logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Ectoparasiticidas utilizados en grandes animales

PorJennifer K. Ketzis, PhD, Ross University School of Veterinary Medicine;
Michael W. Dryden, DVM, PhD, DACVM, Department of Diagnostic Medicine/Pathobiology, College of Veterinary Medicine, Kansas State University
Revisado/Modificado Modificado abr 2024
v3338757_es

Los ectoparásitos como los ácaros, las garrapatas, las pulgas y las moscas pueden ser causas graves de pérdidas de producción en animales debido a su presencia directa, así como servir como vectores de enfermedades. Reducir o eliminar los ectoparásitos mediante el uso de parasiticidas suele ser necesario para mantener la salud y prevenir las pérdidas económicas en los animales destinados al consumo humano.

La elección y el uso de los ectoparasiticidas dependen en gran medida de las prácticas de cría y mantenimiento, así como del tipo de ectoparásito que está causando la infestación. La selección del parasiticida más apropiado requiere la identificación precisa del parásito o un diagnóstico correcto en función de los signos clínicos. En algunos casos, el tratamiento de los animales afectados es suficiente, pero, en otros casos, se necesita el tratamiento y manejo del entorno.

El tratamiento directo del hospedador es más eficaz cuando todo el ciclo biológico de un ectoparásito se produce en el hospedador (por ejemplo, piojos, melófagos y ácaros). No obstante, los tratamientos pueden diferir en el caso de los ectoparásitos que se alojan en la piel, como Sarcoptes, a diferencia de los que viven en la superficie de la piel, como los piojos. Una vez que estos parásitos obligados se erradican, la reinfestación solamente puede producirse por contacto con otros animales infestados.

Los ectoparásitos con estadios que se producen en el hospedador (garrapatas, moscas, etc.) son menos fáciles de controlar. Solo una pequeña proporción de la población de ectoparásitos se puede tratar en el hospedador a la vez, y otros hospedadores pueden mantener dicha población. En el caso de los ectoparásitos, los efectos del tratamiento del hospedador y el control ambiental dependen del parásito.

Por ejemplo, el tratamiento de las moscas de los cuernos (Haematobia irritans) en el ganado vacuno puede ser eficaz debido a que las moscas están continuamente en los lomos y la parte inferior del ganado vacuno. Por el contrario, los mosquitos, las moscas de los establos (Stomoxys calcitrans) y muchas otras moscas solo se alimentan brevemente en el hospedador, lo cual disminuye el impacto de los ectoparasiticidas y los repelentes y aumenta la importancia del tratamiento y manejo del entorno de las zonas de reproducción de los parásitos.

Las larvas de determinadas moscas viven en la piel o en los tejidos de los animales y provocan miasis cutánea, y algunas larvas de moscas viven varios meses dentro de los animales (por ejemplo, larvas nasales, gástricas, gusanos del ganado y nódulos subcutáneos). Se pueden utilizar ectoparasiticidas y repelentes para disminuir la exposición a estos; sin embargo, los tratamientos contra las larvas pueden ser muy específicos, en especial con respecto al momento.

Los ectoparásitos estacionales pueden ser contrarrestados con tratamientos dirigidos a los momentos del año en los que se prevé que habrá actividad pico. En zonas con climas templados, las moscas se observan predominantemente desde el final de la primavera hasta el principio del otoño, las poblaciones de garrapatas tienden a aumentar en primavera y otoño, y las infestaciones por piojos y ácaros pueden ser más comunes durante los meses de otoño e invierno. El tratamiento específico de forma temprana contra estos ectoparásitos puede limitar las poblaciones y las enfermedades de los parásitos.

Los productos están disponibles para administración parenteral o para aplicación tópica mediante diversos sistemas de entrega, incluidos baños, aerosoles, soluciones de vertido, presentaciones epicutáneas, polvos para espolvorear y etiquetas auriculares. El método utilizado depende del parásito diana y del hospedador.

La mayoría de los ectoparasiticidas tópicos utilizados en los EE. UU. son pesticidas regulados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA); cabe distinguirlos de los productos regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU., ya que es ilegal utilizar un producto pesticida regulado por la EPA que sea incongruente con las instrucciones del prospecto. Específicamente, el uso extraoficial del medicamento (ELDU), según lo establecido en la Ley de Aclaración del Uso de Fármacos Medicinales en Animales (AMDUCA), no aplica a los ectoparasiticidas registrados ante la EPA. La agencia reguladora (EPA o FDA) debe ser identificable en el prospecto del producto. Además, los productos registrados ante la EPA se pueden encontrar en el Sistema Nacional de Recuperación de Información sobre Pesticidas (NPIRS).

