La seborrea se caracteriza por un defecto en la queratinización, lo que provoca un aumento excesivo en la descamación cutánea (es decir, se manifiesta como caspa o mangas foliculares).
Etiología de la seborrea en animales
La seborrea idiopática primaria es un trastorno hereditario caracterizado por una queratinización defectuosa de la epidermis, del epitelio de los folículos pilosos o de las uñas.
La mayoría de los animales seborreicos tienen una seborrea secundariacausada por una enfermedad primaria subyacente que predispone a una excesiva descamación, formación de costras o engrasamiento, que con frecuencia se acompaña de pioderma superficial, infección por Malassezia (levadura) y alopecia.
Las causas subyacentes más comunes de seborrea secundaria son las endocrinopatías y las alergias. Otras enfermedades subyacentes pueden presentarse con seborrea como el problema clínico primario.
La seborrea en caballos suele ser secundaria a pénfigo foliáceo o sarcoidosis equina (enfermedad granulomatosa crónica).
Epidemiología de la seborrea en animales
La seborrea es más frecuente en perros que en gatos. En los perros, la seborrea secundaria es más común que la seborrea primaria.
La seborrea primaria ocurre con mayor frecuencia en las siguientes razas de perros:
Cocker spaniel americano.
Springer spaniel inglés.
Basset Hound.
West highland white terrier.
Teckel.
Labrador y golden retriever.
Pastor alemán.
El antecedente familiar de seborrea es común, lo que sugiere la influencia de factores genéticos. La enfermedad comienza a temprana edad (normalmente <18-24 meses) y progresa a lo largo de la vida del animal.
Signos clínicos de la seborrea en animales
La seborrea primaria se caracteriza por un defecto de la queratinización que da lugar a un incremento de la formación de escamas, ocasionalmente a una piel y un pelaje graso, y a menudo a una inflamación e infección secundarias asociadas. La seborrea primaria no es pruriginosa.
En la seborrea secundaria, una enfermedad subyacente primaria causa signos clínicos similares a los de la seborrea primaria. La seborrea secundaria puede ser pruriginosa o no.
Diagnóstico de la seborrea en animales
Descartar las causas subyacentes de la seborrea secundaria
Pruebas clínicas
Biopsia cutánea
El diagnóstico de seborrea primaria idiopática generalizada debe reservarse para los casos en los que se hayan excluido todas las posibles causas subyacentes.
Para diagnosticar la seborrea primaria, la afección ha de confirmarse como no pruriginosa y deben realizarse las siguientes pruebas:
Raspados cutáneos para descartar demodicosis.
Evaluación citológica superficial de la piel para descartar dermatitis bacteriana y por levaduras.
Análisis de sangre para descartar endocrinopatías.
Si todas estas pruebas son normales, se debe realizar una biopsia de piel para confirmar el diagnóstico de seborrea primaria.
Se deben instituir tratamientos paliativos que no comprometan la evaluación diagnóstica de manera simultánea para proporcionar el mayor alivio inmediato posible.
Los datos particulares (edad, raza, sexo) y la anamnesis pueden proporcionar pistas en el diagnóstico de la causa subyacente. Es más probable que las alergias ambientales (dermatitis atópica) sean la causa subyacente si la edad de inicio es <5 años, mientras una endocrinopatía o una neoplasia (especialmente linfoma cutáneo) es más probable si la seborrea comienza en animales de mediana edad o más mayores.
También se debe considerar el grado de prurito.
Si el prurito es mínimo, es más probable que se deba a endocrinopatías, otras enfermedades internas o ciertas enfermedades limitadas a la piel (p. ej., demodicosis o adenitis sebácea).
Si el prurito es intenso, se deben considerar alergias y enfermedades ectoparasitarias pruriginosas (p. ej., sarna, pulgas).
El prurito no excluye una enfermedad no pruriginosa como causa subyacente, ya que la pioderma, la infección por Malassezia o la inflamación causada por el exceso de escamas pueden generar prurito intenso. Sin embargo, la ausencia de prurito ayuda a excluir alergias, sarnas y otras enfermedades pruríticas como causa subyacente.
Otra información importante que se debe obtener del historial incluye lo siguiente:
Poliuria, polidipsia o polifagia.
