La luxación de la articulación coxofemoral es relativamente rara en los caballos debido al fuerte soporte ligamentoso proporcionado a la articulación por el ligamento redondo y el ligamento femoral accesorio, así como por el labio fibrocartilaginoso que rodea el acetábulo. Esta lesión suele ser secundaria a un traumatismo en caballos. Las luxaciones son mucho más frecuentes en ponis pequeños, como los ponis Shetland, en los que la luxación de la articulación coxofemoral se ha descrito con frecuencia secundaria a la fijación hacia arriba de la rótula. La fractura del borde acetabular dorsal puede acompañar a la luxación. Las luxaciones suelen ir acompañadas de una alteración característica del aspecto de las extremidades. Las luxaciones de la articulación coxofemoral se tratan mejor mediante una reducción cerrada bajo anestesia general, aunque es probable que solo tenga éxito si la reducción se realiza poco después de la lesión. Puede ser difícil mantener la reducción en su lugar mediante la recuperación de la anestesia general y, aunque se ha recomendado el uso de técnicas quirúrgicas o arnés de Ehmer, no se ha demostrado que una sola técnica tenga éxito. El pronóstico para el retorno a la función atlética después de la luxación coxofemoral es muy reservado. En ponis pequeños la reducción cerrada ha permitido que los animales se conviertan en animales de pastoreo cómodos.