Los efectos adversos en seres humanos y animales debido a la exposición a pesticidas registrados ante la EPA deben informarse a la agencia estatal a cargo de la regulación de pesticidas y notificar por correo electrónico a la EPA. La sospecha de uso extraoficial o ilegal de pesticidas registrados ante la EPA debe informarse a la agencia estatal a cargo de la regulación de pesticidas. El entorno normativo está cambiando a ectoparasiticidas con la posible transferencia de más de estos de la EPA a la FDA, lo cual cambiaría los requisitos de notificación de los efectos adversos.

Agentes quimioterapéuticos

La mayoría de los ectoparasiticidas son neurotoxinas, que ejercen su efecto sobre el sistema nervioso del parásito diana. Los utilizados en animales grandes se pueden agrupar de acuerdo con su estructura y modo de acción en organoclorados (en gran medida retirados de los mercados del mundo y prohibidos en EE. UU. para aplicaciones en animales de producción debido a sus efectos ambientales, los cuales no se analizan aquí) y los siguientes:

También existen varios compuestos útiles con efecto repelente más que insecticida entre los que están el butoxipolipropilenglicol y la N,N-dietil-3-metilbenzamida (DEET, anteriormente llamada N,N-dietil-metatoluamida).

Organofosforados y carbamatos en ectoparasiticidas

  • Los productos están disponibles como formulaciones tópicas, crotales y tratamientos en las instalaciones.

  • La eficacia depende del compuesto y la formulación específicos; la mayoría son eficaces contra las moscas, las larvas de mosca, los piojos, las garrapatas y los ácaros.

  • Las preocupaciones en torno a la toxicidad en seres humanos y animales han limitado el uso y la disponibilidad de estos compuestos. La atropina es el antídoto más comúnmente utilizado.

  • El uso y la disponibilidad también han disminuido debido a cuestiones ambientales.

Los organofosforados, que engloban un grupo numeroso de sustancias químicas, se encuentran disponibles para aplicación tópica (diclorvos, tetraclorvinfós, cumafós, triclorfón, fosmet y pirimifós), en crotales (clorpirifós, cumafós, diazinón y pirimifós) y para aplicaciones en las instalaciones. El cumafós todavía está aprobado para su uso como miticida contra los ácaros Varroa en las abejas melíferas, pero ya no se recomienda debido a la resistencia y a su acumulación en la cera de abejas.

Debido a cuestiones de seguridad (en animales, seres humanos y el medioambiente), solo unos pocos organofosforados aún se siguen utilizando para el tratamiento en los animales, y aquellos para aplicaciones no en animales están restringidos (por ejemplo, malatión).

Los organofosforados son generalmente activos contra larvas de mosca, moscas adultas, piojos, garrapatas y ácaros en animales de producción domésticos, aunque la actividad varía entre compuestos y formulaciones. En la tabla Organofosforados para ectoparásitos se proporciona una breve lista de algunos compuestos y su uso; no se incluyen todos los parásitos, y los detalles sobre el estado de producción en animales y los tiempos de retirada tampoco se incluyen. Se deben leer con atención todos los prospectos antes de su uso para garantizar el cumplimiento de todos los reglamentos vigentes.

Tabla
Tabla

Los organofosforados son ésteres neutros del ácido fosfórico o su análogo tiol que inhiben la acción de la acetilcolinesterasa (AChE) en las sinapsis colinérgicas y en las placas terminales musculares. El compuesto imita la estructura de la acetilcolina (ACh); cuando se une a la acetilcolinesterasa causa la transfosforilación de la enzima. La AChE transfosforilada es incapaz de destruir la ACh acumulada en la membrana postsináptica, provocando una parálisis neuromuscular. El grado de transfosforilación de la enzima ayuda a determinar la actividad del organofosforado. Finalmente, la AchE es metabolizada por sistemas enzimáticos oxidativos e hidrolíticos.

Los organofosforados pueden ser extremadamente tóxicos en animales y seres humanos, ya que inhiben la AChE y otras colinesterasas (consulte Toxicidad insecticida y acaricida). La toxicidad crónica resulta de la inhibición de la enzima esterasa diana de la neuropatía (NTE) o esterasa neurotóxica y está asociada con determinados compuestos.

La NTE hidroliza los ácidos grasos de los lípidos de membrana, la fosfotidilcolina. La inhibición de la NTE parece provocar cambios estructurales en las membranas neuronales y una disminución de la velocidad de conducción, que puede manifestarse como parálisis caudal en algunos animales. No se debe tratar a las razas bovinas sensibles a los organofosforados (por ejemplo, Charolés, Simmental y Brahman) con estos.

