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Espiroquetosis aviar

(borreliosis aviar)

PorMichael Hess, DMV, University of Veterinary Medicine, Vienna, Austria
Revisado/Modificado Modificado abr 2024
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La espiroquetosis aviar es una infección bacteriana aguda transmitida por garrapatas a una amplia gama de aves. Los signos clínicos son muy variables y por lo general inespecíficos. El diagnóstico requiere la identificación de la espiroqueta infecciosa. Varios antimicrobianos son tratamientos eficaces. Los métodos de control incluyen la eliminación de las garrapatas infectadas y la vacunación.

La espiroquetosis aviar es una enfermedad bacteriana aguda, febril y septicémica que afecta a una amplia variedad de aves.

Etiología de la espiroquetosis aviar

El organismo causante de la espiroquetosis aviar, Borrelia anserina, es una espiroqueta de movimiento activo, de aproximadamente 0,2-0,3 μm × 8-20 μm, compuesta por 5-8 espiras dispuestas de forma laxa. El genoma de B. anserina es más pequeño en comparación con el de otras espiroquetas. La bacteria contiene varios plásmidos.

Su cultivo in vitro es difícil y requiere sustratos especiales. Las bacterias del género Borrelia pueden crecer en el medio Barbour-Stoenner-Kelly, pero pierden virulencia después de 12 pases de cultivo. También se puede propagar en embriones de pato o pollo, o en patos jóvenes o polluelos.

Epidemiología de la espiroquetosis aviar

La espiroquetosis se halla en regiones templadas o tropicales, donde se encuentran los vectores biológicos. La enfermedad o la bacteria han sido reportadas en numerosos países, incluidos Pakistán, India, Irán, Brasil, Estados Unidos, Argelia, Sudán, Etiopía, Nigeria y Tanzania.

El vector más común es Argas persicus, la garrapata de las aves conocida como "cosmopolita". Sin embargo, otras especies del género Argas, como A. sanchezi, también pueden transmitir la bacteria.

Se han identificado diversos tipos inmunológicos y serológicos de B. anserina en distintas regiones. Son frecuentes las cepas relativamente benignas. Sin embargo, en muchas zonas geográficas infestadas por garrapatas, la morbilidad y la mortalidad pueden alcanzar casi el 100 % en casos excepcionales.

La recuperación de una infección por una cepa específica confiere inmunidad sólida contra el mismo tipo por ≥1 año, pero no protege contra cepas heterólogas. A diferencia de algunas infecciones humanas por Borrelia, no se han reportado recaídas en aves infectadas con B. anserina. Por tanto, cualquier reinfección puede atribuirse a un tipo heterólogo.

Una garrapata Argas infectada puede transmitir la bacteria en cada alimentación y mantiene la infección a lo largo de sus fases de larva, ninfa y adulto. Además, las garrapatas pueden transmitir la infección de forma transovárica, es decir, las larvas de la primera generación (F1) ya nacen infectadas. Las garrapatas permanecen infectadas incluso si se alimentan de polluelos hiperinmunes a B. anserina o de aquellos con altos niveles sanguíneos de agentes quimioterapéuticos efectivos contra Borrelia.

Otros vectores, como los piojos, los mosquitos, algunas especies de garrapatas y objetos inanimados, pueden transmitir la espiroqueta de manera mecánica, cuando sus estructuras perforadoras se contaminan con sangre infectada con Borrelia y luego pican a un huésped susceptible. La ingestión de materias fecales manchadas de bilis que contienen la espiroqueta, la contaminación del alimento o del agua y las actividades de canibalismo durante la espiroquetemia pueden originar esta infección. Después de la picadura de una garrapata infectada, el periodo de incubación es de ~3-12 días.

Perlas y trampas

  • Otros vectores pueden transmitir la espiroqueta de forma mecánica a un huésped susceptible cuando su aparato perforador se contamina con sangre que contiene Borrelia.

Hallazgos clínicos de la espiroquetosis aviar

Los signos clínicos de la espiroquetosis aviar varían ampliamente según la virulencia de la espiroqueta y la edad de las aves; las más jóvenes son las más afectadas. Los signos clínicos incluyen apatía, somnolencia, temblores moderados a intensos y aumento de la sed; sin embargo, la infección puede permanecer subclínica en algunos casos. También pueden observarse plumas erizadas, anemia y crestas pálidas, así como falta de apetito, lo que puede provocar pérdida de peso.

En las etapas iniciales de la enfermedad, las aves afectadas suelen desarrollar una diarrea verde o amarilla con aumento de uratos. El curso de la enfermedad suele durar entre 1 y 2 semanas.

En gallinas ponedoras o reproductoras, la producción de huevos puede disminuir entre un 5 % y 10 %, con un aumento en la cantidad de huevos pequeños.

Lesiones

El bazo presenta un aumento de tamaño, con hemorragias petequiales o equimóticas, y adquiere un aspecto oscuro o moteado; sin embargo, en los faisanes mongoles, se ha observado un bazo pequeño y pálido, en contraste con lo reportado en otras especies. A veces, el hígado puede estar hinchado y contener áreas de necrosis focales. Los riñones pueden estar agrandados y pálidos. Es común una enteritis catarral de color verde.

