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Erisipela en aves de corral

PorSimone T. Stoute, DVM, PhD, DACPV, School of Veterinary Medicine, University of California, Davis
Revisado/Modificado Modificado ago 2024
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La erisipela es una infección bacteriana causada por Erysipelothrix rhusiopathiae. Los signos clínicos más comunes son la muerte súbita, el letargo, una reducción en la producción de huevos, lesiones cutáneas y los jarretes hinchados. El diagnóstico se realiza mediante prueba de PCR o cultivo aerobio. El tratamiento es por lo general con penicilina de acción rápida. La erisipela es zoonótica.

La erisipela es una enfermedad bacteriana causada por la infección por Erysipelothrix rhusiopathiae. E. rhusiopathiae tiene un amplio rango de huéspedes y la infección puede ocurrir en aves, mamíferos, animales acuáticos, anfibios, reptiles e insectos.

Una gran variedad de especies de aves pueden infectarse y se ha informado la enfermedad en aves de corral así como en cautividad y especies de aves silvestres. Desde un punto de vista económico, los pavos son las aves de corral más afectadas; sin embargo, se han producido brotes graves en pollos, patos y gansos. Los estudios sugieren una correlación entre una mayor incidencia de la erisipela en ponedoras y la transición de jaulas convencionales a sistemas sin jaulas (1).

Entre los mamíferos afectados, los cerdos son las especies más importantes económicamente, y el mal rojo es común en los cerdos. La infección por E. rhusiopathiae también es una causa de poliartritis en los corderos.

La erisipela en avicultura se observa en todo el mundo y, aunque se considera una enfermedad esporádica, existen zonas endémicas.

Etiología de la erisipela en aves de corral

E. rhusiopathiae, el organismo causante de la erisipela en las aves de corral, es una bacteria anaerobia facultativa. Se han descrito múltiples Erysipelothrix spp.; sin embargo, E. rhusiopathiae es la única especie patógena que afecta a las aves.

E. rhusiopathiae es grampositiva; sin embargo, los cultivos más antiguos tienden a decolorarse. El organismo es pequeño, no es acidorresistente, no es móvil; no forma esporas y no produce toxinas. No tiene flagelo, pero tiene una cápsula. Varios factores, incluyendo la producción de la enzima neuraminidasa, afectan la virulencia de la bacteria en la adhesión y en la invasión de las células huéspedes.

La morfología de la colonia de E. rhusiopathiae es variable. E. rhusiopathiae tiene tres tipos de colonias (rugosa, lisa e intermedia) y crece fácilmente en los medios de cultivo que contienen sangre o sueros de varios animales. Se aumenta el crecimiento reduciendo el contenido de oxígeno o incrementando el dióxido de carbono a niveles del 5-10 %. La temperatura de incubación óptima es de 35-37 °C, y el intervalo de pH óptimo es de 7,4-7,8.

Las células bacterianas aisladas de tejidos durante una infección aguda o de colonias uniformes muestran bacilos rectos o ligeramente curvados que pueden formar cadenas cortas. Las células de cultivos viejos o de colonias rugosas suelen ser filamentosas y pueden confundirse con micelios. Las formas filamentosas suelen aparecer después de pases múltiples en medios artificiales.

Se han descrito al menos 28 serotipos diferentes dentro del género Erysipelothrix a partir de una clasificación antigénica de los antígenos térmicamente estables de la pared celular mediante una prueba de precipitación en gel de agar doble. Los serotipos 1, 2 y 5 de E. rhusiopathiae se han aislado con mayor frecuencia en avicultura.

Epidemiología de la erisipela en aves de producción

La erisipela aparece esporádicamente en aves de todas las edades. E. rhusiopathiae puede sobrevivir durante períodos prolongados en el medioambiente, particularmente cuando está protegida por canales descompuestas y otro material orgánico. Los pavos son sensibles independientemente del sexo o la edad, aunque en condiciones de campo, la enfermedad es más común en aves después de alcanzada la madurez sexual. La erisipela puede contribuir a la descomposición de la canal y pérdidas durante el procesamiento en plantas de procesamiento de pavos.