Los casos de intoxicación por organofosforados se tratan principalmente con atropina. También se puede utilizar cloruro de pralidoxima (2-PAM). Los organofosforados no deben usarse simultáneamente ni dentro de los pocos días antes o después del tratamiento o la exposición a otros fármacos, pesticidas o productos químicos que inhiban la colinesterasa. No deben aplicarse a animales jóvenes, enfermos, convalecientes o estresados.

Los insecticidas carbamatos se relacionan estrechamente con los organofosforados y son anticolinesterasas. A diferencia de los organofosforados, parecen provocar espontáneamente un bloqueo reversible sobre la AChE sin modificarla. El principal compuesto carbamato utilizado en medicina veterinaria es el propoxur, que se utiliza principalmente para los tratamientos en las instalaciones.

Los casos de intoxicación por carbamato se tratan con atropina. Se ha retirado el carbarilo del mercado veterinario, y el 2-PAM está contraindicado para el tratamiento de la intoxicación por carbamato debido a que ha demostrado empeorar los desenlaces.

Piretrinas y piretroides sintéticos en ectoparasiticidas

  • Los productos están disponibles en formulaciones tópicas, como baños, en crotales y como tratamientos en las instalaciones.

  • Ambos productos tienen actividad frente a moscas mordedoras y molestas, piojos y garrapatas en los animales de producción domésticos.

  • Se ha documentado resistencia con muchos piretroides; no obstante, su uso ha aumentado con un menor uso de organofosforados.

Las piretrinas naturales son derivados del piretro, una mezcla de alcaloides de Chrysanthemum spp. El extracto de piretro, preparado a partir de la cabeza de la flor del piretro, contiene varias moléculas conocidas colectivamente como piretrinas (piretrina I y II, cinerina I y II y jasmolina I y II).

Las piretrinas son moléculas lipofílicas que por lo general tienen una rápida absorción, distribución y excreción. Proporcionan un excelente bloqueo (muerte rápida) pero tienen una actividad residual mala por su inestabilidad. La piretrina I es el ingrediente más activo para matar, y la piretrina II la más rápida en el bloqueo de insectos. Se utilizan más frecuentemente en aerosoles de rápida acción y aplicaciones para instalaciones.

Los piretroides (a menudo clasificados como de primera a quinta generación) son sustancias químicas sintetizadas que siguen el modelo de la molécula natural de la piretrina. Son más estables, por lo que tienen una actividad residual más duradera y una potencia mayor que las piretrinas naturales. Se suelen combinar con agentes sinérgicos (por ejemplo, butóxido de piperonilo y N-octil biciclohepteno dicarboximida [MGK 264]; consultar compuestos misceláneos), lactonas macrocíclicas, organofosfatos y reguladores del crecimiento de los insectos.

En la tabla Piretroides para ectoparásitos se proporciona una breve lista de algunos piretroides y su uso; no se incluyen todos los parásitos, y los detalles sobre el estado de producción en animales y los tiempos de retirada tampoco se incluyen. Se deben leer con atención todos los prospectos antes de su uso para garantizar el cumplimiento de todos los reglamentos vigentes y para determinar las especies de moscas, garrapatas y piojos contra los cuales son eficaces los productos. Los gatos son particularmente vulnerables a la toxicidad de la permetrina; los productos etiquetados para otras especies no deben usarse en gatos. La disponibilidad de los productos con piretroides depende del país.

Tabla
Tabla

El modo de acción de las piretrinas y de los piretroides parece interferir en los canales de sodio de los axones nerviosos del parásito, lo cual provoca una repolarización tardía y, finalmente, parálisis. Los piretroides sintéticos se pueden dividir en dos grupos (tipos I y II en función de la presencia o ausencia de una fracción alfa-ciano):

  • Los compuestos de tipo I tienen un modo de acción similar al del diclorodifeniltricloroetano (DDT), que provoca la interferencia en la entrada axonal de Na+, lo que lleva a una repolarización tardía y una descarga repetitiva del nervio.

  • Los compuestos de tipo II también actúan en la entrada de Na+, pero sin causar descarga repetitiva.

La actividad letal de los piretroides parece implicar tanto a las neuronas periféricas como a las centrales, mientras que los efectos neuronales periféricos por sí solos probablemente producen el efecto de caída.

Por lo general, los piretroides son seguros en mamíferos y pájaros, pero son muy tóxicos para los peces y los invertebrados acuáticos. Existen preocupaciones sobre sus efectos ambientales, especialmente en relación a los ambientes acuáticos, lo que lleva a su retirada para baños de ovejas en algunos países. Los insecticidas piretroides disponibles para uso en grandes animales se consideran seguros, pero se aconseja seguir varias precauciones generales que aparecen en sus prospectos, en particular en relación a su eliminación y sus posibles efectos ecotoxicológicos.

