logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Brucelosis en perros

PorGreg Burns, DVM, DACT, Colorado State University, College of Veterinary Medicine and Biomedical Sciences
Revisado/Modificado Modificado mar 2024
v3292551_es
La brucelosis es una enfermedad venérea importante que afecta a muchas especies, incluidos los perros. Los signos clínicos incluyen infertilidad, aborto, muerte fetal, placentitis, metritis, epididimitis, prostatitis y orquitis. Si no se opta por la eutanasia, el tratamiento incluye la esterilización y el uso de antimicrobianos; sin embargo, la infección se considera permanente y se requiere un monitoreo continuo. La brucelosis es una enfermedad zoonótica.

La brucelosis es una infección causada por bacterias del género Brucella La brucelosis afecta a muchas especies, incluidos los perros. El potencial zoonótico también es un factor importante que debe considerarse.

Etiología de la brucelosis en perros

La brucelosis canina es una enfermedad zoonótica causada por la infección con la bacteria Brucella canis (B. canis), un cocobacilo pequeño, intracelular, gramnegativo y aeróbico que no forma esporas. 

Aunque los perros pueden infectarse ocasionalmente con otras especies de Brucella (como B. melitensis, B. abortus, B. suis, etc.), generalmente a causa de la exposición a animales de producción domésticos infectados, los perros son el huésped preferido de B. canis.

Fisiopatología

Una vez que un perro está infectado, el organismo es captado por el sistema reticuloendotelial, donde permanece intracelular y viaja a los ganglios linfáticos, el bazo y el hígado. La bacteriemia ocurre inicialmente de 1 a 4 semanas después de la exposición y típicamente disminuye de 3 a 4 meses después de la infección. Sin embargo, la bacteriemia puede persistir hasta 18 meses y puede aumentar y disminuir durante años. La seroconversión generalmente ocurre de 2 a 4 semanas después de la infección, pero puede tardar hasta 2 o 3 meses. 

Los órganos reproductivos, incluidos los testículos, la próstata, los epidídimos, el útero y la placenta, son los órganos diana de B. canis.  

Epidemiología de la brucelosis en perros

B. canis fue identificada por primera vez en Estados Unidos en 1966 y ahora se encuentra en todo el mundo. 

La transmisión venérea es uno de los principales modos de transmisión de B. canis en los perros. La transmisión también puede ocurrir por ingestión o a través de la piel lesionada tras la exposición a tejidos abortados contaminados (placenta, fetales, etc.) o líquidos vaginales (incluida la secreción vaginal durante el estro). 

Además, se considera que la transmisión conjuntival y oronasal es posible a través de la exposición a leche infectada, líquidos seminales y orina. También se ha informado de transmisión por aerosol en entornos de perreras y laboratorios, así como de propagación a través de fómites en ciertas condiciones. 

Signos clínicos de la brucelosis en perros

Los signos clínicos de la brucelosis en los perros suelen estar asociados con el tracto reproductivo e incluyen infertilidad, aborto (típicamente en el último tercio, entre los 45 y 55 días, pero puede ocurrir en cualquier etapa de la gestación), muerte fetal, placentitis, metritis, epididimitis, prostatitis y orquitis. 

La enfermedad puede permanecer en estado subclínico durante años en animales sin actividad reproductiva o esterilizados. Sin embargo, debe contemplarse en animales con ciertas anomalías oculares (blefarospasmo recurrente, miosis y uveítis) y trastornos osteomusculares como artritis o espondilodiscitis. Estas anomalías se deben a la reacción inmunitaria alrededor de la deposición de antígeno-anticuerpo en las arterias terminales. 

Algunos animales pueden presentar signos clínicos inespecíficos, como letargo, pelaje en mal estado, linfadenopatía generalizada y fiebre. Sin embargo, la fiebre no es un hallazgo clínico característico en los perros, como lo es en otras especies.

Perlas y trampas

  • La fiebre no es un hallazgo clínico característico en los perros, como lo es en otras especies.

