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Infestación por Parafilaria en animales

PorRichard W. Gerhold, Jr., DVM, PhD, MS, Department of Biomedical and Diagnostic Sciences, College of Veterinary Medicine, University of Tennessee
Revisado/Modificado Modificado sept 2019
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La infestación por Parafilaria de caballos y ganado se produce fuera de América del Norte y consiste en parásitos subcutáneos e intramusculares que causan hemorragias. El examen de sangre puede mostrar huevos de parásitos y microfilarias. El tratamiento y la prevención consisten en antihelmínticos y control de moscas.

Parafilaria bovicola

Parafilaria bovicola es un parásito filarial del ganado vacuno, causante de lesiones subcutáneas que se asemejan a hematomas. También se han observado casos en el búfalo de agua (Bubalus bubalis). El gusano es blanquecino; las hembras adultas miden 50-65 mm de largo y los machos 30-35 mm. Se encuentran en Asia (Filipinas, Japón, Rusia, Pakistán, India), Europa (Bulgaria, Rumania, Francia, Suecia) y África (Marruecos, Túnez, Ruanda, Burundi, Sudáfrica, Namibia, Botsuana, Zimbabue). En Canadá, se obtuvo un espécimen en un toro importado de Francia, pero no parece que P. bovicola se haya establecido en el continente americano. Tampoco se han descrito casos en Australia.

La infestación por Parafilaria ha sido reconocida como fuente de considerables pérdidas económicas para las industrias cárnicas tanto de Sudáfrica como de Suecia, a pesar de sus diferencias climáticas. La enfermedad afecta principalmente al ganado de pastoreo en las sabanas del sur de África, mientras que en Suecia el problema surge en primavera, cuando el ganado regresa a los pastos tras haber estado confinado en establos durante el invierno.

Hallazgos clínicos de la infección por Parafilaria en animales

Los únicos signos externos de infestación por Parafilaria en el ganado vacuno son hemorragias cutáneas focales ("puntos sangrantes") que pueden rezumar durante varias horas, antes de coagularse y secarse en el pelo apelmazado del manto. Los puntos sangrantes son producidos por el gusano hembra, que causa la formación de un nódulo pequeño, perfora la piel y deposita los huevos en la sangre que gotea de la herida central. Los pequeños huevos contienen la primera etapa larval (microfilarias) del parásito. Tanto en el hemisferio norte como en el sur, los puntos sangrantes son marcadamente estacionales, y son más comunes en la primavera y a principios del verano. La mayor parte de los puntos sangrantes se presenta a lo largo del lomo del animal, particularmente en los cuartos delanteros.

Los hospedadores invertebrados son moscas de la cara del género Musca (subgénero Eumusca), que ingieren los huevos cuando se alimentan en los lugares de sangrado. Se ha identificado a M. autumnalis como hospedador en Suecia, a M. lusoria y a M. xanthomelas en Sudáfrica y a M. vitripennis en Asia. El desarrollo a la tercera etapa larvaria infecciosa se produce dentro de la mosca en 10-12 días. La transmisión al ganado vacuno probablemente se da cuando las moscas se alimentan en heridas, en puntos hemorrágicos producidos por Parafilaria o en secreciones oculares.

Debido al sangrado estacional y a los nódulos cutáneos, se ha documentado que las infestaciones graves por P. bovicola perjudican la productividad de los bueyes de trabajo de la India; sin embargo, la mayor importancia de Parafilaria, en los países productores de carne de res, es el daño a los tejidos subcutáneos. Los cadáveres de animales infectados presentan lesiones irregulares y edematosas, de color amarillo verdoso, que se asemejan a contusiones. Suelen ser superficiales, pero a veces los músculos subyacentes están afectados extensamente. Las lesiones son más graves durante los meses de primavera y verano.