Comportamiento de búsqueda de calor.
Ciclos estrales anormales.
piodermia,
Variación estacional de los signos clínicos.
Respuestas a los cambios dietéticos.
Respuesta a tratamientos previos (incluidos corticoesteroides, antibióticos, antimicóticos, antihistamínicos y tratamientos tópicos).
Riesgo de zoonosis o contagio.
Influencias ambientales.
La duración y gravedad de la enfermedad, así como el nivel de frustración del propietario, son factores importantes para determinar el plan diagnóstico.
Una exploración física minuciosa, que incluya la evaluación de los sistemas de órganos internos y un examen dermatológico, es el primer paso para identificar la causa subyacente.
El examen dermatológico debe documentar el tipo y la distribución de las lesiones, la presencia de alopecia, así como la cantidad de olor, escamas, oleosidad y la textura de la piel y el pelaje (consulte las imágenes de seborrea). Otras consideraciones incluyen lo siguiente:
La presencia de pápulas foliculares, pústulas, costras y collaretes epidérmicos normalmente indica la existencia de una piodermia superficial.
La hiperpigmentación indica una irritación crónica de la piel (como prurito, infección o inflamación), y la liquenificación un prurito crónico.
Siempre se debe considerar la infección por levaduras (Malassezia spp.) al evaluar a un paciente con seborrea.
Cortesía del Dr. Nicole Heinrich.
Las infecciones secundarias desempeñan un papel importante en la mayoría de los casos de seborrea. El sebo y las anomalías en la queratinización, comunes en la seborrea, frecuentemente proporcionan las condiciones ideales para las infecciones bacterianas y por levaduras. El autotraumatismo que se produce en animales pruríticos aumenta la posibilidad de una infección secundaria.
Staphylococcus spp. coagulasa positivos o Malassezia spp. con frecuencia están presentes. Las infecciones aumentan el prurito y suelen ser responsables de una parte significativa de la inflamación, pápulas, costras, alopecia y escamas.
Uno de los primeros pasos diagnósticos es la evaluación citológica de la piel superficial en las áreas afectadas para identificar la cantidad y el tipo de bacterias o levaduras presentes. Si existe la presencia de numerosos cocos y neutrófilos es probable la pioderma. El tratamiento tópico debe implementarse para tratar la pioderma, y los antimicrobianos sistémicos solo deben usarse si el tratamiento tópico no es suficiente.
En un perro seborreico con prurito, la infección puede causar todo el prurito o la mayor parte de este. En lugar de considerar las alergias como la enfermedad subyacente en estos perros, al abordar las infecciones pueden descubrirse enfermedades no pruriginosas (p. ej., endocrinopatías).
Después de tratar las infecciones, se deben considerar las siguientes pruebas diagnósticas adicionales:
Múltiples raspados cutáneos profundos
Cultivo de dermatofitos
Frotis por impresión
Tricograma
Peinado con peine para pulgas
Si estos son negativos o normales, una biopsia de piel, un hemograma completo, un perfil bioquímico sérico y un análisis de orina completo completarán la base de datos mínima.
Algunos ejemplos de indicios diagnósticos incluyen lo siguiente:
Aumento de la actividad de la fosfatasa alcalina sérica (puede sugerir hiperadrenocorticismo o tratamiento previo con esteroides).
Aumento de la concentración de colesterol (puede sugerir hipotiroidismo).
Aumento de la concentración de glucosa en sangre (sugiere diabetes mellitus).
Aumento de la concentración de BUN o creatinina (puede sugerir enfermedad renal).
Tratamiento de la seborrea en animales
Para la seborrea primaria, el tratamiento incluye baños frecuentes junto con vitamina A o un retinoide.
Para la seborrea secundaria, tratamiento del trastorno subyacente.
Tratamiento antimicrobiano
El tratamiento de la seborrea idiopática primaria consiste en bañar al perro 2-3 veces por semana hasta que se logre el efecto deseado. El baño 1-2 veces por semana es suficiente para el mantenimiento.
