi, administradas por vía parenteral, dichas vacunas no demostraron ser eficaces frente a la IBK (2, 3, 4, 5).

    La falta de eficacia puede ser debida a una variación antigénica entre las cepas causantes de los brotes y las cepas de la vacuna de Moraxella. Esta parece ser una explicación plausible, también porque se ha descrito la existencia de dos genotipos diferentes de Moraxella bovis en América del Norte (6). También se han caracterizado dos genotipos diferentes de Moraxella bovoculi; sin embargo, solo uno de ellos se ha asociado con casos clínicos de IBK (7, 8).

  • En un estudio en el que se evaluaron tres vacunas (una vacuna autógena con antígenos de Moraxella bovis, Moraxella bovoculi y Mycoplasma bovoculi; una vacuna disponible comercialmente de Moraxella bovis, y una vacuna simulada [con aditivo y sin antígeno]), se observó una menor incidencia acumulada de IBK en los animales que recibieron la vacuna autógena (9).

    Aunque esta diferencia no fue estadísticamente significativa, podría ser relevante desde el punto de vista biológico, ya que en el grupo de animales que recibió la vacuna autógena también se registraron menos casos de IBK que requirieron tratamiento.

  • En contraste con los resultados obtenidos en estudios formales, los informes anecdóticos sobre el éxito de vacunas tanto comerciales como autógenas frente a Moraxella spp. sugieren que, en algunos rebaños, la vacunación puede ser eficaz para la prevención de la IBK.

    Para permitir el desarrollo de una respuesta inmunitaria tras la vacunación frente a la IBK, deberían administrarse las vacunas ≥4 semanas antes de los aumentos estacionales previstos para la IBK. El uso de vacunas con virus vivos modificados frente a la rinotraqueítis infecciosa bovina (IBR) se ha asociado con IBK en el ganado vacuno. Por ello, al trasladar animales, es importante tener en cuenta el momento de la vacunación frente a la IBR, especialmente durante las épocas del año de mayor riesgo (verano y meses más cálidos) (10).

Dado que la IBK se desarrolla en una superficie mucosa, la vacunación intranasal, para potenciar la inmunidad local a nivel ocular frente a antígenos de Moraxella spp., puede ser una alternativa a las vacunas parenterales disponibles en la actualidad. Una vacuna intranasal experimental que contenía una subunidad de una citotoxina de Moraxella bovis, administrada a caballos en dos dosis, con un intervalo de 21 días, produjo un aumento en la lágrima de IgA específica para la citotoxina. Además, los animales vacunados presentaron menos úlceras corneales graves que los del grupo de control (11).

Es posible que las vacunas frente a Moraxella spp. nunca sean completamente eficaces para controlar la IBK cuando existen importantes factores de riesgo como las moscas, el polvo, otros agentes infecciosos o deficiencias de oligoelementos. Los programas de control de la IBK deben centrarse en mitigar dichos riesgos tanto como sea posible, con el fin de maximizar la prevención de esta enfermedad en el ganado vacuno.

Conceptos clave

  • La identificación y el tratamiento tempranos de la queratoconjuntivitis infecciosa (IKC u ojo rosado) en el ganado vacuno, ovino y caprino son fundamentales para minimizar el dolor y el sufrimiento de los animales, así como para reducir la transmisión dentro del rebaño.

  • Abordar los factores de riesgo es un aspecto importante en el control de la enfermedad.

  • Para la queratoconjuntivitis infecciosa bovina (IBK), la vacunación es objeto de controversia, pero hay informes anecdóticos que sugieren que en algunos rebaños la vacunación puede resultar beneficiosa.

Para más información

Referencias

  1. Maier GU, Davy JS, Forero LC, Bang H, Clothier K, Angelos JA. Effects of eye patches on corneal ulcer healing and weight gain in stocker steers on pasture: a randomized controlled trial. Transl Anim Sci. 2021;5:1-9. doi/10.1093/tas/txab162

  2. O'Connor A, Cooper V, Censi L, Meyer E, Kneipp M, Dewell G. A 2-year randomized blinded controlled trial of a conditionally licensed Moraxella bovoculi vaccine to aid in prevention of infectious bovine keratoconjunctivitis in Angus beef calves. J Vet Intern Med. 2019;33(6):2786-2793. doi:10.1111/jvim.15633

  3. Cullen JN, Engelken TJ, Cooper V, O'Connor AM. Randomized, blinded, controlled trial to assess the association between a commercial vaccine against Moraxella bovis and the cumulative incidence of infectious bovine keratoconjunctivitis in beef calves. J Am Vet Med Assoc. 2017;251:345-351. doi:10.2460/javma.251.3.345

  4. O'Connor AM, Brace S, Gould S, Dewell R, Engelken T. A randomized clinical trial evaluating a farm-of-origin autogenous Moraxella bovis vaccine to control infectious bovine keratoconjunctivis (pinkeye) in beef cattle. J Vet Intern Med. 2011;25(6):1447-1453. doi:10.1111/j.1939-1676.2011.00803.x

  5. Funk L, O'Connor AM, Maroney M, et al. A randomized and blinded field trial to assess the efficacy of an autogenous vaccine to prevent naturally occurring infectious bovine keratoconjunctivitis (QIB) in beef calves. Vaccine. 2009;27(34):4585-4590. doi:10.1016/j.vaccine.2009.05.082

  6. Wynn EL, Hille MM, Loy JD, et al. Whole genome sequencing of Moraxella bovis strains from North America reveals two genotypes with different genetic determinants. BMC Microbiol. 2022;22:art. 258. doi:10.1186/s12866-022-02670-3

  7. Dickey AM, Schuller G, Loy JD, Clawson ML. Whole genome sequencing of Moraxella bovoculi reveals high genetic diversity and evidence for interspecies recombination at multiple loci. PLoS One. 2018;13(12):e0209113. doi:10.1371/journal.pone.020911

  8. Dickey AM, Loy JD, Bono JL, et al. Large genomic differences between Moraxella bovoculi isolates acquired from the eyes of cattle with infectious bovine keratoconjunctivitis versus the deep nasopharynx of asymptomatic cattle. Vet Res. 2016;47:art. 31. doi:10.1186/s13567-016-0316-2

  9. Hille MM, Spangler ML, Clawson ML, et al. A five year randomized controlled trial to assess the efficacy and antibody responses to a commercial and autogenous vaccine for the prevention of infectious bovine keratoconjunctivitis. Vaccines (Basel). 2022;10(6):916. doi:10.3390/vaccines10060916

  10. George LW, Ardans A, Mihalyi J, Guerra MR. Enhancement of infectious bovine keratoconjunctivitis by modified-live infectious bovine rhinotracheitis virus vaccine. Am J Vet Res. 1988;49(11):1800-1806.

  11. Angelos JA, Agulto RL, Mandzyuk B, Chigerwe M. Randomized controlled field trial to assess the efficacy of an intranasal Moraxella bovis cytotoxin vaccine against naturally occurring infectious bovine keratoconjunctivitis. Vaccine X. 2023;15:100378. doi:10.1016/j.jvacx.2023.100378