La infección se produce por la entrada de los organismos a través de cortes en la piel (como traumatismos por pelea), a través de las mucosas (como en el caso de la inseminación artificial), por canibalismo de cadáveres infectados y, posiblemente, por transmisión mecánica a través de las picaduras de insectos. El ácaro rojo de las aves de corral puede contener el organismo y servir de vector mecánico.

La bacteria se libera en las heces de los animales infectados y contamina el suelo, en el que puede sobrevivir durante largos períodos, según la temperatura y el pH. Las aves de granja, al igual que otros animales, pueden ser portadoras y liberar el organismo sin mostrar signos clínicos. Los portadores pueden excretar el organismo por las heces, y las secreciones orales y nasales. Los roedores y otras especies huéspedes infectadas pueden ser fuentes de infección para las aves de corral.

En las parvadas no vacunadas, las tasas de morbimortalidad pueden alcanzar el 40-50 %, pero la mortalidad suele ser <15 %. En las parvadas vacunadas, algunas aves pueden estar deprimidas durante un corto período y recuperarse. Las tasas de mortalidad en las aves de corral vacunadas y no vacunadas se ven influenciadas por la virulencia del organismo, así como por factores de los huéspedes y ambientales.

El resurgimiento de la erisipela en las aves de corral en algunas regiones, en particular en la población de ponedoras, puede ser multifactorial, y la conversión a sistemas de corral sin jaulas, en libertad y orgánicos, así como el cambio climático y la disminución de la resistencia del huésped, pueden desempeñar cada uno un papel. El tiempo frío y lluvioso que coincide con el inicio de la madurez sexual aumenta el riesgo de enfermedad clínica.

No se ha demostrado que exista una correlación entre el serotipo, la estructura química o el patrón bioquímico y la manifestación de las formas patológicas de la erisipela.

Hallazgos clínicos de la erisipela en aves de producción

La erisipela es principalmente una infección aguda que causa la muerte súbita. La infección clínica con erisipela se asocia a menudo con septicemia. Debe sospecharse de erisipela en grupos a los que se inseminó artificialmente 4-5 días antes de que se produzca la muerte de animales que carecen de sintomatología clínica.

Los signos clínicos en pollos consisten en debilidad general, depresión, diarrea y muerte súbita. En una parvada afectada, algunas aves pueden estar deprimidas y pueden morir en 24 horas desde la aparición de los signos clínicos. Justo antes de la muerte, algunas aves pueden estar muy decaídas, con un paso inestable.

La mayoría de las aves enfermas mueren antes del tratamiento. Los pavos con endocarditis vegetativa no tienen habitualmente signos clínicos y pueden morir súbitamente. En las gallinas ponedoras, el consumo de agua y la producción de huevos pueden disminuir notablemente.

La enfermedad clínica crónica en una parvada no es habitual, pero ocurre y se puede manifestar con articulaciones hinchadas y alteraciones en la marcha por la artritis.

Lesiones

Las aves pueden presentar lesiones cutáneas y jarretes hinchados.

En la necropsia es común encontrar cianosis generalizada o localizada, urticaria o formación de costras en la piel, especialmente en la cabeza, la barbilla y las carúnculas. El hígado y el bazo suelen estar agrandados y friables, y pueden mostrar un aspecto moteado (consulte la imagen de erisipela, hígado y bazo).

Se pueden observar otras lesiones macroscópicas, como edema conjuntival, contenido intestinal sanguinolento o mucinoso y hemorragias petequiales en el corazón, la grasa abdominal, los músculos esqueléticos y las vísceras (consulte la imagen de erisipela, hemorragias petequiales). La congestión generalizada, el daño vascular, los trombos de fibrina, la endocarditis vegetativa, la sinovitis y la necrosis hepatoesplénica son hallazgos microscópicos comunes.

