logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Examen previo a la compra de rumiantes y cerdos

PorBret D. Marsh, DVM, Indiana State Board of Animal Health
Revisado/Modificado may 2022

También ver Bioseguridad.

La compra y venta de ganado vacuno, ovino, caprino, cérvidos y porcino es fundamental para el dinamismo de la industria ganadera mundial, y la salud de los animales que se van a vender o trasladar a otras instalaciones es crucial. El comprador, el vendedor, los funcionarios de sanidad animal y otras personas que participen en las transacciones de ganado quieren asegurarse de que los animales están sanos y de que no introducirán enfermedades en el nuevo rebaño o la zona.

En EE. UU., cada estado tiene requisitos sanitarios específicos que deben cumplirse para trasladar legalmente a un animal al estado. Dado que estos requisitos cambian con frecuencia en respuesta a los esfuerzos de un estado para proteger a su población animal, siempre se recomienda ponerse en contacto con la Office of the State Veterinarian del estado de destino antes de un traslado. A los animales que llegan a un estado sin la certificación sanitaria adecuada, probablemente se les pondrá en cuarentena hasta que se puedan realizar las pruebas e inspecciones adecuadas. En casos excepcionales, se puede eutanasiar a los animales por el riesgo que suponen para la población animal del estado.

El estado de destino puede requerir declaraciones adicionales sobre los animales del envío. Estas declaraciones, que suelen proporcionar información adicional sobre los animales y su origen, se incluyen en el certificado de inspección veterinaria (CIV). Para algunas especies también puede ser necesario un número de autorización. En conjunto, estos documentos adicionales proporcionan garantías de que los animales cumplen o superan los requisitos del estado.

Debido al progreso continuo en los programas de erradicación de la brucelosis, la tuberculosis y la pseudorrabia en EE. UU., a muchos estados los ha declarado indemnes de estas enfermedades el USDA. Cuando un estado es declarado indemne de enfermedad, otros estados pueden renunciar al requisito de realizar pruebas individuales para esta enfermedad a los animales y, en su lugar, los aceptarán en función del estatus del estado de origen. Si a un rebaño o a una manada se le ha declarado indemne a una enfermedad, incluyendo la clasificación de acreditado indemne, el certificado indemne o el calificado indemne, muchos estados podrán renunciar a realizar una prueba individual de los animales para la enfermedad específica.

El CIV electrónico, especialmente cuando se combina con dispositivos de identificación por radiofrecuencia (RFID) utilizados como identificación oficial, reduce el tiempo necesario para preparar y entregar la documentación requerida. Aunque actualmente no se exigen dispositivos RFID para el movimiento interestatal de animales, se requiere un sistema de identificación oficial para cada animal. Si un estado tiene requisitos específicos de identificación, podrán conocerse contactando con el funcionario de sanidad animal del estado de destino.

Muchos países también tienen normativas sanitarias específicas para los animales importados. Estas normativas se han elaborado para proteger a la población animal de un país, por las mismas razones por las que cada estado en EE. UU. ha establecido requisitos específicos de importación. La OMS (Organización Mundial de Sanidad Animal) elabora las normas internacionales para el movimiento de animales y productos animales.

El jefe de los servicios veterinarios (JSV) de cada país es responsable de la protección de la salud de la población animal de ese país, así como de la salud pública en el caso de enfermedades zoonóticas. Los requisitos de sanidad animal del país de destino pueden obtenerse poniéndose en contacto con el JSV de ese país o contactando con la oficina del USDA Area Veterinarian in Charge (AVIC), presente en casi todos los estados. El AVIC tiene acceso a los requisitos de sanidad animal de todos los destinos extranjeros. La mayoría de los CVI preparados para animales que se envían desde EE. UU. a otro país deben contar con la aprobación del AVIC antes de que los animales abandonen el estado de origen. De manera similar, las personas fuera de EE. UU. que deseen enviar animales a EE. UU. deben comunicarse con las autoridades de sanidad animal de su país para determinar los requisitos para enviar animales a EE. UU. Los animales que no vayan acompañados de la documentación adecuada serán detenidos o rechazados en la frontera o en el punto de desembarque.

No es raro que una exhibición, venta o contratación directa tengan requisitos para el movimiento de animales que superen los del estado o país de destino. Para determinar estos requisitos específicos, se debe contactar con el organizador del evento o con el comprador del animal.