Lactonas macrocíclicas (avermectinas y milbemicinas) en ectoparasiticidas

  • Los productos están disponibles en formulaciones tópicas, como crotales y en inyecciones subcutáneas e intramusculares.

  • La actividad endectocida depende del principio activo, de la fórmula del producto y del método de aplicación.

  • Excepto la abamectina (registrada ante la EPA), se registran ante la FDA.

  • Estos compuestos registrados ante la FDA se suelen denominar endectocidas debido a su actividad contra una amplia variedad de nematodos y artrópodos.

Las avermectinas y las estructuralmente relacionadas milbemicinas, conjuntamente conocidas como lactonas macrocíclicas, son productos de la fermentación del Streptomyces avermitilis y S. cyaneogriseus, respectivamente. Las avermectinas difieren químicamente unas de otras por las sustituciones en la cadena lateral del anillo lactona, mientras que las milbemicinas se diferencian de las avermectinas por la ausencia de un grupo azúcar en su esqueleto lactona.

Las lactonas macrocíclicas pueden administrarse por vía oral (PO), por vía parenteral o por vía tópica (epicutánea y transcutánea). El método de aplicación depende del hospedador y, en alguna medida, del parásito diana. En el ganado vacuno, por ejemplo, los productos endectocidas disponibles pueden administrarse PO, por inyección o vía tópica empleando presentaciones epicutáneas.

  • En general, las presentaciones epicutáneas son más eficaces contra los piojos (Linognathus, Haematopinus y, en cierta medida, Bovicola) y la mosca de la cabeza (Haematobia/lyperosia) que los compuestos equivalentes administrados por vía parenteral.

  • En las ovejas, la administración PO de algunos endectocidas tiene poco efecto frente a las infestaciones por ácaros psorópticos (Psoroptes ovis), pero la administración parenteral incrementa su actividad, lo cual proporciona protección y control en función del producto utilizado.

En la tabla Lactonas macrocíclicas para ectoparásitos del ganado vacuno se proporciona una breve lista de algunas lactonas macrocíclicas utilizadas para ectoparásitos del ganado vacuno. No se incluyen todos los ectoparásitos, y los detalles sobre el estado de producción en animales y los tiempos de retirada tampoco se incluyen. Se deben leer con atención todos los prospectos antes de su uso para garantizar el cumplimiento de todos los reglamentos vigentes y para determinar las especies de moscas, garrapatas, ácaros y piojos contra los cuales son eficaces los productos.

Además de los usos en la tabla, la ivermectina, administrada por vía subcutánea (SC) en el ganado porcino, es eficaz contra los piojos (Haematopinus suis) y los ácaros de la sarna (Sarcoptes scabiei suis), así como los barros (Oedemagena tarandi) en renos y larvas de moscas (Hypoderma bovis) en el bisonte americano. La ivermectina administrada PO o SC también se utiliza para tratar el Oestrus ovis (gusano de la nariz de las ovejas). La doramectina como inyección intramuscular para el ganado porcino es eficaz contra los piojos chupadores (H. suis) y los ácaros de la sarna (S. scabiei suis).

Tabla
Tabla

La vía de administración y la presentación del producto influyen en las tasas de absorción, metabolismo, excreción y en la subsiguiente biodisponibilidad y farmacocinética de cada compuesto individualmente. Las avermectinas y las milbemicinas son muy lipofílicas, propiedad que varía con solo mínimas modificaciones en la estructura o configuración molecular. Después de la administración, estos compuestos se almacenan en la grasa, desde donde se liberan, metabolizan y excretan lentamente.

La ivermectina se absorbe sistémicamente cuando se administra por vía PO, SC o dérmica; se absorbe en mayor grado y tiene una semivida mayor cuando se administra por vía SC o dérmica. La excreción de la molécula sin alterar se realiza principalmente a través de las heces, con <2 % eliminado en la orina de los rumiantes. En el ganado vacuno, la disminución de la absorción y la biodisponibilidad de la ivermectina administrada PO puede deberse a su metabolismo ruminal.

La afinidad de estos compuestos por la grasa explica su persistencia en el organismo y los largos periodos de protección conseguidos contra algunas especies de parásitos internos y externos. La prolongada semivida de estos compuestos también determina las concentraciones de residuos en carne y leche y los subsiguientes periodos de espera obligatorios tras el tratamiento de animales destinados a alimentación.

Las lactonas macrocíclicas se unen a los receptores de glutamato de los canales de cloruro activados por glutamato, lo que desencadena la entrada de iones Cl y la hiperpolarización de las neuronas del parásito, lo que conduce a una parálisis flácida. Estas moléculas tienen baja afinidad por los canales de cloruro activados por ligando de mamíferos y no atraviesan fácilmente la barrera hematoencefálica.