Diagnóstico de la erisipela en aves de producción

  • Necropsia y frotis por impresión

  • Identificación de E. rhusiopathiae

El diagnóstico presuntivo de erisipela se basa en la necropsia y los frotis de impresión del hígado o del bazo, sangre cardíaca o de médula ósea que muestre bacilos pleomórficos grampositivos delgados.

Para poder establecer el diagnóstico definitivo es necesario aislar e identificar a E. rhusiopathiae. La identificación puede realizarse mediante tinciones de anticuerpos fluorescentes, pruebas inmunohistoquímicas y PCR. El hígado y el bazo generalmente son muestras adecuadas para el cultivo aerobio; sin embargo, la médula ósea es el tejido de elección en animales con descomposición parcial (consulte la imagen de las colonias bacterianas).

Las bacterias se pueden aislar en medios básicos o enriquecidos. Las muestras, como los hisopados ambientales, de especímenes potencialmente contaminados se pueden cultivar en medios selectivos con productos químicos inhibidores. El aislamiento en medios no selectivos requiere una evaluación atenta de los cultivos, ya que el organismo produce colonias puntiformes que pueden pasarse por alto fácilmente o estar enmascaradas por bacterias de crecimiento más rápido.

Se han descrito técnicas de vigilancia serológica, serotipificación y genotipificación; sin embargo, su uso está principalmente restringido a la investigación y estas técnicas no están disponibles en forma rutinaria en la mayoría de los laboratorios.

El diagnóstico diferencial para la erisipela aguda en aves de corral incluye la colibacilosis (infección por Escherichia coli), el cólera aviar (infección por Pasteurella multocida), la enfermedad de Newcastle virulenta y la gripe aviar altamente patógena. La urticaria y la endocarditis pueden originarse por diversos hongos o bacterias. El diagnóstico diferencial de procesos no infecciosos incluye la intoxicación y el traumatismo físico.

Tratamiento, control y prevención de la erisipela en aves de producción

  • Penicilina de acción rápida

  • Vacunación

Tratamiento

El antimicrobiano de elección para tratar la erisipela es una penicilina de acción rápida, como la penicilina G de potasio o de sodio. Para las aves individuales, se puede administrar penicilina G (22 000 UI/kg, IM, cada 24 horas durante 5 días) En situaciones en las que no es práctico manipular a cada ave, la administración de penicilina en el agua (395 000 UI/l, por vía oral, durante 4-5 días) disminuye las pérdidas.

Se pueden administrar antimicrobianos simultáneamente con una dosis completa de bacterina de erisipelas (pero no con vacunas vivas); sin embargo, la inmunización puede comenzar varias semanas después de la vacunación. Se puede administrar penicilina inyectable en un brote agudo, pero puede ser un uso extraoficial en muchos países. Se deben usar antimicrobianos bajo supervisión veterinaria, y se deben tener en cuenta las pautas reglamentarias para el uso de antimicrobianos en los animales de producción.

Las sulfamidas y la oxitetraciclina oral suelen ser menos efectivas que la penicilina de acción corta; los antimicrobianos de amplio espectro como la amoxicilina pueden ser eficaces, pero pueden considerarse como uso extraoficial. Se ha documentado la resistencia a la tetraciclina.

Si están fácilmente disponibles, las pruebas de susceptibilidad a los antimicrobianos pueden ser útiles para la selección del tratamiento. Los antimicrobianos en la comida o en el agua solo sirven para tratar a los miembros de la parvada que siguen comiendo y bebiendo con normalidad y pueden no tener resultados drásticos en lotes con morbilidad extensa. Ni el tratamiento con antimicrobianos ni la vacunación eliminan el estado de portador. Las aves recuperadas tienen un alto grado de resistencia.

Prevención

Se recomienda la vacunación para la erisipela en aves de corral de entornos con alto riesgo. Hay vacunas inactivadas y vacunas atenuadas disponibles para pavos. El uso de vacunas para la erisipela es menos frecuente en pollos y otras especies de aves de corral; sin embargo, en bandadas altamente susceptibles, se informa que el uso extraoficial de las vacunas para la erisipela es eficaz.