El programa de acreditación veterinaria del USDA facilita el movimiento de animales mediante la contratación de veterinarios privados. Este sistema ha reducido la necesidad de que los organismos estatales y federales de sanidad animal presten estos servicios esenciales a los ganaderos. El veterinario acreditado es el responsable último de la veracidad de cualquier documento presentado y de certificar que a los animales se les ha inspeccionado y no presentan signos de enfermedades infecciosas, contagiosas o transmisibles.

En el reconocimiento de un animal antes de su venta, hay que destacar varios aspectos:

  • El veterinario trabaja para la persona que paga los honorarios (por lo general el posible comprador), y es esa persona la que tiene derecho a la información obtenida a través del examen y las pruebas. La persona responsable de remunerar al veterinario debe ser informada del coste antes de la inspección.

  • El propósito para el que se va a utilizar el animal debe establecerse claramente antes del examen.

  • El veterinario que realice el examen debe tener conocimientos no solo sobre el cuidado y el tratamiento de los animales, sino también sobre el propósito para el que van a utilizarse.

Debido a la posibilidad de acciones legales contra los veterinarios, estos pueden optar por no proporcionar un informe escrito de los reconocimientos previos a la compra. Sin embargo, se debe dejar constancia por escrito de los resultados, ya que pueden ser necesarios en el futuro. La responsabilidad del veterinario es proporcionar información e identificar las anomalías; el posible comprador debe tomar la decisión de comprar. El posible comprador también puede designar un segundo veterinario para que realice una inspección adicional.

El examen se divide en tres partes: historial, examen clínico y exámenes especiales o pruebas de diagnóstico.

Obtención de la anamnesis durante el examen previo a la adquisición de rumiantes y cerdos

Se debe obtener el historial completo interrogando al vendedor, examinando los registros del vendedor y observando el resto del rebaño o manada y las condiciones de manejo. Se debe anotar la raza, el sexo, la edad, el color, las marcas, los tatuajes, los crotales, las etiquetas y otros elementos de identificación del animal. Si procede, hay que comprobar los documentos de registro y establecer definitivamente la identidad del animal.

En un animal destinado a la reproducción, se debe considerar también el registro del semental y de la madre del animal, incluida su capacidad reproductiva, la posibilidad de que existan defectos hereditarios en el linaje al que pertenece cada uno y, si están muertos, la causa de sus muertes. Además, se han de revisar los registros de reproducción del animal en cuestión para determinar su fertilidad. Deben examinarse los registros de reproducción del rebaño de origen del animal en busca de evidencias de alteraciones que puedan afectar a la reproducción. Si el animal es una hembra adulta, han de anotarse las fechas de cubrición y del estado de gestación, si procede.

Se deben examinar los registros para determinar si el animal ha sufrido enfermedades, lesiones (junto con su gravedad) o procedimientos quirúrgicos anteriores. Se han de documentar las vacunaciones previas, así como el tipo y la fecha de administración. Debe determinarse la salud del rebaño o manada de origen y los posibles contactos con otros animales antes de la venta, porque los animales así expuestos podrían estar en periodo de incubación de una enfermedad. También se ha de establecer si el animal recibió fármacos o medicación que pudieran alterar su estado normal. Si esto no se puede establecer por el historial, la prudencia aconseja efectuar pruebas para detectar la presunta medicación.

Exámenes y pruebas previas a la adquisición de rumiantes y cerdos

Deben examinarse todas las zonas del cuerpo de un animal y sus funciones durante un proceso previo de adquisición. La exploración física ha de establecer el estado de salud actual del animal y la situación de cada sistema orgánico.

Algunas pruebas de diagnóstico se realizan en el momento de la venta para satisfacer los requisitos del estado o país de destino, pero el vendedor, el comprador u otras personas involucradas en la transacción pueden requerir pruebas de diagnóstico adicionales y exámenes especiales. También puede ser necesario realizar pruebas adicionales en función de los hallazgos del examen clínico. Cuando determinadas enfermedades no están presentes en la zona del vendedor, pero son endémicas en el área del comprador, a menudo se exige la vacunación (si está disponible) contra esas enfermedades específicas antes del traslado. El CIV elaborado tras el examen debe reflejar con precisión los hallazgos del veterinario.

Si se va a comprar un macho con fines reproductivos, se ha de realizar un examen completo sobre su aptitud reproductiva.