Formamidinas en ectoparasiticidas

El amitraz es la única formamidina que se emplea como ectoparasiticida. Parece que actúa mediante la inhibición de la enzima monoaminooxidasa y como agonista de los receptores de octopamina. La monoaminooxidasa metaboliza neurotransmisores aminados en garrapatas y arácnidos, y se cree que la octopamina modifica las contracciones tónicas musculares en los parásitos. El amitraz tiene un margen de seguridad relativamente amplio en mamíferos; los efectos adversos asociados más frecuentemente son la sedación, que puede acompañarse de efectos antagonistas del amitraz sobre receptores alfa​-2 en especies de mamíferos.

Amitraz está disponible en forma de aerosol o inmersión para su uso contra ácaros, piojos y garrapatas en animales domésticos de producción. Controla los piojos y la sarna en los cerdos y la sarna psoróptica en las ovejas. En el ganado vacuno, se ha utilizado en baños, pulverizaciones o vertidos para el control de especies de garrapatas de un solo hospedador y de múltiples hospedadores.

En baños de inmersión, el amitraz puede estabilizarse mediante la adición de hidróxido de calcio y mantenerse mediante métodos de reposición estándar para el control rutinario de las garrapatas. Un método alternativo implica el uso de formulaciones de reposición total en las que el baño de inmersión se repone con la concentración total de amitraz a intervalos semanales antes de su uso. El amitraz está contraindicado en caballos.

Cloronicotinilos y espinosinas en ectoparasiticidas

El imidacloprid es un insecticida cloronicotinilo, un derivado clorado sintetizado de la nicotina. El espinosad es un producto obtenido de la fermentación del actinomicete de tierra Saccharopolyspora spinosa. Ambos compuestos se unen a los receptores nicotínicos de la acetilcolina (pero en distintas localizaciones) en el SNC del insecto, lo que conduce a la inhibición de la transmisión colinérgica, parálisis y muerte.

El espinosad se ha desarrollado en algunos países para su uso en el ganado ovino con el fin de controlar el ataque de moscardas y los piojos. También se ha desarrollado como aerosol para instalaciones y formulación granular para el control de insectos. El espinosad ya no está disponible en formulaciones en el alimento o crotales en EE. UU., aunque está aprobado para su uso sistémico en perros y gatos en EE. UU.

Reguladores del crecimiento de los insectos y larvicidas en el alimento en ectoparasiticidas

Los reguladores del crecimiento de los insectos (IGR) constituyen un grupo de compuestos químicos que no matan directamente al parásito adulto, sino que interfieren en el crecimiento y desarrollo de diferentes etapas. Dado que actúan principalmente en las fases inmaduras del parásito, los IGR no suelen ser adecuados para el control rápido de poblaciones establecidas de parásitos adultos.

En los lugares en los que los parásitos muestran un claro patrón estacional, los IGR pueden aplicarse antes a cualquier posible ataque como medida preventiva. Son muy utilizados en el control de las moscardas en las ovejas. Algunos se incorporan en alimentos para evitar el desarrollo de moscas en el estiércol.

En función de su modo de acción, los IGR se pueden dividir en las siguientes categorías:

  • Inhibidores de la síntesis de la quitina (benzoilfenil ureas)

  • Inhibidores de la quitina (derivados de triazina/pirimidina)

  • Análogos de la hormona juvenil (S-metopreno, piriproxifeno)

Se han introducido varias benzoilfenil ureas para controlar los ectoparásitos. La quitina es un aminopolisacárido complejo y un componente fundamental de la cutícula de los insectos. Durante cada muda, tiene que formarse nuevamente a partir de la polimerización de moléculas de azúcar individuales. El mecanismo exacto de acción de las ureas benzoilfenólicas no se conoce completamente. Inhiben la síntesis de quitina pero no tienen efecto sobre la enzima quitina sintetasa. Se ha sugerido que interfieren en el montaje de las cadenas de quitina para formar microfibrillas. Cuando las etapas inmaduras del insecto se exponen a estos compuestos, no son capaces de completar la ecdisis y mueren durante la muda.

Las benzoilfenil ureas también parecen tener un efecto transovárico. Las hembras de insectos expuestas producen huevos en los que se incorpora el compuesto a los nutrientes del huevo. El desarrollo del huevo tiene lugar con normalidad, pero las nuevas larvas desarrolladas son incapaces de eclosionar. Las benzoilfenil ureas muestran un amplio espectro de actividad contra los insectos pero tienen relativamente poca eficacia contra garrapatas y ácaros. La excepción es el fluazurón, que tiene mayor actividad contra las garrapatas y algunas especies de ácaros.

