Las llagas producidas por la montura son llagas o úlceras por presión que se observan en los caballos sobre las áreas de desgaste por el equipo (especialmente si no se ajusta bien). La humedad causada por el sudor o el equipo mojado puede contribuir a la maceración de la piel. En la zona debajo de la montura en los caballos de montar, o la de los hombros en los caballos de tiro, suele ser donde comúnmente se producen lesiones en la piel y en los tejidos blandos y óseos más profundos.
La presión focal prolongada puede conducir a una disminución del flujo sanguíneo, al daño tisular e incluso a la necrosis. Las llagas por presión de la montura se complican con frecuencia por infecciones bacterianas secundarias. Los caballos emaciados tienen un mayor riesgo. La prevención incluye ajustar bien el equipo y cepillar el pelaje después de montar, para quitar restos y eliminar cualquier partícula potencialmente abrasiva de la piel antes de volver a colocar el equipo para el próximo paseo.
Hallazgos clínicos sobre las llagas por presión de la montura en caballos
Cortesía de la Dra. Ashley Boyle.
Los signos clínicos superficiales iniciales de las llagas por presión de la montura pueden ser solo eritema, exudado húmedo y signos de foliculitis, como pápulas, costras o alopecia (ver fotografía). Sin embargo, las lesiones pueden progresar a erosiones, úlceras y necrosis. Las áreas afectadas pueden inflamarse, estar calientes y ser dolorosas. Las lesiones más avanzadas se denominan “agallas”.
Cuando la piel y los tejidos subyacentes presentan daños más graves pueden formarse abscesos. Los abscesos son una inflamación caliente, fluctuante, dolorosa y de la que puede extraerse un líquido purulento y serosanguinolento o que forman fístulas de drenaje.
La lesión grave de la piel y de la hipodermis o de los tejidos más profundos causa necrosis seca o húmeda. El tejido puede debilitarse con inflamación o infección.
Las llagas crónicas producidas por la montura se caracterizan por una foliculitis profunda o furunculosis con fibrosis y cicatrización. En las áreas cicatrizadas comúnmente se observa leucotriquia (pelo blanco).
Diagnóstico de las llagas por presión de la montura en caballos
Anamnesis y exploración física
El diagnóstico de las llagas por presión de la montura en caballos se basa en la anamnesis y en la exploración física.
La recidiva de hematomas, seromas o desprendimiento de la piel al ensillar un caballo joven Cuarto de Milla, un caballo Paint o uno Appaloosa sugiere la posibilidad de la enfermedad genética denominada astenia dérmica regional equina hereditaria (HERDA). Una simple prueba de ADN realizada en los bulbos pilosos de la cola confirmará este diagnóstico.
Tratamiento de las llagas por presión de la montura en caballos
Eliminación de la causa
Reposo
Apósitos astringentes para secar en la etapa aguda
Compresas tibias y productos antimicrobianos para las lesiones crónicas
Extirpación quirúrgica de las lesiones necróticas
El tratamiento debe estar dirigido a eliminar el factor causal: cambiar el equipo, aumentar el acolchado y asegurar que tanto el equipo como la piel debajo del equipo se mantengan lo más limpios y secos posible. Es necesario el reposo absoluto de las partes afectadas hasta que se haya completado la cicatrización.
Durante las etapas tempranas o agudas de las llagas por presión de la montura, se indican paquetes astringentes (solución tópica de acetato de aluminio) debido a sus efectos secantes. Las lesiones crónicas y las que presentan infección superficial pueden tratarse con compresas tibias y productos antimicrobianos tópicos o sistémicos. La elección de los productos antimicrobianos sistémicos debe hacerse en función de la citología y los resultados del cultivo de bacterias.
El tejido necrótico debe extirparse quirúrgicamente.
Conceptos clave
Las causas de las llagas por la montura son la presión o fricción del equipo, y los factores de riesgo son un equipo mal ajustado, la humedad y un estado corporal emaciado.
Los signos clínicos tempranos pueden ser solo eritema, costras, alopecia y exudado húmedo; sin embargo, pueden progresar a erosiones o úlceras, necrosis cutánea y abscesos o celulitis.
El manejo clínico incluye reposo; asegurar que el equipo esté bien ajustado y tenga un buen acolchado; mantener la piel debajo del equipo limpia y seca; identificar y tratar infecciones secundarias; y desbridar el tejido necrótico.
Para más información
American Quarter Horse Association (AQHA): Hereditary Equine Regional Dermal Asthenia (HERDA)
Veterinary Genetics Laboratory (UC Davis): Hereditary Equine Regional Dermal Asthenia (HERDA) tests
Consulte también la información para propietarios sobre llagas por presión de la montura en caballos.