La tricomoniasis bovina es una enfermedad venérea que suele provocar subfertilidad. Es causada por la infección con el protozoo Tritrichomonas foetus, un patógeno venéreo estricto. La enfermedad tiene una distribución mundial y se encuentra principalmente en sistemas pastoriles extensivos. Su incidencia varía ampliamente según la ubicación geográfica (1, 2). La tricomoniasis se transmite principalmente a través del coito; sin embargo, la inseminación artificial con semen infectado también puede causar la transmisión de la enfermedad. Los toros infectados suelen ser portadores asintomáticos, mientras que la mayoría de las vacas infectadas generan una respuesta inmunitaria local efectiva y eliminan la infección.
Etiología y epidemiología de la tricomoniasis en el ganado vacuno
El agente causante de la tricomoniasis es el Tritrichomonas foetus, un protozoo perteneciente al subreino Protozoa (actualmente clasificado dentro del reino Protista). T. foetus suele ser piriforme, aunque es pleomórfico. Su tamaño varía entre 10 y 25 μm de longitud y posee tres flagelos anteriores (de ahí su nombre), además de un flagelo posterior largo que se extiende más allá de una membrana ondulante (consulte la imagen de T. foetus con espermatozoide bovino).
Cortesía del Drost Project y las Visual Guides of Animal Reproduction (visgar.vetmed.ufl.edu).
Después del apareamiento, T. foetus invade la vagina de la vaca y migra hacia el cuello uterino y el útero. La infección tiene un impacto mínimo en la concepción y el desarrollo embrionario temprano. Sin embargo, el organismo induce una respuesta inflamatoria que puede provocar endometritis, cervicitis, vaginitis y posiblemente salpingitis, lo que puede provocar la muerte embrionaria y fetal temprana. Menos del 1 % de las vacas infectadas se convierten en portadoras crónicas.
La tricomoniasis ocurre en todo el mundo, en cualquier lugar donde haya ganado bovino. Las tres principales características epidemiológicas de la tricomoniasis son las siguientes:
La enfermedad se transmite por coito o por inseminación artificial con semen infectado.
Los toros infectados suelen ser portadores clínicamente normales.
Las hembras se infectan durante la monta, pero la mayoría desarrolla una respuesta inmunitaria y eliminan la infección después de dos o tres ciclos estrales.
Hallazgos clínicos de la trichomoniasis en el ganado vacuno
La tricomoniasis provoca una disminución en la fertilidad del rebaño y una distribución irregular de los partos. La transmisión de infecciones de toros a vacas es muy eficaz, mientras que la transmisión inversa, de vacas a toros, es mucho menos común. Si bien la tricomoniasis puede transmitirse mecánicamente mediante la inseminación artificial, este método no representa un factor principal en la transmisión de la enfermedad.
El indicador más común de que T. foetus ha infectado un rebaño, especialmente en poblaciones sin exposición previa al patógeno, es que una gran proporción de vacas presenta signos clínicos de retorno al estro debido a la muerte embrionaria. Sin embargo, la muerte embrionaria también puede ocurrir después del reconocimiento materno de la preñez, lo que genera intervalos interestro prolongados. Las pérdidas del embrión en las fases tempranas de la temporada de reproducción provocan una disminución general en las tasas de preñez, especialmente en sistemas con una temporada de reproducción restringida, y un aumento en las preñeces tardías. La prevalencia de piometra postcoital es mayor en los rebaños infectados con T. foetus. Aunque el principal efecto de la tricomoniasis es la muerte embrionaria al inicio de la temporada de reproducción, también pueden ocurrir abortos en la última etapa de la gestación, e incluso pueden nacer terneros vivos de vacas infectadas.
Por lo general, los toros infectados no presentan signos clínicos de tricomoniasis.
Diagnóstico de la tricomoniasis en el ganado vacuno
Observación de una disminución en las tasas de gestación
Recolección de muestras, generalmente de los toros
Definitivo: aislamiento e identificación del organismo
Los antecedentes y los signos clínicos pueden ser indicativos de tricomoniasis, así como de otras enfermedades venéreas, incluidas campilobacteriosis y, posiblemente, infecciones por Mycoplasma o Ureaplasma. Los pacientes que presentan falta de ciclicidad debido a inmadurez, mala condición corporal, enfermedades metabólicas o infertilidad (en el caso de los toros) pueden mostrar antecedentes y signos clínicos similares. (Para obtener más información sobre diagnósticos diferenciales de pérdidas reproductivas en el ganado vacuno, consulte Muerte embrionaria y fetal, aborto y desarrollo fetal anormal en bovinos).