Las benzoilfenil ureas son moléculas altamente lipofílicas. Cuando se administran al hospedador, se acumulan en la grasa del organismo, desde donde se liberan lentamente al torrente sanguíneo y se excretan prácticamente inalteradas.

El diflubenzurón y el flufenoxurón se utilizan para prevenir el ataque de moscardas en el ganado ovino. El diflubenzurón está disponible en algunos países como un concentrado emulsificable para su uso en forma de baños o duchas. Es más eficaz frente a larvas de la primera fase que frente a las de la segunda y tercera fase y, por consiguiente, se recomienda su uso como preventivo, lo cual proporciona protección durante 12–14 semanas. También puede tener capacidad para controlar algunas de las principales plagas de insectos como las de las moscas tsetsé.

El fluazurón está disponible en algunos países para su empleo en el ganado vacuno como un inhibidor del desarrollo de las garrapatas. Cuando se aplica en forma epicutánea, proporciona protección a largo plazo contra la garrapata de un solo hospedador, Rhipicephalus (anteriormente Boophilus) microplus.

Los derivados de la triazina y la pirimidina son compuestos estrechamente relacionados que también son inhibidores de la quitina. Difieren de las benzoilfenil ureas tanto en estructura química como en el mecanismo de acción (es decir, parecen alterar la acumulación de quitina en la cutícula en lugar de alterar su síntesis).

La ciromazina, un derivado de la triazina, es eficaz contra las larvas de moscardas en ovejas y corderos y también contra otros Diptera como moscas domésticas y mosquitos. En las dosis recomendadas, la ciromazina solo muestra una actividad limitada contra los picos de infestación establecidos y, por lo tanto, debe usarse de forma preventiva. Las moscardas suelen poner huevos en el vellón húmedo de las ovejas tratadas. Aunque las larvas son capaces de eclosionar, las larvas jóvenes entran inmediatamente en contacto con la ciromazina, que impide la muda hasta el siguiente estadio.

La eficacia de una preparación en forma epicutánea de ciromazina no depende de factores como el clima, la longitud del vellón y de si el vellón está húmedo o seco. El control puede mantenerse hasta 13 semanas después de una única aplicación en forma epicutánea o más tiempo cuando la ciromazina se aplica en forma de baños o duchas.

El diciclanil, un derivado de la pirimidina, es muy activo frente a las larvas de dípteros. Una presentación epicutánea, disponible en algunos países para el control de las moscardas en las ovejas, proporciona hasta 20 semanas de protección.

Los análogos de la hormona juvenil imitan la actividad de las hormonas juveniles de forma natural y evitan la metamorfosis al estadio adulto. Una vez que la larva está completamente desarrollada, las enzimas del sistema circulatorio del insecto destruyen las hormonas juveniles endógenas, promoviendo un rápido desarrollo a la etapa adulta. Los análogos de las hormonas juveniles se unen a los receptores de la hormona juvenil, pero debido a que son estructuralmente distintas, no pueden ser destruidas por las esterasas del insecto. La metamorfosis y el desarrollo posterior hacia la fase adulta no tiene lugar. El S-metopreno es un compuesto terpenoide con una toxicidad muy baja en mamíferos que simula una hormona juvenil del insecto y se utiliza como un larvicida alimentario para controlar la mosca de los cuernos (Haematobia) en el ganado vacuno.

Compuestos misceláneos en ectoparasiticidas

El butóxido de piperonilo y el MGK 264 (N-octil biciclohepteno dicarboximida) se utilizan como aditivos sinérgicos en el control de plagas de artrópodos. Por lo general, se formulan junto con insecticidas como las piretrinas. El grado de potenciación de la actividad insecticida está relacionado con la proporción de los componentes en la mezcla; al incrementarse la proporción de butóxido de piperonilo o MGK 264, la cantidad de piretrinas necesaria para provocar el mismo nivel de mortalidad disminuye.

La actividad insecticida de otros piretroides, en particular de los agentes bloqueantes, también puede incrementarse por la adición de butóxido de piperonilo o MGK 264. El butóxido de piperonilo inhibe el sistema enzimático microsomal de algunos artrópodos y es eficaz contra algunos ácaros. Además de tener una baja toxicidad sobre los mamíferos y un largo historial de seguridad, se degrada rápidamente en el entorno.