Las aglutininas específicas producen aglomeraciones de las espiroquetas en aglomerados sucesivamente más grandes durante las etapas terminales de la enfermedad. Luego, la lisis por aglutinación comienza a desintegrar estos aglomerados y se liberan productos de degradación de las espiroquetas, lo que puede provocar fiebre. La muerte ocurre con mayor frecuencia entre 1 y 3 días después de la desaparición de Borrelia del torrente sanguíneo.

Diagnóstico de la espiroquetosis aviar

  • Microscopia de campo oscuro

  • Frotis sanguíneos

  • Ensayo de PCR

El diagnóstico de la espiroquetosis aviar se basa en la detección de Borrelia en la sangre, ya sea como bacterias activamente móviles en microscopía de campo oscuro, como espiroquetas teñidas en frotis sanguíneos con Giemsa o mediante una prueba de PCR.

En aves jóvenes, la cantidad de Borrelia en sangre puede alcanzar niveles elevados por campo de inmersión en aceite y persistir durante varios días. En aves adultas, la cantidad de Borrelia suele ser baja, lo que dificulta su detección o incluso impide identificarla. En estos casos, la bacteria solo permanece en la sangre entre 1 y 2 días. Se observa un mayor número de eritrocitos inmaduros debido a la anemia. La tinción con plata se puede utilizar para demostrar la presencia de bacterias en los tejidos.

Se han descrito pruebas serológicas, como la difusión en gel de agar, aunque su utilidad es cuestionable debido a la gran diversidad de serotipos en algunas regiones. Los anticuerpos antiespiroquetas se detectan fácilmente en las yemas de los huevos puestos por gallinas infectadas.

Tratamiento y control de la espiroquetosis aviar

  • Antimicrobianos

  • Eliminación del vector garrapata

  • Inmunización con bacterinas elaboradas a partir de cepas locales de B. anserina

Varios agentes antimicrobianos son efectivos contra la espiroquetosis aviar. Los más utilizados son los derivados de la penicilina, aunque también han mostrado eficacia los aminoglucósidos, las tetraciclinas y la tilosina. La tiamulina está autorizada para el tratamiento de la espiroquetosis en aves de corral fuera de EE. UU., pero en este país solo está aprobada para su uso en cerdos. Aunque la tiamulina es eficaz en el control de la enfermedad, puede provocar disbiosis y alteraciones en el metabolismo del colesterol (1).

Los antimicrobianos pueden ser completamente efectivos si el tratamiento comienza cuando el número de espiroquetas en sangre es bajo o moderado. Sin embargo, si la cantidad de espiroquetas en sangre es elevada, la liberación repentina de grandes cantidades de productos de degradación bacteriana puede provocar una mortalidad mayor que si no se administrara ningún tratamiento.

El control debe dirigirse contra el vector biológico. Las garrapatas Argas se caracterizan por una vida prolongada, su habilidad para sobrevivir durante largos periodos sin alimentarse de sangre, su eficacia para transmitir la espiroqueta y su capacidad de permanecer escondidas en grietas y hendiduras fuera del alcance de los plaguicidas. Por todos esos motivos, el control es difícil. Una combinación de erradicación de garrapatas e inmunización es el medio de control más eficaz.

La inmunización puede tener gran éxito y, junto con la erradicación del vector biológico, es el método preferido de control. Se han utilizado las bacterinas elaboradas a partir de cepas locales de Borrelia con fines profilácticos. Las vacunas pueden prepararse a partir de material inactivado con formalina o fenol, obtenido de lisados de sangre, tejidos, embriones o huevos infectados con B. anserina. Estas pueden presentarse en forma liofilizada o líquida. Las bacterinas propagadas en huevo completo suelen administrarse en una o dos inyecciones intramusculares (IM). Las bacterinas confieren poca o ninguna protección cruzada contra serotipos diferentes. Las aves que se recuperan de la infección natural normalmente tienen inmunidad protectora.

Conceptos clave

  • La espiroquetosis aviar se transmite a través de garrapatas y afecta a diversas especies de aves.

  • El diagnóstico requiere la identificación de la espiroqueta causante, Borrelia anserina.

  • El tratamiento con antimicrobianos puede ser efectivo.

  • El control se realiza mediante la eliminación de la garrapata vector o la inmunización.

Para más información

  • Abdul-Aziz T. Miscellaneous and sporadic bacterial infections: Borrelia. En: Swayne DE, ed. Boulianne M, Logue CM, McDougald LR, Nair V, Suarez DL, associate eds. Diseases of Poultry. 14th ed. Wiley; 2019:1045-1046.

Referencias

  1. Le Roy CI, Woodward MJ, Ellis RJ, La Ragione RM, Claus SP. Antibiotic treatment triggers gut dysbiosis and modulates metabolism in a chicken model of gastro-intestinal infection. BMC Vet Res. 2019;15(1):37. doi:10.1186/s12917-018-1761-0