El diagnóstico definitivo de la tricomoniasis se basa en la identificación del organismo T. foetus mediante observación microscópica directa, cultivo o prueba PCR. Es importante destacar que se pueden encontrar tricomonas similares a T. foetus en las heces, por lo que es fundamental minimizar la contaminación fecal mediante las técnicas asépticas adecuadas.
La fuente más confiable para el aislamiento e identificación de T. foetus es el toro. El organismo habita en los pliegues epiteliales del prepucio y el pene, y también se ha detectado en la uretra. T. foetus es un organismo exigente y, por lo tanto, difícil de recolectar y cultivar. Los procedimientos de recolección, almacenamiento y transporte de muestras para la prueba de T. foetus deben abordar estos desafíos para mejorar la probabilidad de un diagnóstico exitoso. La refrigeración, el calentamiento o la exposición a la luz solar pueden afectar de forma negativa la viabilidad de la muestra recolectada para su identificación. Trabajar en estrecha colaboración con laboratorios especializados es esencial para optimizar los resultados del diagnóstico.
Debido a las características epidemiológicas de la tricomoniasis, los esfuerzos de diagnóstico deben centrarse principalmente en el toro. Las muestras de la mucosa peniana y prepucial se recolectan mediante el método “húmedo” o “seco”.
En el método húmedo, se utiliza una pipeta de infusión de aproximadamente 60 cm de largo, que se conecta a una jeringa con 20 ml de solución salina tamponada con fosfato u otro líquido adecuado (existen diversos medios según el laboratorio utilizado). La pipeta se inserta en el prepucio y se mueve de adelante hacia atrás mientras el líquido se expulsa y aspira simultáneamente dentro de la jeringa (consulte la imagen de la obtención de muestras del prepucio). Algunos veterinarios recomiendan biselar el extremo distal de la pipeta para mejorar la exfoliación de la mucosa. Como alternativa, se introduce el líquido de obtención de muestras en el prepucio, se cierra el orificio prepucial y se masajea vigorosamente la vaina peniana para facilitar la recolección de la muestra. Luego, se reintroduce la pipeta y se aspira el líquido del prepucio.
Cortesía del Dr. John Campbell.
En el método seco, se utiliza un instrumento (disponible en varias marcas) de aproximadamente 60 cm de largo, con un extremo radialmente estriado de unos 6 cm de longitud, para exfoliar la mucosa peniana y prepucial mediante un movimiento de vaivén. El esmegma recolectado en el extremo estriado se transfiere al líquido de obtención de muestras (consulte la imagen de colocación en medio de transporte).
Cortesía de Lew Strickland.
En las vacas, las muestras de mucosa vaginal pueden obtenerse mediante un lavado con solución salina tamponada con fosfato o mediante un raspado de la mucosa con un instrumento similar al descrito para los toros. El contenido del estómago fetal puede obtenerse asépticamente por aspiración en fetos abortados.
Cuando se utiliza el método húmedo para la obtención de muestras del prepucio o cuando se obtienen muestras de vacas o fetos abortados según lo descrito, el líquido aspirado debe colocarse en el medio de transporte proporcionado por el laboratorio de diagnóstico. El examen microscópico del líquido en el sitio para observar el movimiento característico de T. foetus puede mejorar el diagnóstico (consulte el video de movimiento de T. foetus).
Para una demostración detallada de los procesos de obtención de muestras para T. foetus y otros patógenos venéreos estrictos en el ganado vacuno, consulte el el video de procesos de obtención de muestras.
La obtención de tres muestras (una por semana en intervalos de 1 semana) después de 2 semanas de reposo sexual puede aumentar la probabilidad de un resultado positivo para T. foetus, especialmente en toros. Las vacas deben ser evaluadas de acuerdo con la epidemiología de la enfermedad y los signos clínicos que presenten.
La mayoría de las vacas desarrollan una respuesta inmunitaria efectiva contra la infección por T. foetus y eliminan el patógeno en unos pocos ciclos estrales. Pueden reinfectarse en exposiciones posteriores. La respuesta inmunitaria no genera un título de anticuerpos medible de manera confiable.
Tratamiento y control de la tricomoniasis en el ganado vacuno
No hay tratamiento efectivo disponible.
Prevención: bioexclusión
Control: bioexclusión y biocontención
Actualmente, no existe un tratamiento farmacéutico efectivo para la tricomoniasis en el ganado.