Las reses tratadas de esta manera, a menudo, quedan seriamente desfiguradas, lo que conlleva a que se clasifiquen como de menor calidad. En casos graves, las canales pueden ser rechazadas. Las lesiones son más frecuentes y graves en toros que en bueyes, los cuales, a su vez, están menos afectados que las vacas.

Diagnóstico de la infección por parafilaria en animales

  • Mediante el examen de sangre de las lesiones dérmicas, en busca de huevos de parásitos y microfilarias.

  • Histología para identificar nematodos o ELISA.

Los puntos hemorrágicos estacionales se confunden algunas veces con las lesiones producidas por espinas, alambres, garrapatas o insectos picadores. Para diferenciarlos, la sangre fresca o seca debe mezclarse con agua en un tubo de ensayo y centrifugarse. En el examen microscópico del sedimento, se encuentran los huevos característicos.

Las lesiones de la canal pueden diferenciarse de las contusiones por la presencia de numerosos eosinófilos al teñir con Giemsa los frotis de impresión de las lesiones. Además, el tejido afectado presenta un olor metálico característico, desagradable.

Suele haber solo un número limitado de gusanos en las canales afectadas y, debido a su color y a la reacción inflamatoria que los acompaña, son difíciles de encontrar. Los tejidos afectados pueden incubarse en solución salina caliente para facilitar la recuperación de los parásitos. Se ha desarrollado un ELISA para la detección de anticuerpos contra P. bovicola.

Tratamiento y prevención de la infestación por parafilaria en animales

  • Ivermectina

  • Prevención dirigida al control de moscas

La ivermectina (200 μg/kg) o el nitroxinilo (20 mg/kg) administrados SC reducen el número y tamaño de las lesiones por Parafilaria. Los animales deben tratarse por lo menos 70-90 días antes del sacrificio para dar tiempo suficiente a que las lesiones se resuelvan. El intervalo entre el tratamiento y el sacrificio no debe ser >120 días, porque las formas larvarias no afectadas del parásito pueden inducir lesiones nuevas a medida que maduran.

Los ensayos realizados en Suecia demostraron que el uso de aretes impregnados con piretroides controlaba eficazmente las moscas y reducía las lesiones parafilariales durante el sacrificio en un 75 %. La aplicación de aretes a todo el ganado de un área determinada controló totalmente el parásito. El uso de baños de piretrinas sintéticas con actividad residual también reduce la transmisión.

Puede ser posible examinar animales importados con un ELISA para prevenir la propagación de la enfermedad a países no afectados o, junto con insecticidas residuales y antihelmínticos eficaces, para erradicar nuevos focos de infestación.

Conceptos clave

  • La dermatitis y la hemorragia asociadas a Parafilaria se deben a un nematodo asociado a la piel.

  • La enfermedad se observa en verano u otoño. Las lesiones cutáneas rezuman sangre. 

  • El tratamiento con antihelmínticos y el control de las moscas son los principales métodos para reducir la enfermedad clínica.

Parafilaria multipapillosa

P. multipapillosa se encuentra en los tejidos subcutáneos de caballos que habitan en distintas partes del mundo; es especialmente común en las estepas rusas y en Europa oriental. En cuanto al tamaño, aspecto, ciclo biológico y desarrollo, es similar a P. bovicola. Se cree que las especies hematófagas de Haematobia spp. son los hospedadores invertebrados.

En los meses de primavera y verano, los parásitos forman nódulos cutáneos principalmente en la cabeza y la parte superior de las extremidades delanteras. Estos sangran transitoriamente, pero a menudo profusamente ("hemorragia estival"), y luego se curan; otros nódulos hemorrágicos se desarrollan a medida que el parásito se traslada a un sitio diferente. A veces, los nódulos supuran. Los nódulos y la hemorragia son desagradables a la vista e interfieren con los arreos de los caballos de tiro, pero suelen tener pocas consecuencias. Los signos clínicos son patognomónicos.

No se ha descrito un tratamiento satisfactorio, pero el control de moscas puede reducir la incidencia.