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Gammapatías en animales

PorIan Rodney Tizard, BVMS, BSc, PhD, DSc (Hons), DACVM, Department of Veterinary Pathobiology, College of Veterinary and Biomedical Sciences, Texas A&M University
Revisado/Modificado Modificado ene 2024
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Las gammapatías son afecciones en las que los niveles de inmunoglobulina sérica están muy elevados. Pueden clasificarse en gammapatías policlonales (el aumento afecta a todas las clases principales de inmunoglobulinas) o monoclonales (aumento homogéneo de una única clase de inmunoglobulina).

Las gammapatías policlonales resultan de la estimulación crónica del sistema inmunitario. Por lo tanto, pueden estar causadas por lo siguiente:

  • Piodermias crónicas.

  • Infecciones víricas, bacterianas o fúngicas crónicas.

  • Enfermedades bacterianas granulomatosas.

  • Abscesos.

  • Infecciones parasitarias crónicas.

  • Enfermedades rickettsiales crónicas, como la pancitopenia tropical canina.

  • Enfermedades inmunitarias crónicas, como el lupus eritematoso sistémico, la artritis reumatoide y la miositis.

  • neoplasia.

En numerosos casos no se detecta una causa predisponente obvia. En algunos pacientes, la gammapatía puede ser inicialmente monoclonal, debido al predominio de una única clase de inmunoglobulina (por lo general IgG). Esto se ha observado en gatos con peritonitis infecciosa felina sin derrame y en perros con pancitopenia tropical canina crónica.

Las gammapatías monoclonales se caracterizan por la producción de grandes cantidades de una única inmunoglobulina. Las gammapatías monoclonales pueden ser benignas (es decir, no se asocian a enfermedades subyacentes) o, más comúnmente, estar asociadas con tumores de células plasmáticas secretoras de inmunoglobulinas (mielomas).

Los tumores que segregan anticuerpos monoclonales se originan a partir de células plasmáticas. Estos mielomas pueden secretar proteínas intactas de cualquier clase de inmunoglobulina, o subunidades de inmunoglobulinas (cadenas ligeras o pesadas). En el perro, las proteínas del mieloma suelen ser IgG o IgA y, con menor frecuencia IgM. En el gato y el caballo, las proteínas del mieloma son habitualmente IgG y, raras veces, IgM, IgG3 (caballos) o IgA.

Los signos clínicos dependen de la localización y gravedad de la neoplasia primaria, y de la cantidad y del tipo de inmunoglobulina secretada. Los mielomas de células plasmáticas suelen desarrollarse en las cavidades medulares de los huesos planos del cráneo, las costillas, la pelvis y en las vértebras, lo que ocasiona una erosión ósea grave. Las fracturas patológicas pueden causar dolor espinal y cojera.

La enfermedad puede resultar de la presencia de la propia proteína monoclonal. Por ejemplo, algunas formas de amiloidosis se deben al depósito de cadenas ligeras de inmunoglobulina en los tejidos (amiloide AL).

El síndrome de hiperviscosidad se observa en el 20 % de los perros con proteínas monoclonales IgM o IgA si las concentraciones proteicas en la sangre son altas. En este síndrome, la viscosidad del plasma puede ser muchas veces mayor que el valor normal, lo que provoca trastornos vasculares profundos, trombosis y hemorragias. Como resultado de las hemorragias en el sistema nervioso y la retina pueden desarrollarse depresión, ceguera y manifestaciones neurológicas.

Algunas proteínas monoclonales IgM son crioglobulinas y se aglutinan in vitro e in vivo cuando se enfría el plasma. En los pacientes con crioglobulinemia suelen producirse desprendimientos gangrenosos de las puntas de las orejas, párpados, dedos y punta de la cola, especialmente durante las estaciones frías.

Los animales con gammapatías monoclonales pueden presentar concentraciones bajas de inmunoglobulinas normales y son, por lo tanto, inmunodeficientes.

Por lo general, los tumores que segregan inmunoglobulinas se suelen tratar con quimioterapia adecuada. En los pacientes con signos clínicos del síndrome de hiperviscosidad, es necesario efectuar plasmaféresis para reducir la viscosidad del suero.

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