La mastitis se ha descrito en casi todos los mamíferos domésticos y tiene una distribución geográfica mundial. Las condiciones climáticas, la variación estacional, la cama, la densidad de población animal en las instalaciones y las prácticas de manejo, como los protocolos de ordeño en animales lecheros, afectan la incidencia y la etiología. Sin embargo, la mastitis presenta una frecuencia e importancia económica destacadas en especies cuya principal función es la producción lechera para productos lácteos, particularmente el ganado lechero vacuno y caprino.
Los cambios patológicos que se producen en las células epiteliales secretoras de leche debido a la inflamación disminuyen su funcionalidad, es decir, la producción de leche. Según la patogenia, la disminución de la producción láctea puede continuar en las siguientes lactaciones, lo que reduce la productividad y, para el ganado vacuno de carne y otros animales de producción cárnica, el posible aumento de peso de las crías lactantes. Aunque la mayoría de las infecciones cursan con una inflamación local asintomática o con signos leves, los casos más graves pueden cursar con agalactia o incluso una afectación sistémica significativa, e incluso la muerte.
La mastitis en cerdas se aborda en otra parte.