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Campilobacteriosis genital bovina

PorDonald Peter, DVM, DACT, Frontier Genetics, Hermiston, OR
Revisado/Modificado ago 2020

La campilobacteriosis genital bovina está causada por Campylobacter fetus venerealis o C fetus fetus. Los signos clínicos incluyen ciclos estrales irregulares, estaciones reproductivas prolongadas y abortos ocasionales. Se puede utilizar una prueba de aglutinación de moco vaginal para el diagnóstico, pero exige el muestreo de varias vacas. Los brotes pueden controlarse mediante vacunación o inseminación artificial.

La campilobacteriosis genital bovina es una enfermedad venérea del ganado vacuno caracterizada por muerte embrionaria precoz, infertilidad, prolongación del intervalo entre partos y, en ocasiones, abortos. Es probable que la distribución sea mundial.

Etiología y epidemiología de la campilobacteriosis genital bovina

La causa de la campilobacteriosis genital bovina es la bacteria móvil, gramnegativa, curva o espiral, polar flagelada y microaerofílica Campylobacter fetus venerealis o C fetus fetus. Durante varios años se pensó que C fetus fetus era por lo general un microorganismo intestinal que solo provocaba abortos en el ganado vacuno de forma ocasional, y que no era causa de infertilidad. Sin embargo, se ha demostrado que C fetus fetus también puede ser una causa importante del síndrome clásico de infertilidad que solía atribuirse a C fetus venerealis. Existen varias cepas de C fetus fetus, y la única manera de determinar si una cepa es causa de infertilidad es probar esa posibilidad en un grupo de novillas.

Campylobacter spp son muy lábiles y se destruyen rápidamente por el calor, la sequedad y la exposición a la atmósfera. A menos que se cultiven rápidamente tras su obtención del animal y se mantengan bajo condiciones microaerofílicas o anaerobias, Campylobacter spp no crecerán.

C fetus se transmite de forma venérea y también a través de instrumentos o lechos contaminados, o mediante la inseminación artificial utilizando semen contaminado. Existe variabilidad individual entre toros respecto a la sensibilidad a la infección; algunos se convierten en portadores permanentes, mientras que otros parecen ser resistentes a la infección. El factor primario asociado con esta variabilidad parece ser la profundidad de las criptas epiteliales prepuciales y penianas, que se relaciona con la edad.

En los toros jóvenes (<3-4 años), en los que las criptas todavía no se han desarrollado, la infección tiende a ser transitoria, con una transmisión aparentemente basada en el contacto sexual con una vaca no infectada tras minutos o días después del apareamiento inicial con una vaca infectada. La limpieza o eliminación espontánea del virus en estos toros jóvenes no parece relacionarse con ninguna respuesta inmunitaria, por lo que la reinfección puede producirse fácilmente. En los toros de >3-4 años de edad, las criptas más profundas pueden proporcionar el ambiente microaerofílico adecuado necesario para que se establezcan infecciones crónicas.

En las vacas, la duración del estado de portador también es variable; algunas eliminan la infección rápidamente, mientras que otras pueden ser portadoras de C fetus durante ≥2 años. Los anticuerpos IgA se excretan en el moco cervical en cantidades importantes en ~50 % de las vacas durante varios meses después de la infección y son útiles para el diagnóstico. Aunque la mayor parte del tracto genital puede estar libre de infección, cuando una vaca finalmente concibe, la vagina puede permanecer infectada de forma crónica durante toda la gestación.

Hallazgos clínicos de la campilobacteriosis genital bovina

Las vacas con campilobacteriosis genital bovina están sistémicamente normales, pero existe un grado variable de endometritis mucopurulenta que causa muerte embrionaria precoz, fases luteales prolongadas, ciclos estrales irregulares, repetición de cubriciones y, como resultado, intervalos entre partos prolongados, asumiendo que la temporada reproductiva es suficientemente larga para permitir la limpieza completa y la repetición de la cubrición con éxito. Los abortos observados no son frecuentes. En los rebaños que no se manejan de forma intensiva, la enfermedad se detecta únicamente cuando las exploraciones revelan tasas de gestación reducidas o marginalmente reducidas, pero, aún más importante, cuando se evidencian grandes variaciones en la duración de la gestación, en especial cuando la enfermedad es reciente en el rebaño. En los años subsiguientes, la infertilidad suele restringirse a las novillas de reposición y a unas pocas vacas sensibles. Los toros son asintomáticos y producen un semen normal.