La vacunación con una bacterina ayuda a proteger a las aves de un grupo que todavía no está infectado. La administración subcutánea e intramuscular de bacterinas en bandadas de pavos es eficaz, pero requiere mucho trabajo. Para los criadores de pavos, se deben administrar al menos dos dosis de la bacterina a intervalos de 2-4 semanas. Se deben administrar las bacterinas antes del inicio de la producción de huevos.

La administración de vacunas no virulentas en el agua potable no requiere la manipulación de cada ave y, por lo tanto, es menos estresante. Las vacunas atenuadas pueden ser eficaces en una sola dosis; sin embargo, en algunas situaciones puede ser necesario un refuerzo posterior. El tratamiento antimicrobiano debe suspenderse 8-10 días antes de la administración de vacunas atenuadas.

Las estrategias de prevención también incluyen bioseguridad, limpieza, desinfección y prácticas de manejo seguro, particularmente en áreas endémicas. Después de un brote, se deben desinfectar a fondo los equipos y se deben retirar las aves muertas de las instalaciones.

Si se limpian los residuos y el material orgánico de las superficies antes de la desinfección, el organismo se destruye con los desinfectantes de laboratorio de uso común:

  • Concentración 1:1000 de bicloruro de mercurio

  • Solución de hidróxido de sodio al 0,5 %

  • Cresol líquido al 3,5 %

  • Solución de fenol al 5 %

  • Amonio cuaternario

  • Cloro

  • Formol al 0,5 %

E. rhusiopathiae es bastante resistente a la desecación y puede sobrevivir a los procesos de ahumado, encurtido y congelamiento. Puede sobrevivir en la cama o en el suelo durante períodos prolongados. Se informó que la supervivencia en el suelo es de hasta 73 días (2). Los portadores infectados pueden excretar el organismo e infectar el ambiente y dificultar la desinfección de las instalaciones.

Riesgos zoonóticos de la erisipela en aves de producción

E. rhusiopathiae puede infectar a las personas y causa diferentes presentaciones de la enfermedad:

  • La erisipeloide es la forma cutánea aguda, a menudo autolimitada, de celulitis que generalmente está localizada en las extremidades

  • En casos raros, las lesiones erisipeloides pueden progresar a celulitis difusa.

  • La septicemia bacteriana, complicada con artritis, linfadenopatía, encefalitis y endocarditis, ocurre con poca frecuencia, principalmente en huéspedes inmunosuprimidos.

La enfermedad generalmente está relacionada con la profesión, y entre las personas con riesgo se incluyen veterinarios, carniceros y pescaderos que pueden manipular tejidos infectados. El organismo generalmente entra a través de cortes en la piel. No se han registrado casos de personas infectadas por vía oral.

Conceptos clave

  • Erysipelothrix rhusiopathiae tiene un amplio espectro e infecta a muchas especies de aves domésticas y silvestres. En las aves de corral, la erisipela tiene mayor importancia económica en los pavos. Recientemente, hay una mayor incidencia de esta enfermedad en las gallinas ponedoras.

  • Todas las edades son susceptibles, pero la enfermedad ocurre con más frecuencia en aves maduras.

  • El signo clínico predominante es la muerte súbita, a veces precedida de una disminución de la producción de huevos y del consumo de agua. Pueden aparecer letargo grave, lesiones cutáneas y jarretes hinchados.

  • El diagnóstico presuntivo se basa en las lesiones macroscópicas, los frotis de impresión del bazo o del hígado frescos; el diagnóstico definitivo generalmente es un cultivo areobio o prueba de PCR.

  • El tratamiento de elección es la penicilina de acción rápida y la vacunación.

  • La erisipela es zoonótica.

Para más información

Referencias

  1. Eriksson H, Nyman AK, Fellström C, Wallgren P. Erysipelas in laying hens is associated with housing system. Vet Rec. 2013;173(1):18. doi:10.1136/vr.101388

  2. Wood RL. Survival of Erysipelothrix rhusiopathiae in soil under various environmental conditions. Cornell Vet. 1973;63(3):390-410.