Un régimen de champú puede resolver la pioderma, reducir la cantidad de escamas y sebo presentes, disminuir el prurito y ayudar a normalizar la tasa de renovación epidérmica. Los champús que contienen ceramidas, ofitrio o fitosfingosina suelen ser efectivos; sin embargo, si la grasitud persiste, se puede probar con un champú de peróxido de benzoilo o sulfuro de selenio.
Si el tratamiento tópico no es suficiente, se puede iniciar un tratamiento sistémico con vitamina A (8000-10 000 UI/perro, por vía oral, cada 12 horas, con un máximo de 30 000 UI/perro, por vía oral, cada 12 horas) o retinoides sintéticos (por ejemplo, isotretinoína o acitretina [1 mg/kg, por vía oral, cada 12-24 horas, reduciendo a 0,5 mg/kg, por vía oral, cada 48 horas para mantenimiento]). Los retinoides sintéticos son teratógenos conocidos y están clasificados como fármacos peligrosos en EE. UU. En EE. UU., la isotretinoína y la acitretina están sujetas a un programa de evaluación y mitigación de riesgos (REMS), lo que puede dificultar su obtención para pacientes no humanos.
El tratamiento de la seborrea secundaria es mucho más complejo. Para el tratamiento de la seborrea con pioderma concurrente, se debe utilizar un champú con clorhexidina, ácido salicílico o peróxido de benzoilo. También puede ser útil el uso de mousses, sprays o toallitas antisépticas.
Si el tratamiento tópico no es suficiente para resolver la pioderma, se debe seleccionar un antimicrobiano sistémico basado en un cultivo aeróbico de la piel y seguir las pautas más recientes sobre el uso responsable de antimicrobianos de la International Society for Companion Animal Infectious Diseases (ISCAID).
Debido a que la mayoría de las infecciones por estafilococos en los casos de seborrea son piodermias superficiales, deberían tratarse durante 3 a 4 semanas.
Pueden cultivarse los collaretes epidérmicos usando un hisopo estéril. Aunque las infecciones por S. pseudintermedius resistentes a la meticilina son más difíciles de tratar, no son más virulentas o visualmente más llamativas que las debidas a S. pseudintermedius sensible a la meticilina. La hospitalización en el último año, las cirugías y el uso previo de antibióticos son posibles factores de riesgo para el desarrollo de infecciones por Staphylococcus pseudintermedius resistente a la meticilina.
La seborrea con dermatitis por Malassezia concurrente debe tratarse tópicamente con un champú, mousse, toallitas o spray antimicótico. Si el tratamiento tópico no es suficiente, se puede utilizar un antimicótico sistémico como fluconazol a una dosis de 5 mg/kg por vía oral cada 24 horas durante 3 a 4 semanas, o itraconazol a una dosis de 5-10 mg/kg por vía oral cada 24 horas.
Los ingredientes activos en champús se pueden clasificar según sus efectos en queratolíticos, queratoplásticos, emolientes, antipruriginosos y antimicrobianos.
Los productos tópicos con efecto queratolítico incluyen azufre, ácido salicílico, alquitrán, sulfuro de selenio, propilenglicol, ácidos grasos y peróxido de benzoilo. Eliminan células del estrato córneo produciendo un daño celular que tiene como resultado el hinchamiento y la escarificación de los queratinocitos de superficie. Esto reduce las escamas y hace que la piel se sienta más suave.
Los champús que contienen productos queratolíticos con frecuencia exacerban la descamación durante los primeros 14 días de tratamiento, ya que las escamas escarificadas quedan atrapadas en el pelaje. El baño continuo ayudará a eliminar las escamas; sin embargo, los propietarios deben saber que la descamación a menudo empeora al principio.
Los productos queratoplásticos tópicos ayudan a normalizar la queratinización y reducen la formación de escamas al ralentizar la mitosis de las células basales epidérmicas. La brea, el azufre, el ácido salicílico y el sulfuro de selenio son ejemplos de agentes queratoplásticos.
Los emolientes tópicos (p. ej., el ácido láctico, el lactato de sodio, la lanolina y diversos aceites, como el de maíz, coco, maní y semilla de algodón) están indicados para cualquier dermatosis con descamación, ya que disminuyen la pérdida de agua transepidérmica. Son más efectivos después de que la piel se haya rehidratado y son excelentes productos adicionales tras el uso de los champús.