Diagnóstico de la campilobacteriosis genital bovina

  • Se puede utilizar una prueba de aglutinación de moco vaginal, pero requiere el muestreo de varias vacas.

La campilobacteriosis y la tricomoniasis son síndromes similares, y las investigaciones se deben dirigir a ambas enfermedades. Las respuestas sistémicas de anticuerpos no son útiles dado que se deben con frecuencia a Campylobacter spp no patógenas. Una prueba de aglutinación del moco vaginal (PAMV) es útil, pero a causa de la variabilidad de respuestas individuales, se debe analizar por lo menos el 10 % del rebaño o como mínimo a diez vacas. Se ha desarrollado una prueba ELISA para utilizarse con moco vaginal que se propone como de mayor sensibilidad y capacidad para detectar un rango más amplio de respuestas de anticuerpos que la PAMV. Se puede realizar un cultivo vaginal inmediatamente después del aborto o infección para el diagnóstico, pero el número de microorganismos puede ser reducido; además, como C fetus es muy lábil y requiere técnicas especiales de aislamiento, el éxito es limitado.

Un método de diagnóstico preciso es realizar una prueba de cubrición en las novillas y explorarlas posteriormente para detectar infección, sin embargo esto rara vez es práctico. Más a menudo, se realizan raspados y aspirados de la cavidad prepucial y el fórnix con una pipeta de infusión o se infunde una solución salina estéril tamponada, tras lo cual el prepucio se masajea vigorosamente en la zona del fórnix. Posteriormente se examina el aspirado o el lavado utilizando una prueba fluorescente de anticuerpos y cultivo. C fetus sobrevivirá únicamente 6-8 h después de su recogida, pero su inoculación dentro de un medio de Clark o similar permite incrementar su supervivencia >48 h. Para una precisión máxima, se deben extraer muestras a los toros dos veces, con ~1 semana de separación.

Se debe tener precaución cuando se aísla Campylobacter spp de la placenta dada la posibilidad de contaminación mediante Campylobacter spp fecales no patógenas. Por el contrario, no aislar con éxito C fetus de una placenta o feto abortado infectado suele ser resultado del sobrecrecimiento de colonias de organismos contaminantes o del efecto letal del oxígeno atmosférico.

Tratamiento y control de la campilobacteriosis genital bovina

  • Vacunación

La vacunación debería empezar tan pronto como se diagnostique la campilobacteriosis genital. Se debe vacunar a las vacas infectadas y a las que corren el riesgo de adquirir la infección. La vacunación de las vacas infectadas acelera la eliminación de C fetus y, aunque las vacas pueden permanecer como portadoras, la fertilidad mejora de forma notable. De manera rutinaria, la vacuna debe administrarse una vez, ~4 semanas antes de comenzar la temporada reproductiva; dado que las respuestas de anticuerpos tienen una vida corta, las vacas deben revacunarse hacia la mitad de la estación reproductiva. Los toros se vacunan por la misma razón que las vacas (es decir, para su tratamiento además de profilaxis), pero se administra dos veces la dosis utilizada para las vacas, con 3 semanas de intervalo. La infección también se puede eliminar en los toros mediante la aplicación de 1-2 tratamientos con estreptomicina a 20 mg/kg, SC, junto con 5 g de estreptomicina en una suspensión oleosa aplicada sobre el pene durante 3 días consecutivos.

Por razones prácticas, las vacas no suelen tratarse para la campilobacteriosis genital. Cuando sea posible, la inseminación artificial es una manera excelente para prevenir o controlar la campilobacteriosis genital. Dado que C fetus se ha aislado de vacas tras >6 meses del final de la gestación, se sugiere que la inseminación artificial se mantenga hasta que todas las vacas del rebaño hayan pasado como mínimo por dos gestaciones.

Puntos clave

  • La campilobacteriosis genital bovina, causada por Campylobacter fetus venerealis o C fetus fetus, se caracteriza por muerte fetal precoz, infertilidad y abortos ocasionales.

  • Se puede utilizar una prueba de aglutinación de moco vaginal para el diagnóstico, pero exige el muestreo de varias vacas.

  • Los brotes pueden controlarse mediante vacunación o inseminación artificial.