La tricomoniasis se controla mediante la detección y eliminación del ganado infectado mediante estrictas medidas de bioseguridad, especialmente los principios de bioexclusión. Los rebaños pueden manejarse al mantener separados a los animales potencialmente infectados de los no infectados. Además, el riesgo particular para un rebaño se evalúa en función de los resultados de las pruebas de tricomoniasis y los hallazgos clínicos.
La vacunación contra la tricomoniasis es una opción en algunos países; sin embargo, no parece ser confiable ni efectiva, por lo que la enfermedad aún puede transmitirse dentro del rebaño. Los datos reportados sobre la vacunación no siempre pueden extrapolarse útilmente a condiciones de campo, y se siguen desarrollando esfuerzos para crear una vacuna segura y efectiva.
Por lo general, la tricomoniasis es una enfermedad de notificación obligatoria; los veterinarios deben comprobar los requisitos de su jurisdicción local.
Bioseguridad del rebaño para la tricomoniasis en el ganado vacuno
El principal método para controlar la tricomoniasis en un rebaño es la aplicación de estrictos principios de bioseguridad, con un enfoque especial en la bioexclusión (consulte los principios de bioseguridad y Bioseguridad en ganado vacuno). Para prevenir la introducción de T. foetus en un rebaño, todo animal nuevo debe ser sometido a pruebas antes de permitir su integración con el rebaño establecido. Si un toro infectado es introducido en un establecimiento y, luego, trasladado a otras áreas de la explotación, la tricomoniasis se propagará rápidamente entre los grupos de vacas reproductoras. Los toros intrusos de vecinos, así como los toros alquilados o prestados, son fuentes comunes de transmisión accidental de la infección por T. foetus.
La inseminación artificial puede utilizarse como medida de control contra patógenos venéreos como T. foetus, siempre que el semen no esté contaminado. Se recomienda la intervención de un veterinario para desarrollar protocolos de pruebas de ingreso al rebaño y descarte de animales infectados, con el fin de proteger el establecimiento contra la tricomoniasis. Los principios de biocontención, junto con el asesoramiento veterinario, pueden ayudar a prevenir la transmisión de T. foetus dentro de un rebaño infectado.
Riesgo zoonótico de la tricomoniasis en el ganado vacuno
La infección por T. foetus no suele ser zoonótica; sin embargo, existe un riesgo zoonótico de tricomoniasis para algunos humanos: la Organización Mundial de Sanidad Animal informa que la infección por T. foetus ha causado meningoencefalitis y peritonitis en personas inmunodeprimidas (3).
Conceptos clave
La tricomoniasis en bovinos es causada por la infección con T. foetus, un patógeno venéreo estricto, y generalmente conduce a una disminución en la fertilidad del rebaño.
La fertilidad se ve afectada principalmente por la muerte de embriones y fetos en las primeras etapas de la gestación.
El diagnóstico se confirma mediante el aislamiento e identificación de T. foetus, generalmente a partir de muestras obtenidas del toro.
Actualmente, no existe un tratamiento efectivo para la tricomoniasis en bovinos.
La vacunación tiene un beneficio limitado y está restringida a los pocos países que cuentan con vacunas autorizadas.
Para más información
Michi AN, Favetto PH, Kastelic J, Cobo ER. A review of sexually transmitted bovine trichomoniasis and campylobacteriosis affecting cattle reproductive health. Theriogenology. 2016;85(5):781-791.
Ondrak JD. Tritrichomonas foetus prevention and control in cattle. Vet Clin North Am Food Anim Pract. 2016;32(2):411-423.
Waters K, Gard J. Infectious agents: Tritrichomonas. En: Hopper RM, ed. Bovine Reproduction. 2nd ed. John Wiley & Sons; 2021:725-732.
Referencias
Dąbrowska J, Karamon J, Kochanowski M, Sroka J, Zdybel J, Cencek T. Tritrichomonas foetus as a causative agent of tritrichomonosis in different animal hosts. J Vet Res. 2019;63(4):533-541. doi: 10.2478/jvetres-2019-0072
Martin KA, Henderson J, Brewer MT. Bovine trichomonosis cases in the United States 2015-2019. Front Vet Sci. 2021;8:692199. doi: 10.3389/fvets.2021.692199
Trichomonosis. World Organisation for Animal Health. Consultado el 27 de marzo de 2024. https://www.woah.org/en/disease/trichomonosis/