Diagnóstico de la brucelosis en perros

  • Estudios complementarios de diagnóstico

  • Serología

El diagnóstico definitivo de la brucelosis en los perros sigue siendo un desafío. Los resultados de las pruebas de rutina, como la bioquímica sérica, el hemograma completo (CBC) y el análisis de orina, suelen ser normales. El método de referencia para el diagnóstico es la demostración del agente causante, B. canis, mediante aislamiento o identificación utilizando técnicas de cultivo o prueba de PCR. 

El microorganismo se encuentra en grandes cantidades en los tejidos reproductivos de los animales afectados, incluidos los tejidos abortados. También se puede encontrar en secreciones vaginales, semen, leche y sangre (especialmente en la fase aguda de la bacteriemia). Sin embargo, los métodos diagnósticos directos presentan desafíos, incluidos la bioseguridad (gran potencial zoonótico) y la posible baja cantidad de bacterias (bacteriemia intermitente, naturaleza intracelular, eliminación intermitente), lo que puede arrojar resultados falsos negativos. 

La serología, que incluye lo que se menciona a continuación, se utiliza con frecuencia junto con el cultivo o la prueba de PCR en las pruebas diagnósticas iniciales, así como en los protocolos de cribado y vigilancia:

  • Aglutinación rápida en portaobjetos (RSAT)

  • Prueba de aglutinación rápida en portaobjetos con 2-mercaptoetanol (2ME-RSAT)

  • Prueba de aglutinación en tubo (TAT)

  • Prueba de inmunodifusión en gel de agar (AGID)

  • Prueba de anticuerpos fluorescentes (IFA)

  • ELISA

  • Prueba multiplex de Brucella canina (CBM)

Tratamiento de la brucelosis en perros

No se conoce ningún tratamiento para la brucelosis en perros que sea completamente eficaz en lo que respecta a la eliminación de la infección por B. canis de manera definitiva, ni en la prevención del recrudecimiento o la recaída. Por lo tanto, el tratamiento para la brucelosis generalmente se desaconseja y se recomienda la eutanasia, principalmente debido al potencial zoonótico de la enfermedad.

Es importante analizar el potencial zoonótico con los propietarios de los perros infectados al decidir el curso de acción. La infección por B. canis actualmente no es de notificación obligatoria a nivel nacional en los Estados Unidos. Sin embargo, es de notificación obligatoria en muchos estados, y las recomendaciones de tratamiento suelen estar a cargo de las autoridades estatales y locales. Las infecciones por B. suis, B. abortus, y B. melitensis son de notificación obligatoria en todos los estados de EE. UU.

Cuando no se opta por la eutanasia, los esfuerzos de tratamiento y monitoreo son de por vida e incluyen la esterilización, el tratamiento con antimicrobianos durante un mínimo de 2 a 3 meses, los protocolos de monitoreo de vigilancia y los requisitos de aislamiento, que pueden ser estrictos y variar de un estado a otro. Aunque no existe un protocolo antimicrobiano definitivo y acordado, el tratamiento típicamente incluye la administración de una tetraciclina o una fluoroquinolona junto con un aminoglucósido.  

Riesgo zoonótico de la brucelosis en perros

La bacteria que causa la brucelosis en los perros, B. canis, es zoonótica y endémica en ciertas partes del mundo, y se cree que la infección en perros está subdiagnosticada y subnotificada.

Los veterinarios, personal de laboratorio, criadores y personal de perreras tienen un mayor riesgo de exposición en los EE. UU. Las medidas adecuadas para disminuir la exposición incluyen protocolos de limpieza adecuados y el uso de equipos de protección personal (EPP), como protección ocular, guantes desechables y batas. Además, los programas de cría y las perreras deben utilizar protocolos de cribado adecuados (por ejemplo, pruebas serológicas cada 6 meses y protocolos estrictos de aislamiento) para prevenir la propagación.

Para más información