Los antibacterianos tópicos incluyen peróxido de benzoilo, clorhexidina, lactato de etilo, ácido salicílico y triclosán.
Entre los antimicóticos tópicos se encuentran la clorhexidina, el azufre, el ketoconazol y el miconazol. Los ácidos bórico y acético pueden también usarse como antimicrobianos tópicos.
Dado que la mayoría de los champús son combinaciones de diferentes ingredientes, es importante conocer cómo actúan individualmente y los posibles efectos aditivos o sinérgicos que pueden tener. La selección del régimen de champú antiseborreico adecuado debe basarse en la cantidad de escamas, la oleosidad del pelaje y el estado de la piel.
Descamación leve y ausencia de grasa.
Descamación de moderada a marcada y untuosidad leve (la más común).
Descamación de moderada a marcada y untuosidad moderada.
Descamación leve y untuosidad marcada.
Estas categorías están destinadas a orientar el tipo de tratamiento con el champú necesario; sin embargo, deben considerarse todos los factores para cada animal de forma individual.
Los pacientes con descamación leve y ausencia de grasa necesitan champús suaves que sean limpiadores, hipoalergénicos o hidratantes. Estos champús están indicados para animales con cambios seborreicos leves, aquellos que presentan irritación por champús medicados o que fueron bañados con demasiada frecuencia. Estos productos con frecuencia contienen aceites emolientes, lanolina, ácido láctico, urea, glicerina o ácidos grasos. Los aerosoles o enjuagues emolientes se usan a menudo junto con estos champús.
Los pacientes con descamación moderada a marcada y con oleosidad leve a intensa deben ser bañados con champús que contengan azufre y ácido salicílico. Ambos agentes son queratolíticos, queratoplásticos, antibacterianos y antipruríticos. Además, el azufre es antiparasitario y antimicótico. Algunos de estos champús también contienen ingredientes que son antibacterianos, antimicóticos y humectantes, lo cual puede ayudar también a controlar una pioderma secundaria, una infección por Malassezia spp. y una descamación excesiva. Los champús que contienen lactato de etilo disminuyen el pH cutáneo (lo cual ejerce una acción bacteriostática o bactericida al inhibir las lipasas bacterianas), normalizan la queratinización, solubilizan las grasas y disminuyen la secreción sebácea. Estas acciones también tienen como resultado una potente actividad antibacteriana.
En el pasado, a los perros con descamación de moderada a grave y con una untuosidad moderada se les solía tratar con champús que contenían brea. Sin embargo, debido a que los champús de brea suelen tener un olor desagradable y pueden ser irritantes, junto con una mala aceptación por parte del propietario, por lo general ya no se recomiendan.
En pacientes con oleosidad grave y descamación mínima, es común la presencia de un olor intenso, eritema, inflamación y una pioderma generalizada secundaria o dermatitis por Malassezia. Los champús que contienen peróxido de benzoílo proporcionan una acción fuertemente desengrasante junto con una potente actividad antibacteriana y de lavado folicular. Debido a que los champús de peróxido de benzoílo son agentes fuertemente desengrasantes, pueden ser irritantes y desecantes. Otros champús antibacterianos son más adecuados para animales con pioderma superficial sin una oleosidad significativa. Estos champús normalmente contienen 2-4 % de clorhexidina (a menudo en asociación con Tris-EDTA) o lactato de etilo.
La acción de limpieza folicular del peróxido de benzoilo lo hace especialmente útil en pacientes con numerosos comedones o con demodicosis. Los geles de peróxido de benzoílo (5 %) son una buena opción cuando se desean acciones antibacterianas, desengrasantes o de lavado de los folículos para áreas focales, como en la demodicosis localizada, el acné canino o el síndrome de los comedones del Schnauzer. No obstante, estos geles pueden ser irritantes.
Conceptos clave
La seborrea primaria es rara, pero la secundaria es frecuente.
La seborrea primaria no es pruriginosa; sin embargo, pueden presentarse infecciones secundarias o inflamación que generen prurito.
La seborrea primaria no tiene cura, pero puede ser controlada con un tratamiento continuo.
Para más información
Consulte también la información para propietarios sobre la seborrea en perros.