Varios productos procedentes de fuentes naturales, así como compuestos sintéticos, se han empleado como repelentes de insectos, incluidos los siguientes compuestos:

  • Cinerinas

  • Piretrinas y jasmolinas

  • Aceite de citronela

  • Di-N-propil isocinchomeronato

  • Butoxipolipropilenglicol

  • Picaridina

  • N,N-dietil-3-metilbenzamida (DEET)

  • Dimetilftalato (DMP)

Las ventajas del uso de repelentes aumentan a medida que las autoridades legislativas y competentes se vuelven más restrictivas hacia el uso de pesticidas convencionales. Se utilizan principalmente para proteger a los caballos frente a artrópodos chupadores de sangre, en especial jejenes (Culicoides).

Los insecticidas pueden emplearse para el control ambiental de algunos insectos aplicándolos a las instalaciones. La feromona de los insectos (Z)-9-tricoseno se incluye en algunos productos para atraer a los insectos al lugar de aplicación.

Control integrado

Los ectoparasiticidas registrados ante la FDA y algunos registrados ante la EPA deben tener una eficacia de al menos el 90 %, con el requisito de tener una mayor eficacia contra algunos parásitos. Los ectoparásitos que siguen estando en un animal después del tratamiento pueden guardar relación con la presión de la población, el desarrollo de resistencia o el uso incorrecto. El desarrollo de resistencia a los ectoparasiticidas en garrapatas, moscas y piojos, junto con el desarrollo de resistencia a los parasiticidas en otros insectos, es una preocupación creciente. Se necesita el monitoreo de la eficacia de los ectoparasiticidas en una granja para entender el desarrollo de resistencia.

Se ha documentado resistencia contra casi todas las clases de sustancias químicas utilizadas como ectoparasiticidas. Por ello, el control de los ectoparásitos requiere un enfoque integrado que no se base únicamente en los ectoparasiticidas. Una buena nutrición, la cría de los animales de producción en función de la resistencia a los ectoparásitos, un menor hacinamiento de los animales y un buen manejo e higiene son todos requisitos para el control eficaz de los ectoparásitos, junto con un manejo de pastos eficaz para ayudar a disminuir la presión de la población. De estar disponibles, los larvicidas en el alimento también desempeñan un rol en el control de las moscas en la población. Los métodos biológicos y las vacunas, a medida que se vuelven disponibles, deben incorporarse a los programas de control.

Los métodos que se deben utilizar en un programa integrado de manejo de plagas dependen del sistema de producción y la ubicación geográfica. En todos los casos, el objetivo es maximizar el control de ectoparásitos y minimizar el uso de pesticidas.

Control biológico de los ectoparásitos

El uso de patógenos biológicos naturales (por ejemplo, nematodos, avispas parásitas, bacterias, hongos y virus) ofrece enfoques adicionales para el manejo de ectoparásitos y puede ser útil en un sistema integrado de manejo de plagas, en especial frente a la creciente resistencia a los ectoparasiticidas. Bacillus thuringiensis se ha utilizado en ovejas para prevenir el ataque de moscardas y los piojos del cuerpo, y existen formulaciones específicas para el control de moscas Musca spp. Las avispas parásitas, que ponen huevos en pupas de mosca, también están disponibles comercialmente.

Otros métodos de control biológico se están investigando e incluyen patógenos fúngicos, como Metarhizium anisopliae, para el control de garrapatas en animales de producción y ácaros en el ganado vacuno y ovino, y Wolbachia para diversos ectoparásitos. El momento de la aplicación y la correcta integración con control químico son importantes para lograr el mejor efecto de los productos biológicos.

Vacunas contra las garrapatas para ectoparásitos

Las vacunas contra las garrapatas se han estado desarrollando durante muchos años. La primera vacuna desarrollada y disponible comercialmente fue en Australia. Desde entonces, se ha detenido la producción de esta vacuna. Las vacunas contra las garrapatas sobre las cuales hay información disponible se basan en la glucoproteína BM86. Estas vacunas son eficaces contra Rhipicephalus (anteriormente Boophilus) annulatus y R. microplus, según la vacuna específica. 

En la actualidad, hay una vacuna comercial contra las garrapatas, que está disponible solo en algunos países del Caribe y de América del Sur. En EE. UU. la única vacuna contra las garrapatas, eficaz contra R. annulatus y R. microplus, está registrada ante el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) y solo está disponible a través del USDA, quien la administra. La vacuna se utiliza en programas de control y erradicación de las garrapatas de la fiebre en el ganado vacuno Texas y es un suplemento de los ectoparasiticidas, no un reemplazo de estos.

Control fuera del hospedador para ectoparásitos

El control de las poblaciones de especies de plagas de artrópodos mediante el uso de trampas y dianas (pantallas), por lo general acompañadas de cebos semioquímicos, se ha considerado ampliamente para parásitos como las garrapatas o las moscas. El objetivo es atraer y matar las plagas objetivo en número apropiado durante las etapas en las que están fuera del hospedador. Este enfoque se ha utilizado como un componente de la erradicación de la mosca primaria del gusano barrenador, Cochliomyia hominivorax, de América del Norte y para el control de la mosca de los cuernos, Haematobia irritans.

Dado el gran número de hembras adultas que se han de atraer y sacrificar para lograr un manejo eficaz de la población, esto a menudo no es posible con los cebos visuales y olfatorios disponibles. Una excepción notable es el control de la mosca tsetsé (Glossina spp.), para las cuales se pueden lograr altos niveles de control debido a su muy baja tasa de reproducción y a la disponibilidad de cebos y trampas altamente eficaces.

En Australia, está disponible comercialmente una trampa para atrapar Lucilia cuprina. La capacidad de este sistema de trampas y cebos para suprimir las poblaciones de moscas y disminuir la incidencia de las picaduras se ha investigado en el hemisferio sur con resultados variables.

Otros enfoques de control fuera del hospedador incluyen el uso de productos biológicos que afectan, por ejemplo, el desarrollo de pupas de mosca, el compostaje de materia fecal y orgánica para aumentar la cantidad de agentes biológicos que afectan a las moscas y el desarrollo de tratamientos. Los enfoques de control fuera del hospedador deben incorporarse en sistemas integrados de manejo de plagas para ectoparásitos que pasan mucho tiempo fuera del hospedador y, cuando corresponda, desde una perspectiva del manejo de animales de producción (por ejemplo, cuando los animales pasan una cantidad de tiempo importante alojados en interiores).

Restricciones de seguridad

Algunos ectoparasiticidas deben ser utilizados únicamente por un veterinario o bajo su supervisión; otros están disponibles directamente al público a través de distribuidoras agrícolas y farmacéuticas. En el caso de aquellos registrados ante la EPA, el uso extraoficial del medicamento, según lo establecido en la Ley de Aclaración del Uso de Fármacos Medicinales en Animales (AMDUCA), no aplica. Los productos registrados ante la EPA no se pueden utilizar de forma extraoficial.

Los prospectos de los ectoparasiticidas contienen información explícita sobre los siguientes puntos:

  • Peligros para animales, seres humanos y el medioambiente.

  • Almacenamiento de insecticida no utilizado.

  • Descarte del envase.

  • Periodos de supresión de la producción de carne y leche.

El prospecto es la principal fuente de información sobre los usos e instrucciones de seguridad de cada insecticida, que deben seguirse cuidadosamente. Es importante conocer y cumplir las restricciones de seguridad para prevenir la intoxicación o la lesión de los animales tratados, los seres humanos y el medioambiente. Consulte Toxicidad insecticida y acaricida e Intoxicación por insecticidas de origen vegetal en animales.

Se aplican restricciones a muchos de los ectoparasiticidas destinados a animales comestibles, para asegurar la ausencia de residuos no permitidos en los productos destinados al consumo humano. Estas restricciones pueden precisar que los animales no se sacrifiquen durante periodos prescritos tras la administración del producto o que la sustancia no se utilice en animales productores de leche para consumo humano. Las etiquetas y los prospectos de todos los productos contienen instrucciones específicas sobre las restricciones, incluidos los periodos de supresión, que deben cumplirse.

Conceptos clave

  • La correcta identificación de los ectoparásitos es necesaria para elegir el mejor enfoque de tratamiento y prevención.

  • El control y tratamiento ambientales y las prácticas de manejo de animales pueden ser tan importantes como el tratamiento de los animales para los ectoparásitos que pasan una cantidad de tiempo limitada en el hospedador.

  • Entender los ciclos biológicos y la estacionalidad de los ectoparásitos permite lograr tratamientos específicos que previenen el desarrollo de altas poblaciones y disminuyen el riesgo de transmisión de enfermedades.

  • Los repelentes, los ectoparasiticidas no sistémicos y los reguladores del crecimiento de los insectos pueden ser eficaces para los ectoparasiticidas que pasan una cantidad de tiempo limitada en el hospedador.

  • Los ectoparasiticidas sistémicos pueden ser eficaces para ectoparásitos que se alojan en la piel o se alimentan de sangre.

  • Muchos ectoparasiticidas pueden ser tóxicos para el hospedador y tener efectos ambientales adversos. Seguir el prospecto es fundamental para proteger la salud de los animales y de los seres humanos, y el medioambiente.

  • La disponibilidad de los ectoparasiticidas varía según el país y, dentro de EE. UU., según el estado. Los servicios estatales de extensión cooperativa suelen tener listados de los productos disponibles en ese estado.

Para más información